¿Volviendo
a un estado totalitario?
¿Y las libertades individuales?
“Cambiamos
futuro por pasado”
Como recordarán
el título remite al furcio del
día que asumió la actual
gobernadora de la Provincia de Buenos
Aires, María Eugenia Vidal. Es
que el inconsciente a veces nos juega
malas pasadas, algunas veces nos hace
decir cosas –a simple vista–
descabelladas, otras, sin ahondar en el
psicolanálisis nos presenta lo
que subyacentemente pensamos o sentimos.
La verdad es que
esta revista viene alertando sobre la
política actual: decretos que bajan
poder a la ciudadanía (como el
veto a la democrática ley de medios
audiovisuales) o los diferentes esquives
a la descentralización porteña,
así como también cuestiones
económicas, donde se le viene cobrando
al pueblo -por ejemplo, con la quita de
los subsidios a los servicios- lo que
antes ponían los grandes capitalistas
con las retenciones. Más recortes,
despidos, etcétera.
Ahora -más allá de si cuesta
alguna hora más de trabajo por
día parar la olla- hay algo hasta
más serio y peligroso: la pérdida
de la libertad de expresión, métodos
de viejas épocas y anhelos de dictadura.
Mediante el Ministerio
de Seguridad que encabeza Patricia Bullrich,
viene habiendo más represión
con su nuevo protocolo. Desde policías
“bravas” hasta golpiza a ¡jubilados
que protestan! Y mientras golpean a nuestros
abuelos pretenden liberar a unos viejos
perversos que durante la última
dictadura cívico-militar se dedicaron
a torturar, matar y robar (bienes, niños,
empresas, etcétera). Matan al perro
a una médica que revisa y niega
la necesidad de ir a domicilio por buena
salud a un represor (cuyo testigo y víctima,
Julio López, aún sigue desaparecido
desde hace 10 años).
Orgulloso twitt de Patricia Bullrich,
mostrando el monitoreo que nos hacen,
¡incluyendo redes sociales!
Continúa presa,
ahora en calabozo de castigo, en Jujuy
una luchadora social, Milagro Sala. Como
en otras épocas hasta Amnesty Internacional
reclama su libertad. Ahora con Sala hay
más gente detenida. Como antes,
sin juicios ni acusaciones claras. Mientras,
en Carlos Paz detienen militantes por
pintar murales pidiendo su liberación.
Por otro lado detienen presuntos personajes
(“perejiles”) que “planean”
o “amenazan” al presidente
vía redes sociales.
Se difunde primero que ante un acto los
manifestantes atacaron a piedrazos al
presidente, Mauricio Macri, y a la gobernadora
de Buenos Aires. Más tarde, el
mismísimo jefe de la Policía
Bonarense desmintió el tema en
uno de los medios de desinformación
masiva explicando que no hubo agresiones
con piedras a los funcionarios: simplemente
consignas orales. Más tarde nos
enteramos, por una radio local, que Macri
insultó a las manifestantes diciendo
“negras de mierda”…
Seguimos: con Macri
y su banda de Cambiemos volvieron las
“viejas locas” (“desquiciada”)
para definir a Bonafide de las Madres
de la Plaza de Mayo, así como también
la teoría de los dos demonios (“guerra
sucia”) para definir el terrorismo
de estado. Mientras el actual presidente
se paseará con miedo en un nuevo
auto superbrindado (hecho a medida por
su ministro Dietrich y pagado con fondos
públicos).
Una ex panelista del
programa 678, Cynthia García, denunció
un “casual” robo en su casa
donde fueron por cuestiones muy específicas
(discos de la computadora, tablet, anotadores).
Por la misma fecha, con días de
diferencia sucedió lo mismo en
casa del ex secretario de Comercio, Guillermo
Moreno, a quien le revolvieron sus oficinas
en San Telmo, dieron vuelta los cajones
pero se llevaron sólo computadoras.
No hace falta ser paranoico para imaginar
que los robos podrían estar orquestados.
Y en eso citan
a Hebe de Bonafini quien se niega a volver
al juzgado a quien ya le ha entregado
“muestras suficientes” para
que sepan por dónde tienen que
moverse. “Aquí estamos, no
les tenemos miedo a estos hijos de mil
putas” sostuvo Hebe en la Plaza
mientras un cordón humano detuvo
su detención. El juez –que
ya había recibido toda la información
del caso Sueños Compartidos–
terminó yendo él a la sede
de Madres.
Justo antes de
enviar a imprimir nos enteramos de que
colocaron una granada a pocos metros de
la casa de la jueza federal de San Martín
Martina Forns, que días atrás
detuvo el tarifazo.
Mientras un local de
La Cámpora de la Comuna 12 recibió
una molotov encendida en su puerta.
Como corolario este
mes detuvieron a una travesti saliendo
de un supermercado en Constitución,
por lo que parece, simplemente por su
aspecto.
El camino hacia una
dictadura mafiosa se apuntala como un
trípode, con tres patas: la corrupción
de dirigentes, el bombardeo mediático
y la represión a las protestas
sociales.
Pero no es seguro que
esta estrategia tenga éxito: a
los corruptos no los quiere el pueblo,
la gente está aprendiendo a no
creer ciegamente en todo lo que lee y
encima en Argentina ya estamos “vacunados”
en contra de la violencia estatal. Recordemos
que De La Rúa se tomó el
helicóptero luego de su “estado
de sitio”. Y por ahora, no solo
cedió el juez ante Hebe cuyo apoyo
a la marcha 2000 fue multitudinario, antes
tuvo que renunciar Lopérfido.
¿Cuántos
realmente estaremos dispuestos a cambiar
un futuro independiente, justo y soberano
por un pasado negro y violento? Lo que
más queremos es que esta gestión
haga las cosas lo mejor posible y que
pueda terminar su mandato, en definitiva
llegaron ahí vía el voto
popular. Pero mientras tanto, recuerden,
estamos en democracia. Así que
Macri, ¡pará la mano!
Ulises Karlson