"La política prohibicionista fue nefasta"

El juez de la Corte Suprema de Justicia, Raúl Eugenio Zaffaroni, participó de las Jornadas sobre Políticas de Drogas y Cannabis en la Universidad de Quilmes donde dialogó con los medios presentes. Acá la entrevista de
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AGENCIA PACO URONDO: ¿Cuál es la importancia que en este ámbito académico se esté debatiendo sobre política, sobre drogas?

Eugenio Zaffaroni: Creo que los últimos 30 años, la sociedad argentina tuvo una dinámica cultural sumamente intensa. Creo que si comparamos los temas que se debatían, el miedo de hablar que teníamos al salir de la Dictadura, lo que se debate hoy en la Argentina me parece increible. Argentina se ha abierto ampliamente, ha madurado, hoy está en condiciones de debatir los problemas más serios que tiene, las dificultades que tiene. Quizás ustedes no lo vean pero para los que somos más veteranos, estos 30 años han sido de una dinámica extraordinaria. De modo que discutir esto en un ámbito universitario y en este momento en la Argentina, me parece un fruto más de esa dinámica.

APU: ¿Cuáles son los puntos principales en los que se puede avanzar en esta cuestión que siempre ha sido tan tabú?

EZ: Hay un límite que es internacional, nosotros estamos vinculados por tratados de la Convención de Viena, existen ciertas obligaciones que es un debate que tiene que hacerse en el mundo. Después, en el ámbito que nos dejan esas convenciones para resolver nosotros domésticamente nuestros problemas, es cuando podemos discutir esto. Básicamente, respecto del debate general, creo que los tóxicos han traído una serie de problemas, aunque no sé si los problemas son más de los tóxicos que de la prohibición.

En este momento, vemos cuál es el resultado de una política prohibicionista que a lo largo de décadas, sobre todo en las últimas cuatro ó cinco décadas, fue un resultado nefasto, basta hacer un análisis de cadáveres. Basta con ver la situación del pobre México, 40, 50 mil muertos en cuatro años, decapitados, castrados. No sé cuántos años hubiera necesitado en México para tener 40, 50 mil muertos por sobredosis de cocaína. De modo que el problema mundial será ése, está bien que lo discutamos. Pero realmente muy poco es lo que podemos hacer al respecto, no hay espacio legislativo, estamos constreñidos por obligaciones internacionales.

En las cuestiones domésticas sí lo podemos resolver, en el espacio que nos dejan las convenciones tenemos que resolver nuestros problemas. Francamente ahora nos damos cuenta que tenemos un tóxico terrible del cual se habla poco, cómo afecta a adolescentes de sectores carenciados, causa poco escándalo y el estereotipo que transmiten los medios de comunicación no tiene nada que ver con la realidad, es el paco. Es un veneno que produce efiscema, produce muerte, ese es el problema serio que tenemos en cuanto a los efectos nocivos para las personas. En cuanto a efectos criminógenos, este tóxico sigue siendo el autor, el problema que tenemos que afrontar es serio.

APU: El tema del alcohol que está legalizado ¿Qué cuestión hay por detrás de eso? Es decir, lo que está trayendo más problemas en cuanto a la criminología es algo que está aceptado.

EZ: Por supuesto que siempre ha habido cuestiones por detrás. Se prohibió en Estados Unidos, donde siempre empiezan todas estas prohibiciones. Éstas prohibiciones tienen su origen con el afianzamiento de los sectores originarios puritanos frente a los inmigrantes. Es curioso, el primer tóxico que se prohíbe en Estados Unidos es la marihuana y no el opio, obviamente que todo lo derivado de la amapola es mucho más nocivo.

Luego la prohibición alcohólica de los años 20. Eso responde a que el sector puritano tenía que defenderse de la inmigración, tenía que reafirmar su superioridad ante la inmigración católica, luterana, italiana, irlandesa y alemana, para la cual la taberna es una cultura. Para las religiones dominantes en nuestro país la virtud no es la abstinencia, sino la templanza y para ellos es la abstinencia, de ahí el origen de la prohibición alcohólica. Hoy tenemos una situación que es sumamente grave, ellos aprendieron de la prohibición alcohólica una lección, aprendieron que esa prohibición les generó una simbiosis de criminalidad inteligente con criminalidad violenta.

Pero claro, el tóxico se producía en el país, se buscaba el mercado de consumo en el país y se distribuía en el país. Ahora hay una división internacional del trabajo, el tóxico -me refiero a la cocaína-, se produce fuera, la lucha por alcanzar un mercado consumidor se produce fuera, ellos contribuyen a esa lucha vendiendo armas a los narcos mexicanos, esa lucha le produce los muertos a México y lo único que tienen adentro es una red de distribución y además, el monopolio del lavado de dinero de lo que deja la renta de la distribución que es el 60, 70 % y el resto se queda en Estados Unidos, es decir, es una distribución internacional del trabajo donde la mayor parte de la renta queda en Estados Unidos, la menor parte de la renta queda afuera.

APU: Algunos medios suelen hacer uno paralelo entre la situación argentina y la situación mexicana ¿Es posible hacer comparaciones semejantes?

EZ: De momento no, mientras el tóxico sea la cocaína no. Si mañana cambia y el tóxico es sintético no sé, pero hoy no. No por una razón meramente geopolítica, es cierto que puede haber desviaciones, formas de comercio triangular o buscar rutas triangulares, pero es difícil. Estamos lejos del país consumidor, estamos relativamente protegidos por no ser país productor de la materia prima, no podemos tener elaboración porque la materia prima es muy voluminosa para meterla. Sí tenemos que cuidar que no se haga alguna ruta alternativa, pero nada más. Como decía, se lo atribuyen al dictador Porfidio Díaz, pobre México tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos.

AGENCIA PACO URONDO

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