Bar de Carlos Calvo, entre
Colombres y Castro Barros
Zona de Nadie Bar:
en el nombre del Carpo
A metros de San
Juan y Boedo transitan músicos
y habitúes de la pesada local.
Los acordes de “Adónde está
la libertad” toman color y contagian
entusiasmo entre las melenas largas y
movedizas de abajo. Sobre el escenario
de Zona de Nadie la banda Pan Duro pone
el cuerpo para que el tema de Pappo se
escuche bien alto. Los chalecos de jean
con parches, los borcegos y los puños
en alto se agitan una vez más en
este nuevo reducto metalero de Boedo.
Al barrio tanguero,
cuervo y de tradición murguera
le floreció, desde mediados del
año pasado, un semillero para la
pesada del under, con el Carpo de guía
espiritual. La acción en Zona de
Nadie (Carlos Calvo 3778), nombre homenaje
al quinto disco de Riff, arranca los jueves
con el ciclo gratuito “Falso Viernes”
que incluye música en vivo y proyecciones
de terror, con lo mejor del cine clase
Z criollo. Y sigue el fin de semana con
fechas especiales como la “Fiesta
Macabra” —donde tocaron grupos
como Velocidad 22, Metaluria, Kontratake—
o con simples ganas de “que sea
rock”.
Por dentro, la
casona tiene un aire a guarida del conde
Drácula: es una planta rectangular
y antigua con muros bordó y arcos
en ladrillo negro. Hay faroles labrados
y una tenue luz roja que lo cubre todo.
La barra, diagonal al escenario del fondo,
luce ginebras y calaveras en colores chillones.
Los muros muestran pintadas de esqueletos
y zombies guitarreros. Uno de ellos está
coronado por la célebre frase del
Carpo: “No obstante lo cual para
mí lo que hago está bien”.
Entre sus mesas
se respira camaradería. Cada vikingo,
muchacha con mangas tatuadas y pantalón
de cuero, motoquero de crenchas cenicientas
y piberío de la nueva hora hace
ronda larga para saludar y abrazar a su
tribu. “Hay gente que escucha distinta
música, pero Pappo es un himno
común. Siempre que alguien toca
sus temas acá explota”, dice
Victoria Pérez, vecina y habitúe.
“Este lugar está bueno porque
rescata lo mejor del under”, agrega
Carlos “Carcass” Rodríguez,
conocedor de la escena y conductor del
ciclo radial temático Vientos de
Rebelión.
Zona de Nadie
nació como un “proyecto autogestivo
y rockero, en su sentido amplio”
dice Marita Cuman, una de las tres hacedoras
del lugar. “También queremos
que este lugar esté integrado a
la tradición de Boedo, por eso
este año largamos talleres de teatro,
clown y hasta queremos que murgas del
barrio ensayen acá”, agrega.
“Tenemos muchos planes a futuro,
pero el principal es que los fines de
semana sigan con este espíritu
de encuentro y fuerza musical”,
concluye Cuman.
J.M.C.