La
prensa vecinal según
el Instituto para Pensar
Buenos Aires
Ante un acto
donde participaron unas
cuatrocientas personas se
realizó el lanzamiento
formal del Instituto para
Pensar Buenos Aires (IpeBA)
el 16 de diciembre de 2008,
en la Legislatura porteña.
Al mes ya estaban enviado
un comunicado -que publicamos
a continuación- donde
explayan a su entender la
importancia del periodismo
vecinal.
IpeBA.
Prensa Barrial.
Declaración
del INSTITUTO PARA PENSAR
BUENOS AIRES
C.
A. de Buenos Aires, 19 de
enero de 2009.
Sobre
los Periódicos, Radios
y Medios Vecinales de Comunicación.
UNA PRENSA DE TODOS PARA
LA CIUDAD DE TODOS.
Nosotros,
quienes dirigimos el Instituto
para Pensar Buenos Aires
–IpeBA- pensamos,
organizamos y hemos puesto
al servicio comunitario
una institución fundada
en una serie de principios
básicos de acción,
que consideramos insoslayables,
y sobre los cuales vamos
a comenzar a pronunciarnos
para que no quede duda alguna
acerca de nuestra concepción
ideológica y de nuestra
posición frente a
ciertas problemáticas
que padece nuestra Ciudad
y afligen a sus ciudadanos,
residentes y transeúntes.
Por la urgencia y la transcendencia
del tema y por las consecuencias
que cualquier acción
incorrecta pueda ocasionar
sobre ellos en el corto
o mediano plazo, hemos querido
que nuestra primera manifestación
institucional sea una referida
a nuestros Medios Vecinales
de Comunicación.
Y hemos elegido, precisamente,
esta cuestión porque
cuanto entendemos que todas
las organizaciones comunitarias,
todos los dirigentes porteños
y todos los referentes comunitarios
de esta Ciudad tenemos una
deuda de gratitud con sus
Medios Vecinales de Comunicación,
y que a esa deuda, ha llegado
el momento de pagarla.
Quienes concebimos, formamos
y motorizamos el IpeBA tenemos
muy en claro qué
tipo de Prensa queremos,
cuál debe ser su
rol en la Política
y en la vida comunitaria,
cuáles deben ser
las prioridades mediáticas
de la Política y
cuál es la Prensa
que siempre estará
con nosotros, los dirigentes
institucionales de a pie,
los de tracción a
sangre, los que no tenemos
más padrinos que
nuestras propias convicciones,
ni otro benefactor que nuestro
propio esfuerzo y nuestros
propios recursos creativos.
A nosotros no nos cabe duda
de que nuestro primer y
principal esfuerzo como
dirigentes institucionales
porteños no es peregrinar
por las redacciones de los
grandes medios corporativos,
ni puede ser tampoco dedicar
horas y horas a lograr que
una sección de un
diario nacional o una revista
de gran tirada nos publique
una gacetilla de lástima
o de favor.
No nos cabe duda: nuestro
lugar está del lado
y al lado de nuestros periódicos,
radios y Medios Vecinales
de Comunicación.
La Prensa vecinal forma
parte del patrimonio institucional
porteño, y como tal,
debe ser protegida por todos
nosotros, de la misma manera
que debemos proteger el
patrimonio artístico,
el patrimonio arquitectónico
y el patrimonio viviente
de la Ciudad de Buenos Aires.
Nosotros debemos tener una
primera obligación
y una sola preocupación
mediática primaria,
y es la de proveer de material,
sostener, cuidar y preservar
nuestros Medios Vecinales,
esos medios periodísticos
de 1er. Grado que nos acompañan,
nos difunden y nos permiten
crecer a nosotros desde
el mostrador de los comercios
del barrio, desde el boca
a boca de los lectores militantes
y desde la pasión
insobornable de los comunicadores
vocacionales del vecinalismo.
Repetimos: no nos cabe ninguna
duda. Nuestro lugar es la
lado y del lado de ellos.
Porque estamos convencidos
de la necesaria contribución
transformadora de la Prensa
vecinal.
