Cuentan los memoriosos que bares y cafés desbordaban alrededor del ex Mercado Proveedor. Se ha escrito hasta el hartazgo, con el afán de reconstruir con la mayor pericia posible las historias de aquellos años.

Aún así, el tiempo hizo lo suyo. El barrio ya no es lo que era, cambió de hábitos y en ello se fue buena parte de su impronta.

De todos modos, los que deambulan la zona en el presente advierten de tanto en tanto, con sorpresa, algún que otro frente tradicional. Ahí regresa la magia porteña.

Es en este sentido, para celebrar el gusto de poder tomarse una café todavía desde esas mismas mesas se agasaja a quienes mantienen viva la tradición.

En un gesto de reconocimiento y apoyo por este largo trecho recorrido, el Presidente de la Junta Comunal 3, Christian Etchezuri, visitó el histórico Bar Roma (esquina de Anchorena y San Luis).

Allí, cual charla de café, entregó un diploma a su dueño, Jesús Llamedo, en reconocimiento a la trayectoria.

“Durante el encuentro visitamos el sótano, donde aún conserva una vieja máquina registradora, las antiguas damajuanas de vino, entre otros objetos época, que marcaron la historia del bar”, repasó Etchezuri.

El bar Roma comenzó a funcionar en 1927 como almacén y bar. Luego, en 1952 se convirtió en lo que hoy es un punto de encuentro emblemático de la Comuna 3.

T.L.