Por su larga data el bar
El Amanecer, Humahuaca casi Agûero,
podría haber entrado en un número
de comercios antiguos. Al presentar la movida
under es impensable que no entre.
El Amanecer
Foto de 1973, el dueño, Eduardo,
está de blanco atrás.
En búsqueda de la
movida under actual fuimos al bar El Amanecer
donde sabemos (El Abasto n°58)
que hay una movida de “tango en zapatillas”.
Hugo Correa, el dueño nos cuenta
que siguen con la movida pero que anduvieron
medio frenados por los efectos “postcromañón”,
que si bien tiene habilitación y
todo en regla le daba un poco de cosa seguir
juntando gente de noche, aunque agrega “sólo
queremos tocar y cantar, pasarla bien un
rato y eso en principio no jode a nadie.
En otros países se apoya a la música,
por ejemplo, obligando al dueño de
un bar a tener un mínimo de música
en vivo, acá se persigue al creador.
Esa indignación, entre otras llevaron
a que varios músicos se junten hoy
en el Hotel Bauen [empresa recuperada] para
reclamarle al gobierno nuestras ideas desde
un frente unido denominado MUR (Músicos
por el Rock).”
R.S. Contame un
poco sobre esa música en vivo...
“Y yo canto, tengo mis temas. Y muchísimo
arrastre tiene el Cabra con Chechino donde
el tango vuelve a tener una reintepretación.”
El Cabra es tal vez más conocido
por Las Manos de Filippi.”
Cuando le pregunto a Hugo sobre la historia
de su bar me aclara: “no es mi bar,
es el bar de mi viejo. Yo empecé
a ayudar a los seis años, pero el
bar lo montó mi padre en 1971 ya
con el mismo nombre. Hubo momentos en que
se llenaba de taxistas, pero cuando mi madre
falleció cambió la mano del
cocinero y se fueron a otros lugares.”
R.S. ¿Supongo
que Luca Prodan se tomó más
de una ginebra acá?
“Sí, Luca vivía a la
vuelta y venía. Pero yo era chico
y no tenía conciencia de quién
era ese loco en ese entonces. Luego entendí
que fue uno de los más grandes revolucionadores
del rock nacional.”
Y se nota su afán
porque Luca está presente en las
letras de Hugo hoy interpretadas por la
banda que integra, O´Rondeman, y porque
el Pelado está en las paredes del
bar. Como el Morocho, el Abasto, Evita y
Maradona.
R.S.
Revista El Abasto, n° 66 , junio 2005.