Julio Colantoni, plasmando
la indigencia en señal de advertencia
La calle de los sueños
Julio Colantoni es vecino,
trabaja como retocador digital independiente
y es fotógrafo. En sus fotografías
hay diferentes temáticas recurrentes,
una de ellas, una muy llamativa, es la
de fotografiar personas en situación
de indigencia. Esa carpeta de fotografías
en el Facebook la titula justamente “La
calle de los sueños”.
Pero mejor dejemos que nos cuente con
sus palabras lo que le fue sucediendo:
“Foto, foto, foto, foto cuando llegué
a la foto número 200, que se dio
la casualidad que era un colchón
vacío que tenía un cartelito
que decía «Por favor, no
se lleve este colchón, aquí
duerme una mujer embarazada»- me
dije «Ésto está mal».
Pasé de un registro visual y me
comenzó a pegar mal la cosa. Y
me dije: «O dejo de sacar fotos
o encaro la problemática desde
otro lugar»”.
“El tema era qué hacer. Decidí
seguir sacando fotos y retomé una
idea del año ´92 en que había
hecho un laburo con cartoneros en que
imprimía la foto, me acercaba al
cartonero, en este caso la gente que está
la calle, y charlaba con las fotos impresas
con la gente. Sin demasiado preámbulo,
una charla abierta donde al ver la foto
pudieran decir lo que se les antojara
respecto de sí mismo y de los otros
en la misma condición.”
En este punto de la entrevista me muestra
dos carpetas llenas de fotos en formato
A4 que hizo con esa intención.
La verdad es que son impactantes. Plasman
una realidad desgarradora que está
viviendo mucha gente. Pero dejemos que
siga Julio:
“La idea era acompañar esas
fotos con desgrabaciones. Hasta el momento
tengo once desgabaciones. Durante el proceso
de laburo conozco al Monteagudo [Centro
de Integración Monteagudo / Proyecto
7, véase recuadro] les muestro
las carpetas, tuve unas primeras charlas
muy íntimas con ellos. Ahí
hay ciento veinte personas en situación
de calle y pude hablar con alguno de ellos.
Y ahí me empiezo a empapar más
de la problemática. En ese momento
había 18.000 personas en Buenos
Aires durmiendo en la calle, ahora son
más.”
Para los memoriosos Proyecto 7 compartió
un corto tiempo nuestro espacio cuando
teníamos la redacción de
la REA en Mate Amargo. Julio pasa a contarme
sobre el alma mater de ese proyecto que
supo remontar el Monteagudo pasándolo
de la beneficiencia a la solidariadad.
“Horacio Ávila vivió
seis años en la calle y tuvo la
lucidez de correrse de los espacios asistencialistas,
darse cuenta que si no movía algo
quedaba como tantos otros en el tendal.
Se empezó a juntar con gente de
una Universidad de Psicología donde
en lugar de sólo recibir la comida
trabajaban también para hacer dicha
comida. Le dieron forma a la ONG Proyecto
7, la pelearon desde lo legal y consiguieron
este espacio que era asistencialista,
creo que de contenido religioso, y le
dieron una vuelta de rosca. Está
autogestionado y cuentan con algún
subsidio. Tienen programa de radio, talleres,
asistencia psicológica, asistencia
de salud y está abierto las 24
hs.”
“Cuando vieron las carpetas les
pareció que las tenía que
ver Carolina Stanley [ministra de Desarrollo
Social porteña de 2011 a 2015]
que iba a ir a la semana siguiente. La
ministra, al ver las dos carpetas explicó
que había subsidio para hacer un
libro como el planteado. Horacio ofreció
la personería para el subsidio,
presentó a Griselda Palleres que
es antropóloga y venía trabajando
en Proyecto 7 hace años.”
“Ahí salió éste
libro. Muy distinto a lo que yo me había
imaginado. Para mí este libro es
super importante, pero yo pensaba en la
conjunción de las fotos con las
voces de la gente que está en la
calle. Y unas características de
mayor llegada. Porque este libro termina
siendo de consulta para gente interesada
en el tema. Yo quería algo mucho
más ameno para las personas de
a pie.”
Cuenta que, sin embargo, continúa
tomando fotos y que tiene una muestra
itinerante que anda muy bien.
“Sostengo que es praxis, la noción
de praxis, hacés un trabajo de
investigación, a la vez estás
trabajando con la gente para poder mejorar
su situación y a su vez estás
trabajando con los otros para que entiendan
que esta situación tiene solución.
