Mejor no pasar esos límites
El primer fin de semana
del mes hubo una seguidilla de hechos
violentos, con armas de fuego, con ciertas
connotaciones comunes. Acá al ladito
nomás, en Villa Crespo, cuando
festejaban en un local de Nuevo Encuentro
sufrieron disparos con balas de plomo
dicen que proveniente de un edificio de
por ahí. Por Diario Registrado
nos enteramos que en la villa (1-11-14)
del Bajo Flores irrumpieron seis u ocho
individuos armados con el saldo de heridos
y dos personas asesinadas. El tiroteo
(hubo respuesta) se produjo en el sector
donde ensaya la murga "Los Auténticos
Reyes del Ritmo", la misma que había
sido reprimida poco tiempo atrás
por gendarmería. En Mar del Plata
balearon con itaka el frente de un local
de La Cámpora. Además ha
habido golpizas -por otros civiles- a
trabajadores que protestan.
Esta ola de violencia
anti “Ka” en el mes aniversario
40 del último golpe militar ¿son
casualidades? O ¿se les ha dado
vía libre para ejercer violencia
con total impunidad?
Repasemos. El gobierno
kircherista nunca fue de izquierda, tranzó
con los grandes capitales y su propuesta
fue apenas un capitalismo “con rostro
humano”. Sin embargo, su militancia
siempre volcó las ideas hacia el
campo popular y la izquierda sosteniéndose
en primera instancia por los discursos
y luego por hechos.
El actual gobierno que
encabeza Mauricio Macri se presentó
como republicano y democrático.
Ni siquiera utilizó para su campaña
hombres armados (como sí, para
los memoriosos, había hecho Aníbal
Ibarra para su primera elección,
donde se mostraba rodeado de guardaespaldas
apuntando al tema inseguridad). Sabemos
que Macri representa los grandes capitales,
que la deuda externa que estamos pagando
fue privada, propia, que luego se hizo
pública. Tiene antecedentes represivos
(UCEP, Borda, etc.) pero no se presenta
como violento. Se presenta como la unión
a la brecha. ¿No debería
entonces, amparándonos en su “propuesta
republicana”, solicitarle que repudie
y que buque resolver estas acciones violentas?
Porque nada desune más que la violencia.
Podemos discutir políticas,
incluso sin llegar a acuerdos por pensar
diferentes maneras de dirigir el país,
podremos votar partidos irreconciliables
y hacer lecturas contrapuestas... Sin
embargo, todos son caminos de la democracia.
Supuestamente todos quieren lo mejor para
la patria...
Ahora, la violencia no
tiene cabida en discusiones democráticas
y republicanas, por ende, deberían
ser repudiadas desde todos los sectores
políticos: incluyendo a los del
PO y los del PRO. Desde la REA repudiamos
todo tipo de acto de violencia. Queremos
seguir creyendo en la posibilidad de diálogo.
En definitiva nuestro paragua compartido
es la democracia. No la dejemos caer.
Que se haga justicia.
Rafael Sabini
[email protected]