Los familiares de los 52 muertos, identificados con remeras estampadas con los rostros de las víctimas, repartieron carteles con la leyenda "JU5+1CIA para las víctimas de Once", entre quienes se acercaban a acompañar el acto, y prepararon cirios para las familias.

Durante la tarde se realizó una Radio Abierta en la que fueron rotando familiares y amigos.

Paolo Menghini, papá de Lucas, cuyo cuerpo apareció tres días después, dijo a Télam que "son muy pocas las convocatorias que mantienen la misma cantidad de gente apoyando dos años seguidos, hemos trabajado con todo este dolor y con mucha coherencia y respeto".

"Esta plaza está colmada igual que el año pasado y es una ola de amor irrefrenable que impulsa nuestro pedido de justicia", agregó.

Menghini indicó que "el avance de la causa judicial es imparable, el 18 de marzo arranca un juicio oral con 300 testigos y pericias concretísimas para condenar a los responsables".

Silvana, amiga de Federico que falleció en el accidente, contó que "la ausencia se hace durísima, porque a pesar de que pasaron dos años cualquier recuerdo revuelve el dolor".

"Un chico que venía con él no murió, pero resultó muy mal herido en las piernas y tuvo que abandonar el fútbol que era su sueño en la vida", añadió.

Vanesa era hermana de Natalia, que falleció en la tragedia junto a su esposo Matías. Vanesa le contó a Télam que "ellos dos se iban a trabajar cómo todos los días y no volvieron más, todavía nos cuesta aceptar que no van a volver".

"Tenemos la esperanza de que se haga justicia, hay muchas promesas que todavía no se cumplieron y lo que queremos es que los trenes cambien y que se haga justicia", agregó.

Juan Carr, referente de la Red Solidaria, dijo a Télam que "cuando uno viene a estas convocatorias lo primero que le sale es abrazar a toda esta gente, fui conociendo a la mayoría de ellos y creo que estamos ante un grupo de personas que tuvo la capacidad de levantarse democráticamente y levantar su reclamo dentro del ámbito de la ley".

"En medio de una tragedia ellos se unieron y se organizaron, a veces es muy difícil sostener esto en el tiempo, pero acá la mayoría tiene una gran cultura de organización desde sus núcleos familiares, y se apoyan los unos a los otros", señaló.

"Ellos dieron vuelta el dolor y siguen en pie, los admiro y son un ejemplo de cómo sobreponerse a la tragedia construyendo algo para todos", concluyó.

El director de cine Juan José Campanella dijo a Télam que "es una pena que tengamos que hacer actos así para que se vea que somos muchos quienes acompañamos su dolor, esperamos que este dolor se haga visible para todos y especialmente para los funcionarios judiciales".

"Esto no es un acto contra nadie, es un acto por la justicia, obviamente que hay una desconfianza en la justicia, porque sino no se haría este acto. Estaría bueno que el poder judicial que es el que ahora tiene que actuar tiré un bálsamo o un mimo que nos haga creer que algún día el tiro va a salir para el lado de la justicia", agregó.

Luego de los discursos de Carr, Campanella, la madre de Plaza de Mayo Nora Cortiñas y el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, los familiares leyeron un comunicado conjunto.

Los familiares señalaron que "desde hace dos años estamos tratando de aprender algo imposible: convivir con esta tristeza. No podemos, ni podremos vivir con ella".

"Aprendimos a cuidarnos de quienes han tratado y tratan de lastimarnos y de ensuciar la memoria de nuestros muertos. Son los que se embanderan en un partidismo que pierde el sentido cuando es puesto delante del dolor ajeno. Son los que no entienden que este no es un acto ni contra el gobierno ni contra nadie", señalaron.

En ese sentido afirmaron que "este es un acto organizado por familias como la de todos, para gritar su verdad, para exigir justicia y para intentar que nadie vuelva a atravesar lo mismo que nosotros".

"La tragedia del 22 de febrero nos obligó a elegir entre varios caminos. Pudimos haber elegido el de generar lástima, el de no luchar y quedarnos sólo mostrando el dolor. No lo hicimos", subrayaron.

"Seguimos manteniendo vivos a cada uno de los 52 en nosotros y en el pedido de todos los que nos acompañan. Vivos en nuestro reclamo, vivos en esta lucha desigual pero digna, vivos, al fin y al cabo, en cada uno de quienes creen que un país sano y justo es aquel en el que quienes causan muertes terminan presos y quienes luchamos por la vida estamos juntos, aún con el corazón destrozado pero con la voluntad, la confianza y la fuerza intactas", concluyeron.

A las 8.32, hora del accidente, los familiares hicieron sonar una sirena en el andén 2 de la estación de Once, dónde la formación del tren de la línea Sarmiento impactó contra la valla de contención y causó la muerte de 52 personas y más de 800 heridos.

Luego, cientos de personas participaron de la misa que se realizó en la Catedral porteña con motivo de conmemorarse dos años de la tragedia, dónde 52 velas recordaban a las víctimas.

Télam