Siete años
de Poesía Urbana en una noche
Músicos, poetas, escritores y más
se congregaron hasta uno de los lugares
más destacado de la cultura independiente.
El Marquee fue el punto de encuentro para
una noche llena de sorpresas y emoción.
A cantar el feliz cumpleaños que
la poesía vino para quedarse.
Mientras la tarde dominguera
caía sobre el barrio de Villa Crespo,
los primeros preparativos para esta velada
se empezaban a ver en el session bar de
la avenida Scalabrini Ortíz al 666.
Gente que iba y venia, las pruebas de sonido
y el armado de los stands fue el comienzo
del 7PU.
De a poco las mesas
se fueron llenando, entre cervezas se fue
pasando el rato hasta que llegó lo
inesperado. De la puerta roja, que llevaba
al escenario, salió un Luis Aranosky
que, megáfono en mano, esgrimía
un look rocker mientras invitaba a “entrar
en esta noche de poesía”: “Háganse
amigos, los artistas necesitamos que se
apoyen estas movidas”.
Después de
la peculiar propuesta, el salón se
llenó de un público ávido
de poesía y fiesta. De ahí
el conductor de Argentilandia subió
al escenario y tras una performance alocada,
recitó poemas de su repertorio, como
Argentina es una mina. Haciendo las veces
de presentador del festival, destacó:
“Hay que hacer estas movidas seguido,
apoyar a los artistas y generar cosas en
esta ciudad en la que se complica cada vez
más”.
Del ahí llego
un “defensor del faso”, como
lo califico Aranosky. Colaborador de THC
y activista canábico, Orge llegó
con su dub, su reggae y toda su “buena
vibra” para compartir con el público.
“Esto lo hago desde antes del fallo”,
bromeó y sacó un encendedor
de su camisa floreada de chalas. Entre el
humo y el juego de luces, esgrimió
temas sobre el culto que profetiza desde
su activa militancia.
Tras la sombra de
Orge, llegaron Sebastián Kirzner
y Diego Arbit. En dúo estos artistas
recitaron poesía, una poesía
novedosa, teatral. Como si fuera una gran
perofmance, los versos se sucedieron en
las bocas de ambos. Casi como una ópera,
combinaron sus voces en una musicalidad
expresiva por demás. Su fluidez y
complicad despertó la risa de los
presentes que disfrutaron de las ocurrencias
expuestas por los escritores. Críticas
al sistema actual, bajo la lupa de grandes
narradores, con un aire escénico,
es lo que resume el paso de estos dos grandes
de la cultura independiente. “Siete
años de poesía urbana, re
piola”, remataban en su último
poema, una ironía sobre el lenguaje
vigente y las trampas modernas.
Acto seguido, Aranosky
de vuelta al escenario. Esta vez, con su
grupo. Lista de temas a lado del pedal,
el conductor comenzó el repertorio
con Actitud antisemita. Tocó también,
dentro de los conocidos, “rinospocopia”
(está como bonus en el CD de FM La
Tribu del 2004 por la despenalizacón
de la marihuana). Tras presentar a Loquillo
en bateria, a Tomi en guitarra, Jordan en
bajo y Fabián en coros, se despidieron
con el tema No hay banderas.
Tras el agradecimiento
del grupo a Poesía Urbana, uno de
sus mentores, Juan Xiet apareció
en escena. Con sus poemas en mano, antes
de recitar se mostró alegre ante
la buena onda del público. Destacó
estos siete años del site, más
aún por el hecho de “generar
y difundir espacios por amor al arte”.
“Si no lo hacemos entre nosotros no
lo hace nadie”, evocó ante
la audiencia. Luego, comenzó con
su oratoria. Además de ser un gran
escritor, entona cada estrofa de un modo
en que los presentes quedan cautivados con
su poesía; con su relato dentro de
la poesía. “Es genial que alguien
suba al escenario sin instrumentos, sólo
con al voz y que se lo respete y escuche,
es lo más gratificante”, agradeció
tras su pasada.
Para seguir con
el hilo poético, tomó el micrófono
Daniela Andujar. Luego de desearle el “feliz
cumpleaños” a la web, destacó
la importancia de la autogestíon
y además pidió que “haya
más poesía y menos policía”.
