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Nostalgias de lo vivido
El teatrista Pablo Razuk
ha vuelto a arremeter con otra obra, Memorias
de una pieza. Lo novedoso, en este
caso, estriba en que aquí, además,
debuta como autor. Si tomamos en cuenta
los últimos trabajos de este laburante
del medio teatral vamos a encontrarnos con
una característica que identifica
a sus espectáculos y esto es la temática
en la que orillan todos ellos. A saber,
por ejemplo, en Severino, la otra historia,
el unipersonal donde revistaba como actor
se metía con la figura por antonomasia,
quizás, de la historia del anarquismo
en la Argentina, la de Severino Di Giovanni.
Luego, en Korsakoff, con texto de Patricia
Suárez, que lo tiene como director,
uno de los vectores de este espectáculo
suyo es la memoria. Y ni que decir acerca
de esta nueva producción suya, Memorias...,
donde ya desde el título mismo se
devela la que pareciera ser una suerte de
preocupación para Razuk como lo es
la ejercitación de la memoria.
Aquí partiendo
de la historia misma de este caserón,
construido en 1985, donde se alberga su
teatro, Korinthio, pareciera querer tirarnos,
a través de esta sucesión
de escenas en momentos epocales diversos,
algunas puntas de quienes fuimos como sociedad
en un tiempo lejano y no tanto. Quizás,
como un modo de que a medida que vamos indagando
en el tiempo nos sirva para entender quiénes
fuimos y así tratar de comprender
un poco, al menos, quiénes somos.
Apenas ingresamos
al teatro, vemos esparcidos en distintos
lugares rastros, vestigios simbolizados
en esa serie desordenada de objetos viejos
con los que nos topamos como lo son un antiguo
calefón, un cochecito para bebes
de vieja vieja data, un paraguas destrozado
por el tiempo, entre otros. Así tomando
como disparador la historia de la casa misma,
la que supo albergar desde una familia a
fines del siglo XIX, pasando por un taller
de costuras, prostíbulo y pensión
de inmigrantes antes de ser el teatro que
es, Razuk nos va hilvanando los diversos
padeceres y deseos que tuvieron aquellos
que habitaron este inmueble en el pasado.
Porque las casas hablan. Las paredes dicen.
Sólo hay que saber escuchar.
En cuanto al manejo
que hace del espacio es lo más logrado
de esta puesta en escena; Razuk buen conocedor
de este ámbito supo utilizar muy
bien cada uno de los recovecos del teatro
logrando así una puesta maravillosa;
con escenas muy sugerentes, cargando algunos
momentos de la obra con imágenes
de mucha belleza. Fue muy inteligente, además,
de haber apelado al recurso del fuera de
campo para inmiscuirnos completamente en
la veracidad del relato sobre todo en la
parte donde nos muestra un fin de año
cuando la casa era aún una pensión
de inmigrantes.
En suma, Memorias
de una pieza es un espectáculo que
le recomiendo que lo vea. No lo dude más.
Marcelo Saltal
[email protected]
FICHA
TÉCNICA: |
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FICHA TÉCNICA:
Obra: Memorias de una pieza.
Autor: Pablo Razuk. Elenco: Luis
Gianneo, Deborah Wallace, Hernán
Wallace, Paula Aguiar, Eduardo
Pérez, Gabriela Rodríguez,
Juliana Alasia, Betiana Barberis,
Pablo Latorre, Florencia Rocha,
Julieta Dora, Georgia López
Lo Celso, Fernando Amoroso y Pablo
Razuk. Asistente: Alejandra González.
Iluminación: David Seldes.
Codirección: Romina Lonía.
Dirección gral.: Pablo
Razuk. Sala: Korinthio Teatro
(Junín 380, tel. 4951-3392).
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Revista El Abasto, n°
110, junio, 2009.
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