La Casona ahora es cooperativa de trabajo en lo formal, puesto que siempre pusieron el pecho a la hora de llenar de vida, color y entusiasmo cada recoveco en Humahuaca y Bustamante. Su matrícula es la número 50820, como para quien quiera jugarle a la quiniela.

“Somos un colectivo que elije relaciones laborales entre pares, construidas desde la solidaridad, el compromiso y el afecto. Somos una cooperativa de trabajo antes y después de que el INAES nos entregue la matrícula”, contaron.

“Nos preguntamos cada día ¿qué es el trabajo? y hasta encontrar la respuesta auto-gestionamos recursos propios y compartidos con otras experiencias de economía social, casas comunitarias o colectivos amigos”, compartieron desde redes sociales. 
 

“Decidimos no entregar nuestra energía vital a ningún patrón, a ninguna empresa. Decidimos ser dueños de nuestro esfuerzo, de nuestro tiempo, tener objetivos y estrategias propias”, definieron como filosofía de este proyecto.

“Decidimos abrir la casa al Abasto, no pagar por seguridad y preguntar el nombre de quien no conocemos”, sumaron.  

“Decidimos hacer pizzas caseras, vender cerveza artesanal, reírnos mientras trabajamos, escuchar cada noche tangos de Gardel, marcar las mesas con juguetes y cortar la calle para jugar y bailar”, cerraron. Así ha sido en todos estos años, así seguirá siendo de ahora en más.