De repente aparecen personas que dicen
«quiero ayudar, pero no sé
cómo, o no los veía, cómo
hago».” Me relata, por ejemplo,
que las fotografías impresas y
el grabador lo pagó con dinero
que donó gente con intención
de ayudar.
“A la vez, por una cuestión
de salud mental, o de práctica,
también lo publico continuamente
en Facebook. Genero todo el tiempo devoluciones,
confesiones en privado de personas que
agradecen el hecho de que ésto
esté mostrándose. Luego
van surgiendo situaciones particulares,
como Matías que apareció
en la puerta de mi casa. Ahora busco entrevistar
a Juan, que es homosexual, estuvo preso,
vive bajo un puente, es tucumano, se prostituyó
en los bosques de Palermo… el otro
día me confesó directamente
que a él le encantaría poder
salir en medios y contar su historia.”
Le pregunto: ¿ves algún
común denominador para la gente
que queda en situación de calle?
“Sí. Creo que se llama desafiliación
afectiva. Bajones de afecto, desconexión
con la familia, depresiones post pérdida
de laburo, post separación, post
muerte de algún ser querido…
y después el alcohol que es prácticamente
inevitable al poco tiempo que estás
en la calle.
El caso particular de Matías para
mí fue aclarador. En poco tiempo
pude ver como una persona que estaba en
la calle lúcido, cuando le ofrecí
laburar con la muestra saltó, se
bañó, se arregló,
estaba re-motivado y después, ante
la desilusión de no poder modificar
su situación en poco tiempo -más
una suerte de enamoramiento con una vecina,
el alcohol, el paco en el bajón,
cortes en el brazo delante nuestro con
un vidrio, accidente con un colectivo,
timbrazos en la puerta- cayó detenido,
el 28 de junio, en Ezeiza por tentativa
de robo…”
Sin duda una problemática
que preocupa y duele cuya solución
debería también ser parte
de la agenda política.
R.S.
La calle NO es
un lugar para vivir
En abril de 2011 Proyecto 7 inicia la
gestión de lo que se denominaba
Hogar Monteagudo, transformándolo
en el actual Centro de Integración
Monteagudo. Para eso se desarrolló,
cuentan en su portal, “un espacio
de puertas abiertas donde no solo se atienden
las necesidades básicas de los
destinatarios sino que también,
por medio de una metodología participativa
y orientativa, se contempla: desarrollo
de talleres terapéuticos y creativos
adaptados a las características
de los destinatario, actividades de formación
y de ocupación laboral, espacios
de escucha y participación, articulación
con otras instituciones” etcétera.
Según explican se basa en la necesaria
relación de “aceptación,
escucha y proximidad”.
Según Julio Colantoni hay gente
en situación de calle que conoció
que está tan asqueada de espacios
asistencialistas que aunque les pasés
la dirección del Monteagudo no
van. Y sostiene, es un espacio diferente.
Entre otras cosas Proyecto 7 fue una de
las principales ONGs impulsoras de la
Ley 3.706 que pretende amparo a gente
en situación de calle.
El Centro de Integración Monteagudo
está localizado en Monteagudo 435,
tel. 4912 3568.
Foto: Walter Sangroni, del FB del
Monteagudo.
Con
Macri la indigencia aumentó un 30%
Un informe de la Universidad Católica
Argentina (UCA) muestra que entre 2011 y
2015, durante el segundo mandato de Cristina
Fernández de Kirchner, la tasa de
indigencia había bajado un 15%, mientras
que en el primer trimestre de la gestión
de Mauricio Macri subió un 30%.
La UCA señala que entre los años
2011 y 2015 la indigencia por ingresos cayó
del 6,1 al 5,3 por ciento de la población.
Sin embargo, entre enero y marzo de 2016
“la tasa de indigencia habría
pasado de 5,3% a fines de 2015 a 6,9% en
marzo de este año, y afectaría
a no menos del 6,2% de la población
al principio de abril de 2016”. En
este caso daría un aumento de por
lo menos 350.000 personas en situación
de indigencia (acumulando 2,3 millones de
personas indigentes al final del tercer
trimestre del año).
Por otro lado en un informe del Centro de
Economía Política Argentina
y el Instituto de Economía Popular,
que se arrima un poco más al momento
actual, sostienen que la indigencia habría
pasado a 7,89% en abril 2016.
Así, durante el segundo mandato de
Cristina la tasa de indigencia bajó
un 15%, mientras que en el primer trimestre
de la gestión de Mauricio subió
un 30%.