Editorial Ciccus cumple
25 años.
Juan Carlos Manoukian:
“Un proyecto cultural
se logra con un buen diálogo entre
lo espiritual y material”
El presidente de la editorial
celebra haber publicado sobre coopera-tivismo,
educación, comunicación
durante más de un cuarto de siglo.
“Existe otro mundo mejor y está
en éste”, es el lema de esta
iniciativa con sede en Almagro. “Hay
condiciones materiales para el desarrollo
de una sociedad más justa y equitativa;
está al alcance de la mano, es
un tema de organización social
marcado por la política”,
asevera.
A pasos de la esquina
de Quito y Medrano está la casa
de Editorial Ciccus. Es un caserón
antiguo de techos altos, con pilones de
libros que hacen las veces de columnas
y muros laberínticos. En sus habitaciones
pasan las tardes los hacedores, diagramadores,
correctores, prenseros, de este proyecto
editorial que cumple 25 años. Entre
ellos está Juan Carlos Manoukian,
presidente de la editorial que compartió
proyectos con el Ministerio de Cultura
de la Nación, diversas universidades
y otros emprendimientos como La Crujía,
librería y editorial con sede en
Balvanera. En su oficina, también
abarrotada de libros, hay máscaras
andinas, figuras de cerámica y
barro cocido. También hay afiches
sevillanos, vinos El Justicialista y distintos
suvenires de toda Latinoamérica.
“Nosotros hacemos de parteros, el
hijo de papel es del autor, que ha traído
sus originales con mucho amor, y tenemos
que acercarlo a la mayor parte de la gente.
Es un trabajo gratificante”, dice
Manoukian. Al momento de entrevistarlo
se desarrollaba la Feria Internacional
del Libro. Ciccus participa con puesto
propio hace 16 años: “Es
una forma de dar a conocer los libros,
pero también de enriquecer debates.
Hacemos presentaciones individuales o
grupales. Son fórmulas que todo
proyecto tiene que tener para instalarse,
proyectarse”.
Un
catálogo con orientación
humanista, latina, de integración
“En Ciccus nuestro catalogo está
orientado a las ciencias blandas. Tenemos
temas como economía social, ruralidad,
historia, industrias culturales, educación,
antropología. En Argentina hay
un movimiento de organizaciones sociales
muy fuerte. Nuestros libros han sido aprovechados
por activistas culturales, comunitarios,
políticos, para que sea un sostén
más de su formación.
Nuestro catalogo se va construyendo libro
por libro. Nos ocupamos que tenga la coherencia,
que tenga que ver con una orientación
humanista, latina, de integración,
de respeto por la naturaleza. Nos ocupamos
que la gente se reúna, no que se
divida o tenga situaciones de competencia
u odio. Apostamos por la solidaridad antes
que la cultura liberal y capitalista que
fomenta la pelea, la voracidad salvaje”.
25 años
de edición, muchos gobiernos y
un consejo para la juventud
“Soy un hombre grande, arranqué
mi vida económica en tiempos de
Martínez de Hoz: puse una empresa
en 1977. Tengo la espalda curtida. Cuando
arrancamos Ciccus, lo hicimos con idea
de armar un centro de investigación
de temas sociales y culturales. Desde
ese momento que arrancamos con Octavio
Getino, David “Coco” Blaustein,
Susana Velleggia, fuimos capaces de unir
la trasmisión intangible de ideas
y sueños con lo material y lo que
ello implica (logística, pago de
imprenta). A los jóvenes digo que
sean capaces de no bajar las banderas
de sus sueños, pero que tengan
los pies en la tierra para consolidarlos
y construirlos. Las ideas tienen que ser
transportadas mediante realidades concretas:
libros, discos, un teatro, una radio,
una revista. Todo eso requiere un buen
diálogo entre lo espiritual y material”.
Que prime la hermandad,
la fraternidad, la solidaridad
“La tensión entre lo individual
y lo colectivo recorre la historia de
la humanidad. Perón decía
que “nadie se realiza en una sociedad
que no se realiza”. No se resuelve
de un día para el otro. Es una
contradicción que está en
cada uno. Cada uno tiene pretensiones
individuales y una forma de ver la sociedad
y el mundo que es legítima. Lo
que hay son modelos, formas de ver el
mundo. A veces se contraponen, a veces
dialogan, a veces chocan y se enfrentan.
La guerra es el modo más brutal
en el que se discuten formas de ver el
mundo. Tenemos que aspirar, y por eso
trabajamos de Ciccus, a que no haya situaciones
de violencia. Que prime la hermandad,
la fraternidad, la solidaridad porque
nosotros creemos que podemos mejorar el
mundo. Incluso de la forma en que hoy
está armado, mejorarla. Tenemos
una consigna que dice “Existe otro
mundo mejor y está en éste”.
Seguimos esa idea, somos optimistas bien
informados. Muchas veces a las personas
que soñamos con justicia y hermandad
desde la otra vereda nos dicen que somos
soñadores, delirantes, irresponsables,
incoherentes. Nos descalifican ninguneando
nuestros sueños. Contestamos que
somos gente que tiene sentimientos, que
tiene pasiones, amor, pero también
tenemos razones. Somos gente que se preocupa
por las razones materiales de nuestros
sueños, en este caso son los libros.
Mostramos que es posible mejorar. Hay
condiciones materiales para el desarrollo
de una sociedad más justa y equitativa
y está al alcance de la mano, es
un tema de organización social
marcado por la política, por ejemplo
cómo se reparte la riqueza. Uno
no puede tomar ese nivel de determinaciones
desde una sociedad de fomento, sí
desde el estado. Con esas ideas machacamos
con cada autor. Es el aporte que nos tocó
a nosotros. Mucha gente aspira a lo mismo
con distintos recursos y elementos. Nosotros
lo hacemos con libros. Tiramos libros
a librerías, es como quien tira
botellas al mar a la espera de que alguien
lea su mensaje”.
Hoy se cuestiona
lo social, público o comunitario
“En el país hubo una tradición
de gobiernos liberales. Acá la
sorpresa y lo novedoso es que este modelo
liberal individualista depredador accede
al poder del estado por elecciones. Hoy
se cuestiona lo comunitario, social o
público. Tiene que ver con una
matriz de pensamiento. Hay que aclarar
que los derechos conquistados son derechos
y no serán fácilmente volteados.
Eso requiere organización, discusión,
defensa desde el campo de las ideas y
desde los hechos.
Confío mucho en los jóvenes
de hoy, sobre todo en los últimos
diez años han tenido un desarrollo
cultural enorme en puestas de expresión
artística de mucha calidad. A lo
largo de la historia la cultura precede
la transformación política.
La cultura se adelanta. Los artistas son
ángeles que van preanunciando o
diciendo cosas que las dice dios, pero
en boca de gente de carne y hueso, que
son los creadores. Estos creadores y artistas
siempre van adelantándose a los
sueños del colectivo. A lo que
la gente aspira como modos de vida. Lo
dice con sus obras de teatro, con poemas.
Es formidable lo que ha hecho esta generación
de los últimos diez años.
Creo que eso va a hacer que a través
de esas expresiones, y las nuevas, la
gente se organice, ya sea en el trabajo,
sindicato, barrio, sociedad de fomento,
para explicar que uno quiere vivir de
determinada manera y no de otra, no de
una forma miserable, reducida, ajustada,
“sincerada”, como se dice
ahora; esa revolución del lenguaje
muestra esquizofrenia: por un lado te
dicen que quieren crear trabajo y despiden
gente, quieren bajar la inflación
y suben las tarifas del estado.”
J.M.C.