Contra el cierre de la sala Alberdi

Ayer hubo una reunión entre estudiantes y autoridades porteñas en el Conservatorio Superior de Música, Sarmiento 3401. Denuncian la privatización del espacio cultural ubicado en el Teatro San Martín.
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Mientas varios representantes mantenían un encuentro con Marcelo Birman, director General de Enseñanza Artística y director de la sala ubicada en el sexto piso del Teatro San Martín, en la esquina de Sarmiento y Gallo varios estudiantes reclamaban con bombos y pancartas. “Macri no prohíbas la cultura”, rezaba una de ellas.

Hablamos con Ramiro, presente en el reclamo y estudiante, quien detalló la situación de este espacio cultural porteño: “Desde 2006 se iniciaron los trámites de desalojo porque luego de Cromañon las medidas de seguridad cambiaron, pero no se acondicionó el lugar".

"Con nuestra lucha queremos evitar que allí se monte un edificio privado, tal como pretende el gobierno de la ciudad en su plan de vaciar la cultura y dejarnos sin la posibilidad de acceder a estudios y espectáculos culturales para toda la comunidad”, denunció.

En este sentido, relata un comunicado que en 2009 asumió Birman la dirección de la sala y su primera medida fue disolver la Cooperativa que financiaba los sueldos de los docentes, pasando éstos a depender del gobierno de la ciudad por contratos anuales. Los talleres que eran a la gorra fueron arancelados y trasladados a otras dependencias. Tal es así que a principio de año la sala fue cerrada. Sin embargo, varios estudiantes mantienen guardias en reclamo de su reapertura y correcta restauración.

El lunes 4 de abril recibieron la orden de desalojo dictada por la fiscalía contravencional del gobierno de la ciudad. Allí se los acusa de “usurpación del espacio con violencia, amenazas, engaños, abusos de confianza o clandestinidad”. Lo cual fue refutado por los alumnos ya que el espacio “está abierto al público”. Por otra parte hacen público que "fueron agredidos en reiteradas oportunidades por matones mandados por las autoridades”.

En cuanto al gobierno porteño, cuenta con un fallo de 2007 que lo obliga a “repara en el plazo de 30 días las anomalías detectadas, debiendo durante ese lapso trasladar el desarrollo de las actividades de la Sala Alberdi a otro espacio físico adecuado…”.

Ramiro se preguntó ante este medio: “¿Dónde está ese espacio para que podamos estudiar en condiciones dignas?”: “En estos ocho meses de resistencia impulsamos el desarrollo original de la sala con actividades a la gorra pero queremos una solución”.

“No queremos que la Sala Alberdi pase a ser otro espectáculo privado impulsado por el actual gobierno de la ciudad”, concluyen los alumnos. 

J.M.C.

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