Los centenarios vagones pasaron de ser el medio de transporte diario en la Línea A a ser un botín disputado por privados, un peso muerto para una parte del Estado que no quiere cuidarlo y un motivo más para la ciudadanía para poner voces de alarma ante la pérdida del patrimonio porteño.

“Como amparista para la preservación de los coches históricos de la línea A,  me he tomado el trabajo de relevar el estado de los mismos, uno a uno en varias oportunidades,  junto a un fotógrafo, un camarógrafo y una escribana, con el fin de documentar el estado de los mismos con el paso del tiempo”, introduce Matías A. Profeta Molinuevo.

“Desde el 11 de enero a la fecha, hemos visto variadas publicaciones online  donde se ofrecían distintas piezas de los coches, como asientos o comando de manejo, algo que desde Subterráneos de Buenos Aires consideraron aislado. Hoy la realidad nos muestra que  faltan decenas de asientos, comandos de manejo, agarraderas y todo lo que pueda servir de souvenir o tener un valor de reventa en el mercado del coleccionismo”, alarma al respecto.

“Por eso seguimos denunciando los robos y en la medida de lo posible a los posibles ladrones, sin olvidarnos que desde la empresa y el gobierno de la Ciudad, lo que se pueda estar haciendo, resulta insuficiente, tanto en lo que respecta a los numerosos robos como a lo referido a la preservación ordenada desde el 15 de Enero próximo pasado por la Jueza Elena Liberatori”, señaló Molinuevo.

“Hoy los coches se están pudriendo a la intemperie, las lonas que supuestamente los protegen, acumulan y filtran agua, rompen los vidrios y transforman los interiores en microclimas subtropicales, donde el calor y la humedad, daña la madera rápidamente”, advirtió, en paralelo a las denuncias de varias ONGs patrimoniales.

“La pérdida de este símbolo único de nuestra ciudad, es cuestión de tiempo o dadas las ineficientes medidas de seguridad  anti incendio, cuestión de segundos”, señaló para concluir: “Cuanto más se sepa esto, más cerca del objetivo de preservación, podemos estar”.

T.L.