Recuerdos de un tiempo
duro
En la Buenos Aires de
los 90, el camarín de un actor
transformista se convierte en refugio
ante una vida de amarguras y exclusión.
Margo ya está
grande. El actor transformista que hace
reír en el bar ignoto de ambiente
vuelve al camarín con cierto aire
a derrota. Se defiende ante la vida con
frases de Hollywood. Liza, Barbra, Judy,
Lolita Torres, Tita Merello. Ellas son
su Olimpo. Pero él está
en un submundo, en una ciudad, Buenos
Aires, de fin de milenio que respira el
miedo a la “peste rosa” o
se rige por los viejos edictos policiales.
Margo, y todas las Margos porteñas,
no están a salvo. Y eso la pone
triste. Pero, aunque no lo diga todo el
tiempo, hay otro Olimpo con el que sueña:
el amor, el verdadero, uno de este lado
de las pantallas de cine. Pero muy de
vez en cuando larga esa queja, casi siempre
pinchada por su asistente Norman, que
sí se entrega con soltura al sueño
del marido, los hijos, la casa, el vivieron
felices para siempre. Margo que no, no,
no hasta que un día al camarín,
bunker, refugio y prisión llega
Tim, un fan tímido que primero
se muestra como fan, luego como amante
voraz y cándido. Margo cede hasta
enamorarse.
Un secreto que
amenaza separarlos se escabulle en ese
pequeño nido de amor que echa raíces
en ese camarín lleno de terciopelos,
rosas brillantes y fotos de divas mitológicas.
La obra se muestra
sólida y con un norte claro: el
humor. Con humor Margo drena sus penas
de amor y la desesperanza ante una sociedad
que excluye, discrimina, señala.
Son penas en una Buenos Aires noventosa.
Su ida y vuelta de ideas con Norman entreteje
la voz de una época: los miedos,
deseos y pensamientos de la comunidad
de aquel entonces. Esta obra rescata sus
vivencias y la forma de ver el mundo.
El contraste con el presente puede parecer
muchas veces menos radical de lo que se
enuncia en la mera palabra.
Es una pieza para reír, emocionarse
y homenajear las luchas de quienes padecieron,
como Margo, el lado más cruel de
esta sociedad.
Tomás López
FICHA TÉCNICA. Obra: Lluvia
y arcoiris. Autor: Gabriel Patolsky.
Director: Marcelo Roitman. Música
incidental: Gaby Goldman. Elenco: Luis
Podestá, Diego Creavacuore y Federico
Prado. Funciones: sábados a las
23.30. Sala: Teatro Buenos Aires, Rodríguez
Peña 411.