Carta abierta
al INADI y al pueblo argentino
Los abajo firmantes, ciudadanos
de los más diversos orígenes,
en particular de origen palestino y judío
y, de distintas procedencias políticas
o partidarias, firmemente consustanciados
con el carácter universal de la lucha
por la vigencia plena de los derechos humanos,
nos dirigimos al INSTITUTO NACIONAL CONTRA
LA DISCRIMINACIÓN (INADI), al conjunto
del pueblo argentino y a la comunidad judía
para expresar nuestra más honda preocupación
ante el conocimiento que hemos tomado de
un probable dictamen de ese organismo. Según
trascendidos el mismo dispondría
que cualquier actividad de denuncia, rechazo
o confrontación contra el Estado
de Israel, su política sionista,
sus actos políticos y militares (que
se materializan en gravísimas violaciones
al derecho humanitario internacional) sería
considerada un acto de discriminación
“antisemita”.
La detención
de un grupo de militantes, el 17 de mayo
pasado, mientras denunciaban el acto en
conmemoración de la creación
del Estado de Israel organizado por el Gobierno
de la Ciudad de Buenos Aires, y el agravamiento
que, a sus cargos, ha pronunciado la Justicia
Federal por aplicación de la Ley
23.952 que castiga la discriminación,
reafirma nuestra preocupación.
AFIRMAMOS que, por
DISCRIMINACIÓN se
entienden “dar trato de inferioridad
a persona o comunidad en razón de
su pertenencia, religiosa, nacional, de
género, social, ideológica
o de cualquier tipo”, en general hechos
de persecución o degradación
de la dignidad humana en función
de sus pertenencias: en el ápice
del desvalor cuando el más fuerte
comete actos violentos contra el débil,
individual o colectivo. Todos los
genocidios parten de actos, ideologías
y políticas discriminatorias.
NO ES DISCRIMINACIÓN
el acto de rechazo, repudio o confrontación
de grupos agredidos o débiles, o
solidarios con ellos, que se expresen y
actúen contra la ejecución
de formas de dominación, explotación
o violencia de cualquier tipo que aumenten
y propaguen las desigualdades e injusticias.
El Art. 3º
de la Ley Antidiscriminatoria dispone: “Serán
reprimidos con prisión de un mes
a tres años los que participaren
en una organización o realizaren
propaganda basados en ideas o teorías
de superioridad de una raza o de
un grupo de personas de determinada religión,
origen étnico o color, que tengan
por objeto la justificación o promoción
de la discriminació n racial o religiosa
en cualquier forma. En igual pena incurrirán
quienes por cualquier medio alentaren o
incitaren a la persecución o el odio
contra una persona o grupos de personas
a causa de su raza, religión, nacionalidad
o ideas políticas”.
La ley no castiga
a quienes rechacen por medios legítimos
las prácticas originadas en dicha
“superioridad” u odio.
La política
del Estado de Israel se viene manifestando
con violencia inusitada contra el pueblo
Palestino y otros de la región.
A la vez, desde
hace décadas, militares israelíes
vienen colaborando con gobiernos dictatoriales
o represivos, aportando inteligencia militar,
armamento y tecnología para apoyar
esas políticas antidemocráticas
y violatorias del derecho humanitario internacional
contra diversos pueblos del mundo y de América
Latina.
El carácter
de “TERRORISMO DE ESTADO” de
Israel ha sido debatido, probado y denunciado
en diversos foros de la comunidad universal,
gozando ya de amplio consenso.
Numerosos integrantes
de la comunidad judía, a lo largo
y ancho del mundo, han repudiado la política
sionista y han desautorizado que sea la
que represente su “judeidad”,
identidad reivindicada por un significativo
número de judíos históricamente
comprometidos con la justicia social, la
paz, la protección y promoción
de los Derechos Humanos.
Es público
y notorio que el terrorismo de estado en
Argentina, vigente antes de 1983, multiplicó
su violencia contra las víctimas
de origen judío en sus prácticas
genocidas y en el número de víctimas,
superior a la proporción de la comunidad
judía en relación a las restantes
y ello nunca fue denunciado por el Estado
de Israel.
También es
universalmente conocida la asociación
de grandes consorcios y corporaciones con
el nazi - fascismo antes, durante y después
de la Segunda Guerra Mundial, consorcios
que en la actualidad mantienen una fluida
relación con Israel.
Durante la violenta
agresión al pueblo de Palestina entre
diciembre y enero pasado, grandes demostraciones
de solidaridad de nuestro pueblo y de repudio
a la agresión sionista y colonialista
del Estado de Israel congregaron a ciudadanos
de diversos orígenes nacionales,
religiosos, ideológicos y políticos,
entre ellos militantes y adherentes de origen
judío.
Esas demostraciones
NO SÓLO NO INFRIGIERON LA LEY ANTIDISCRIMINATORIA
SINO QUE EXIGIERON EN LOS HECHOS LA VIGENCIA
PLENA DE SUS VALORES EN NUESTRO PAÍS
Y EN TODAS LAS NACIONES DEL MUNDO CIVILIZADO,
misión que debiera también
impulsar el INADI.
