Ciudad democrática
Verán
en esta revista un gran aviso del gobierno
porteño. Esto es porque hay un
Registro de Medios Vecinales del GCBA
que es público y donde puede presentarse
cualquier medio que cumpla con los requisitos
objetivos. Esta ley nos permite ser disidentes.
Y eso es lo que hace al Registro de Medios
Vecinales tan democrático e interesante,
cada medio puede cuestionar a su, por
lo general, mayor patrocinante sin caer
en ningún tipo de alianzas extrañas.
Hoy queremos poner
a nuestros lectores al tanto de que todo
el Registro de Medios Vecinales tiene
un terrible retraso en sus pagos, a tal
punto que está complicando la salida
de nuestros medios, especialmente los
gráficos por el costo que presuponen.
Sabrán que se “pagó”
a medios del interior que no estaban al
tanto que habían “facturado”
al Gobierno porteño, más
21 millones al amigo Niembro y 14 millones
al amigo Majul, pero los medios del Registro
que tenemos la pauta por ley… sin
cobrar. Y esta no es la primera vez.
Con el
fiel Telerman (hoy parte de Cambiemos)
nos habían basureado de lo lindo
llevando el atraso habitual de un par
de meses de Ibarra ¡a 10 meses!
Cuando asumió Macri directamente
echaron a 15 medios, entre ellos éste.
Como el camino administrativo avaló
los despidos nos vimos forzados a volver
a entrar al Registro vía una cautelar
judicial colectiva. Luego de eso todo
fluyó bien. De hecho, para los
editores de medios vecinales diría
que en cuanto a orden burocrático
y pagos fue la mejor gestión. Lograron
mantener los pagos con apenas uno o dos
meses de atraso salvo algunas excepciones.
Pero desde
hace unos cuantos meses suspendieron y
lo que han pagado ha sido a cuentagotas.
En este momento no hemos cobrado agosto
(ni los meses posteriores). Y lo que es
más llamativo, no hemos podido
certificar que editamos noviembre (ni
diciembre, ni enero, claro) con lo que
no hemos avanzado ningún trámite.
Vale aclarar que este trámite habitualmente
se hace antes de editar con el aviso en
cuestión…
Esta razón,
financiera, es por la que este año
tanto enero como febrero saldrán
con menos cantidad de páginas.
Entendemos que están atravesando
momentos de cambios, mucha gente de ciudad
ha pasado a nación. Sin embargo,
estos medios no tienen por qué
seguir soportando este atraso, cuestión
que se complica aún más
considerando la gran inflación
que hay.
Siempre sostuvimos
que la solución kirchnerista de
generar medios contrahegemónicos
para contrarestar un discurso único
por parte de los medios de desinformación
masiva (que dicho sea de paso llevaron
a Cambiemos a la presidencia) fue una
mala jugada porque iba en contra del planteo
democrático en sí. La democracia
tiene como base la libertad de expresión
y hay múltiples lecturas de la
realidad y apoyar esa multiplicidad hubiese,
tal vez, ayudado aún más
a la reflexión que potenciar un
discurso frente a otro, cuestión
que termina como un Boca / River, un Argen
/ Tina… Donde uno gana y el otro
pierde. La democracia debería hacer
al pueblo más crítico, más
lúcido y más inteligente
al momento de su accionar cotidiano y
cívico. No se trata de tomar partido
total por un grupo y defenderlo a capa
y espada. Somos humanos, nos podemos equivocar
y está bueno que se señalen
los errores para poder seguir creciendo
como sociedad.
Creemos que apostar
todo a un estafador y un supuesto amigo
para generar medios contrahegemónicos
fue una pésima jugada y carísima,
con el resultado de mucha gente que ahora
queda en la calle. Lo republicano, lo
democrático, es apoyar muchos discursos
jugándosela por la pluralidad,
la polifonía periodística,
y no la mentira al revés.
Solicitamos acá
que, por el bien de la democracia y la
libertad de expresión, que el nuevo
jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez
Larreta, o el actual secretario de Medios,
Marcelo Nachón, regularicen la
situación del Registro de Medios
Vecinales del GCBA. Y hacemos como si
no fuésemos parte de ese país
donde se encarcela a una militante que
ayuda a su pueblo porque es negra y se
quejó en una plaza*.
Rafael
Sabini
[email protected]
* Milagro Sala está detenida, imputada
por "instigación a cometer
ilícitos y tumulto”. Si la
carátula fuese otra, otro sería
nuestro cantar...