Con gran sutileza y un estilo atrapante
que la caracteriza, Esta poetisa, en uno
de los mementos más emotivos de la
jornada, evocó a Samantha, “poeta
urbana” (http://www.poesiaurbana.com.ar/2007/content/view/1054/1/),
con una de sus obras: Promiscua e inmaculata.
El merecido aplauso del público cerró
el paso de Daniela, con su homenaje bajo
el brazo.
Una Kumbia Queer
llegó hasta el Marquee en el cumpleaños
de Poesía Urbana: Patricia Pietrafesa.
Junto al guitarrista Juan Hyde se fusionaron
en un acústico para el recuerdo.
Además de música, esta gran
artista del mundo under es en la actualidad
columnista de Argentinaldia (La Tribu) y
desde años editora de fanzines; se
pudieron ver sus diseños de las remeras
She devil en el stand de PU. En cuanto a
los dos guitarristas, su paso por Villa
Crespo fue pulido e intimista. El moño
lo puso el tema Azotadme, luego de Tu vida
es tu vida y En el viento.
“Parece que
estamos en Plaza Francia, con todos sentados”
bromeó Aranosky ante un público
al que todavía le resonaban los acordes
de Pietrafesa. Una vez más el músico
y conductor subrayó el papel de una
web que “difunde movidas alternativas”.
Sin más preludios, presentó
a “un grande de corazón”.
El soundsystem de Poemuffin arribó
para quedarse. “Hay un Ander que camina
para delante y un sistema que camina para
atrás”, entonaba el cantante
en su primer tema “dedicado a los
jefes de gobierno de la ciudad”. Como
no podía ser de otra manera, en el
día de la madre, dedicó un
dancehall. Más tarde, otro de los
momentos más interesantes fue cuando
mientras Xiet sacaba otos, el cantante dijo
estrechando su mano: “Gracias hermano
por estos siente años”. Para
cerrar su original sistema de sonido, cerró
con un tema nuevo, Con el pino en la mano.
El momento de rockear llegó de la
mano de Suspensivos inflamables. La banda
del casette verde dio un espectáculo
a todo volumen. Entre temas de ska y hard
rock; el camino entre Ramones y los Wailers
se resume en una sola presentación
de esta agrupación. Para finalizar,
eligieron Léveme con tu líder.
Saltos y pogo despidieron a los músicos
Diego Isla, bajo y voz., Luciano Mazzei
en batería y bajo, Matteo Caputto
y Federico Mazzei en guitarras, Gustavo
Guaglianone en saxo y voces. EL dub psicodelico
de Suspensivos dejó el clima bien
arriba para continuar los festejos.
Promediando las
doce, llegó el turno de Morena "La
SoNoRa DeL TaKiRaKi”. En otras palabras,
bajo y coros para Chulo, batería
de Andrés, acordeón y teclado
de Seba, percusión de Coco y Miguelai
en voz. Las buenas vibras del grupo contagiaron
a primera vista. A bailar en cada reggae
fue la consigna con la que el público
comenzó el lunes de madrugada. El
agradecimiento del grupo lo dio su cantante:
“Dedicadísimo a Poemuffin”.
Morena puso su cuota de alegría a
la fiesta y la respuesta de la gente fue
la de seguir el mambo.
Como frutilla de
esta torta, Los Bombarderos le dieron el
toque punk a la jornada. La denuncia a través
del humor y la ironía le dan a este
grupo una frescura que evoca la era dorada
del movimiento del no future. A todo volumen,
Fernan (voz), Cala (Bateria), Damián
(bajo), el Niño y Rober (guitarras)
derrocharon energía para esparcirla
entre los presentes, que hacían el
aguante hasta el final. Con la llegada del
saxofonista Julián, “invitado
y amigo de la banda”, como lo presento
el vocalista, tocaron un rabioso cover de
La rubia tarada junto a Javito. El cierre
fue de lo mejor para una esperada fiesta
de la cultura independiente. “Gracias
a la gente que estuvo con nosotros, siempre
vamos a seguir agitando”, concluyó
emocionado un Javito con todas las pilas
tras haber compartido con la gente de los
Bombas un recital a la altura de los festejos
por siete años de agitación
cultural desde Poesía Urbana.
J.M.C.
Buenos Aires,
19 de octubre de 2009