Los pueblos del
mundo precisan vivir en paz, fraternidad
y colaboración. No ha sido la excepción
los distintos pueblos árabes y judíos,
tanto en Medio Oriente como en nuestro país.
Se han caracterizado por una vida en común,
por actividades compartidas y por una práctica
solidaria y amistosa, entre ellos y con
las restantes comunidades que componen la
variedad de orígenes de los argentinos.
Jamás los
firmantes hemos difundido ninguna agresión
o discriminación contra persona o
pueblo alguno por el origen nacional, religioso,
social, económico o político,
menos contra la comunidad o contra personas
de origen judío, algunas de las cuales
dirigen actualmente organizaciones solidarias
con el pueblo Palestino. Más aún
la trayectoria de los firmantes es prueba
acabada que han sido, son y serán
consecuentes en la lucha activa por la plena
vigencia de los derechos humanos que incluye
el rechazo a todo tipo de discriminación
formal y material.
Nos parece
IMPRESCINDIBLE QUE EL INADI ACLARE que debe
condenarse cualquier tipo de discriminación,
pero que la lucha por la vigencia plena
de los derechos humanos es universal y que
sus acciones, de modo alguno pueden considerarse
discriminatorias cuando lo que se denuncia
y rechaza son políticas de terrorismo
de estado, explotación, injusticia
social o violencia contra ciudadanos por
su pertenencia a origen de cualquier tipo,
personas indefensas ante las agresiones
de individuos, comunidades, sectores sociales
o estados poderosos.
Con independencia
de la oportunidad, acierto o representatividad
social y política - que no nos corresponde
juzgar - toda expresión popular y
democrática de lucha contra las políticas
violentas del Estado de Israel y de quienes
comparten su ideario sionista, racista y
colonial, EN NINGÚN CASO PUEDE REPROCHARSE
COMO ACTO DISCRIMINTARIO Y ANTISEMITA, sobre
todo cuando ISRAEL igualmente agrede a personas
de origen judío que no admiten acciones
inmorales, antijurídicas e injustas,
que se traducen en exterminio, persecución
y colonización.
Por lo tanto
reclamamos al INADI QUE ACLARE SI EXISTE
DICHO DICTAMEN Y, EN SU CASO, SEA INMEDIATAMENTE
MODIFICADO: ES LA APOLOGÍA
DEL SIONISMO, UNA IDEOLOGÍA COLONIALISTA,
RACISTA E INHUMANA, DE “APARTHEID”
INSTITUCIONAL, LO QUE CONSTITUYE DISCRIMINACIÓN
EN LOS TÉRMINOS DE LA LEY 23.952,
que incluso podría constituir delito.
Ninguna conveniencia ni coyuntura política
debe prevalecer sobre la imperiosa firmeza
que, como política de Estado, merece
la tutela de los derechos humanos, sin condiciones
y sin atención al origen del agresor
o de la víctima.
En la protección
de la dignidad humana hay una sola raza
a la que pertenecemos todos los habitantes
del mundo, sin excepciones.
Buenos Aires, mayo / junio
2009.
Liliane Cordova Kaczerginski
( Red Judía Antisionista Internacional
– IJAN- París)
Alejandro Ruetter, (Red Judía Antisionsita
Internacional - IJAN)
Ester Stekelberg, (Red Judía Antisionsita
Internacional - IJAN)
Isolda Maur, (Red Judía Antisionsita
Internacional - IJAN)
Alejandro Jusim, (Red Judía Antisionsita
Internacional - IJAN)
Osvaldo Gosman, (Red Judía Antisionsita
Internacional - IJAN)
Juan Ruetter, (Red Judía Antisionsita
Internacional - IJAN)
Hector Grad, (Red Judía Antisionsita
Internacional - IJAN)
Mariana Viturro, (ed Judía Antisionsita
Internacional - IJAN)
Claudia Narocki, ( Red Judía Antisionsita
Internacional - IJAN)
Carlos Abrego (Red Judía Antisionsita
Internacional - IJAN)
David Comedi, (En nuestro nombre, no –Tucumán)
Gustavo Wexler, (En nuestro nombre, no –Tucumán)
Rubén Kotler, (En nuestro nombre,
no –Tucumán)
Rodolfo Yanzón, (Fundación
Liga Argentina por los Derechos Humanos
- FUNLADDHH, Buenos Aires)
Luis Santucho, (Fundación Liga Argentina
por los Derechos Humanos - FUNLADDHH, Buenos
Aires)
Fabio Riú (Fundación Liga
Argentina por los Derechos Humanos - FUNLADDHH,
Buenos Aires)
Raúl Schnabel (Fundación Liga
Argentina por los Derechos Humanos - FUNLADDHH,
Buenos Aires)
Leonel Curutchague (FUNLADDHH)
Tilda Rabi (Federación de Entidades
Argentino Palestinas)
Beatriz Esseddin
Darío Esseddin
Mohamed Esseddin
Amine Awada
Elisa Said
Rafael Araya Masry
Ilde Daloli
Oscar Grimaldi
Miguel Carabajal
Graciela Safuri
Angélica Bucino
Ernesto Rosenberg
Solicitan a quienes acuerden, envíen
sus firmas a:
[email protected]