Según lo relevado por varios medios, el miércoles pasado hubo una conferencia en el teatro de Bulogne Sur Mer al 500 para explicar los planes de la remodelación: se construirá un estacionamiento en el subsuelo donde hay dos salas y camarines para venderlo y liquidar una deuda de dos millones de pesos. 

“De no haber hecho un viraje, hubiéramos presentado la quiebra”, señaló Marcelo Horestein, uno de los oradores, secretario de la Federación de Entidades Culturales Judías de la Argentina (ICUF), según Página 12, que cubrió la declaración.

Aún así, hay temor por lo que ocurra con la sala 1, la cual es giratoria, una pieza patrimonial importante para la ciudad ya que sólo hay tres, junto a las del Cervantes y el San Martín. Artistas hicieron saber su desconfianza ya que una vez iniciadas las obras los daños pueden ser irreparables.

Es más, en lo que refiere a cambios hay una ley de la Legislatura que dispuso al IFT como de interés cultural en 2012. Fue iniciativa de Susana Rinaldi, quien explicó lo que implica tal distinción: “El espacio tiene protección de parte de la Ciudad en relación con el inmueble. O sea, tendrían que haber consultado. No lo han hecho porque para ellos no debe tener ningún significado. Esto puede derivar en un juicio”.

La legisladora dijo que se presentó una iniciativa para que el Ministerio de Cultura informe sobre la situación del IFT, si recibió los subsidios y de qué manera fueron empleados, a la vez sumó: “Esta es una entrega del teatro. Nos están mintiendo. Sería más noble que nos dijeran directamente qué han hecho para nosotros juzgarlo”. 

Por este motivo, es que artistas y vecinos, denominados Movimiento en defensa del Teatro IFT, se dirigirán a la Legislatura en busca de más información al respecto, aparte de ratificar su postura de defensa a la sala histórica del Abasto. 

T.L.