Las campañas políticas
y las campañas de
difusión institucional
serían mucho más
baratas si los dirigentes
políticos e institucionales
optásemos primero
por difundir nuestras ideas,
logros y proyectos en nuestros
Medios de Comunicación
Vecinales, en nuestras radios
y en nuestros periódicos
de la Buenos Aires cotidiana,
de la Buenos Aires real
y concreta, de la Buenos
Aires subcutánea.
Esa Buenos Aires que no
se arregla ni afeita con
asfaltadotas y jardineros,
sino con mensajes urgentes,
directos y puntuales.
Todas las campañas
serán más
baratas y más efectivas,
primero, si pusiésemos
en ellas más mística
y más militancia;
pero además, si contásemos
en ellas con la ayuda y
la colaboración de
los comunicadores y los
formadores de opinión
comunitaria.
¡Cuántos favores
menos debería la
Política a los grandes
multimedios!. ¡Cuánto
miedo menos les tendría
a las cadenas nacionales
e internacionales de noticias!.
Pero sobre todo, ¡cuánta
menos presión debería
soportar!
Cuando
la Política llega
a la gente, está
del lado de la gente y la
gente lo percibe, es la
misma gente la que se pone
del lado de la Política
y de los dirigentes políticos
e institucionales. Cuando
la Política llega
directamente a la gente,
habla el idioma de la misma
gente y demuestra conocer
los problemas de la gente
que dice representar, no
hay cadena nacional ni multimedios
que pueda derribar a un
gobierno o pueda dañar
a una organización
comunitaria.
La Política debe
entender, las instituciones
deben entender y los dirigentes
comunitarios debemos entender
que la mejor difusión,
la más directa, la
más insospechada
y la más duradera,
sigue siendo la que se hace
en los barrios, en el boca
a boca de nuestros clubes,
centros culturales, cafés
y centros de jubilados,
la que hacen los padres
en la puerta de los colegios
de sus hijos cuando comentan
las noticias del barrio
o las repercusiones de todo
lo que impacta en sus vidas
y lugares cotidianos.
Tenemos
que entender, de una vez
por todas, que mucha gente
ya no compra los diarios
tradicionales por su costo.
Pero, sin embargo, esa misma
gente sigue leyendo el periódico
o la revista gratuita de
reparto zonal.
Las
instituciones comunitarias,
los dirigentes barriales
de a pie, todos los que
no cuentan con grandes aparatos
ni grandes presupuestos
para pagar grandes campañas
mediáticas, tienen
que tener en cuenta que
quizás nunca van
a poder aparecer en los
grandes medios nacionales.
Por eso, esas instituciones
y esos dirigentes no tienen
ninguna otra opción
y no tienen que tener ninguna
duda: deben ponerse del
lado y al lado de nuestros
periódicos, radios
y Medios de Comunicación
Vecinal.
De
la otra parte, quienes tienen
el presupuesto para acceder
a los grandes medios nacionales,
tendrían que destinar
parte de su presupuesto
de prensa a los medios vecinales,
no sólo para sostenerlos,
apoyarlos y permitir su
crecimiento, sino además,
como parte de sus campañas
de responsabilidad social
empresaria, ya que los medios
vecinales cumplen con una
necesaria e insustituible
función social, tanto
como cualquier otra organización
o entidad comunitaria.
Buenos
Aires, además de
pacificarse, de resurgir,
de progresar y de alcanzar
el estado de seguridad al
que todos aspiramos, debe
reconstruir su tejido social.
Para
conseguir todos esos objetivos,
pero sobre todo, para lograr
la reconstrucción
del dañado tejido
social porteño, la
contribución de los
Medios Vecinales de Comunicación
es imprescindible.
En
estos momentos, muchos periódicos,
radios y Medios Vecinales
de Comunicación tienen
en serio riesgo su supervivencia,
en virtud de una interpretación
arbitraria y restrictiva
de la Ordenanza 52.360.
Dicha
normativa no fue pensada
para limitar la libertad
de prensa barrial, sino
para todo lo contrario;
es decir, fue elaborada
para garantizar la existencia
y la sobrevida de los medios
más independientes
que todavía subsisten
en nuestra Ciudad de Buenos
Aires y que son un ejemplo
para todos los medios vecinales
de nuestro país.
