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Los locos de Buenos Aires
Miércoles 17 a 19 – FM La Tribu 88.7

Un clásico radial que no
se atemoriza ante el poder

El magazine semanal Los locos de Buenos Aires constituye una experiencia comunicacional peculiar: lleva 25 años ininterrumpidos en FM La Tribu y acaba de ser galardonado por segunda vez con el Premio Estímulo a la Calidad Editorial, otorgado a los medios vecinales. Como señala su propio creador y conductor, Roberto Ruiz, la idea fundante del programa es promover la causa comunitaria y alternativa. Esto implica apuntar a abordar la otra realidad, los conflictos, lo que realmente le afecta al ciudadano y que no suele estar en la agenda de los medios tradicionales. Desde la página de Facebook, se sube la apuesta: se asegura que la intención es “develar las mentiras del poder y sus medios, y dar espacio al debate de otra política y otra cultura”. Así, en uno de los separadores se afirma que se practica un “periodismo dependiente”, esto es, dependiente de los movimientos sociales y de la lucha popular. Por eso, la mayoría de los entrevistados están vinculados a este sector.


    El nombre del ciclo remite al tema homónimo de Alejandro del Prado, ese himno bohemio formidable que refleja cabalmente el espíritu del programa. En este sentido, resulta divertido el eslogan: “Los locos de Buenos Aires. Una forma diferente de perder la razón”.
    El envío comienza con un comentario editorial a cargo de Ruiz. El conductor se muestra vehemente, aguerrido, sin dobleces, no elude discutir con su entrevistado al aire si es necesario, como lo hizo, por ejemplo, con el presidente del Centro de Estudiantes del Colegio Mariano Moreno, a propósito de la prueba evaluativa Aprender, a la cual se opusieron los alumnos de dicha escuela. El duelo –en el cual Ruiz cuestionó fuertemente la posición estudiantil– duró más de veinte minutos, al final de los cuales el conductor, alterado, le pidió a la operadora: “¡Sacame del aire!”
   Otra oportunidad en la cual Ruiz entró en cólera fue cuando César Milani declaró ante el juez Rafecas en la causa que se le sigue por enriquecimiento ilícito. Al salir, el ex militar expresó sentirse perseguido por adherir al “proyecto nacional y popular” y culpó de su situación judicial al Grupo Clarín. En ese momento, el conductor reaccionó con un lapidario “¡¿En qué país los chorros y los corruptos son el campo popular?! ¡El gobierno anterior era una manga de chorros y corruptos! ¡Todo chorro le echa la culpa a Magnetto y a los supuestos idiotas que él maneja! ¡Este país se está yendo a la m…! La opción son los CEOs de ahora o los chorros y CEOs de antes”.
    Las entrevistas están bien encaradas y no tienen desperdicio. En este marco, fue muy significativa la presencia en el estudio de varias militantes que acababan de participar en el 31° Encuentro Nacional de Mujeres desarrollado en Rosario. Se produjo una charla muy edificante sobre la problemática femenina.
    Camilo Ruiz está a cargo de la producción y de la columna de cine. Si bien se nota que le falta experiencia frente al micrófono y a veces es poco locuaz, su formación cultural, su desparpajo y espontaneidad suplen esas falencias.
    En general, en el último tramo del programa hay invitados en el piso como solistas o grupos musicales que interpretan sus temas, o actores y directores que presentan sus obras. Un momento delicioso y entretenido.
   Buen trabajo de las operadoras técnicas Alcira Garido y María Naiberger. Las cortinas y los separadores son variados y elocuentes, entre los cuales se destacan dos muy bellos, que son fragmentos del poema Gente necesaria, de Hamlet Lima Quintana. Uno dice así: “Hay gente que con sólo decir una palabra enciende la ilusión y los rosales”.

Laura Brosio
[email protected]



Revista El Abasto, n° 197, noviembre 2016



 

 

 

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