Es
por eso que no sólo
adherimos a la campaña
de defensa de nuestros medios
barriales, sino que además,
nos sumaremos a todas las
acciones que persigan su
fortalecimiento y protección.
Del mismo modo, organizaremos
todas aquellas actividades
que permitan difundir su
problemática y a
proponer mecanismos institucionales,
legales y normativos que
permitan hacer todavía
más fuertes a nuestros
Medios Vecinales y a proteger
la libertad informativa
de sus propietarios y redactores.
Estos
medios son la expresión
más directa y genuina
de nuestros barrios, son
la voz de nuestros poetas
barriales, de nuestros historiadores,
de nuestro patrimonio viviente.
Estos medios son la difusión
de las pequeñas grandes
cosas que nos pasan todos
los días en Buenos
Aires. Pero sobre todo,
son la garantía de
información en el
estado más puro,
en lenguaje más llano
y sobre todo, sin dobles
ni terceras intenciones.
Nuestro
Instituto estará
siempre al lado y del lado
de nuestros Medios Vecinales
de Comunicación;
de los jueces valientes
que permitan, respecto de
ellos, soluciones legales
justas y de todos los hombres
y mujeres de buena voluntad
que no quieren que su liberad
de expresión sea
pautada de acuerdo con la
contribución publicitaria
de ningún gobierno.
No
nos gusta, nunca nos gustó
y nunca va a gustarnos que
se busque amonestar a los
medios de comunicación
racionando, elastizando
o suspendiendo pagos de
pautas publicitarias o de
propaganda oficial.
Nunca
nos tendrán del lado
de semejante despropósito
institucional.
Y
doblamos la apuesta. Creemos
que tenemos que ir más
allá todavía.
Tenemos que crear un sistema
más integrado de
Medios Vecinales, tenemos
que trabajar más
juntos, los comunicadores
y las instituciones sociales
de la Ciudad de Buenos Aires,
porque nos necesitamos mutuamente
y no podemos ni vamos a
existir realmente los unos
sin los otros.
Tenemos
que trabajar por un Foro
de Medios y tenemos que
trabajar por un sistema
porteño integrado
de noticias. De esta manera,
Medios e instituciones vamos
a ser más fuertes
y vamos a ser más
respetados.
Por
nuestra parte ya estamos
trabajando con algunos medios,
estudiando a fondo la problemática
de la prensa vecinal y sobre
todo, elaborando las acciones
que vamos a encarar desde
nuestro Instituto para contribuir
al fortalecimiento, al prestigio
y a la mancomunidad superadora
entre organizaciones y Medios
Vecinales de Comunicación.
Convocaremos
todos los foros y reuniones
que sean necesarios. Haremos
todas las gestiones que
hagan falta. Propiciaremos
un Foro de Medios para conversar
medidas y soluciones en
las que nosotros, como Instituto,
podamos ayudar a gestionar
o conseguir.
Nuestro
compromiso con nuestros
Medios Vecinales de Comunicación
es absoluta; porque nuestro
compromiso con la libertad
de prensa también
es absoluto.
Cuando
en nuestro Instituto hablamos
de pensar entre todos la
Ciudad de todos, no concebimos
el logro de semejante objetivo
sin la existencia y la colaboración
de nuestros Medios Vecinales
de Comunicación.
Quienes
concebimos, formamos y motorizamos
el IpeBA queremos una Prensa
Vecinal porteña libre,
fuerte e independiente;
porque sólo con ese
tipo de prensa puede quedar
garantizada –de manera
veraz y desinteresada- la
información que necesitamos
difundir a diario los que
pensamos, los que trabajamos,
y los que nos ocupamos y
nos preocupamos para conseguir
entre todos, con todos y
para todos una Buenos Aires
mejor.
Firmado:
Aníbal Gotelli, Presidente
del IpeBA y Consejeras y
Consejeros Integrantes del
Consejo Directivo del IpeBA,
Instituto para Pensar Buenos
Aires.
Nota: Esta Declaración
ha sido publicada en www.pensandobuenosaires.blogspot.com
. Asimismo rogamos ver el
tratamiento del tema Medios
Vecinales en las palabras
del acto de presentación
del IpeBA el 16.12.08 en
www.youtube.com/IpeBAmultimedia.
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Buenos
Aires, 19 de enero de 2009