Los podridos: en el baldío de los misterios

En el teatro Fandango de Caballito se exhibe la obra de Florencia Cagliero. La historia de una familia que se debate en dejar su tierra natal ante el avance urbanístico es el disparador para contar el lado oscuro de la condición humana.
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Esta es una historia sobre mundos que eclosionan: lo que fue alguna vez, lo que es hoy, lo que puede ser mañana. Una familia pueblerina en el centro de la narración: Jaime vive con sus hijos en una casa rota donde había un laboratorio de la potabilizadora de agua que cerró hace mucho. Los rodea el olor a podrido, pero sobre todo el recuerdo: el de años felices, el de la madre y esposa fallecida, enterrada bajo suelo tóxico. Las ruinas materiales son metáfora del derrumbe emocional que apremia a los personajes.

La amenaza de ruptura llega con la presencia de Nicolás Bermúdez, hijo heredero de la planta potabilizadora, con la necesidad de desalojarlos y una oferta esperanzadora a cambio. Su traje reluciente, su llegada triunfal en auto último modelo contrasta con las tristes pilchas y retazos del entorno. 

“Hay inmensidad de campo, un arroyo podrido, ruinas, residuos tóxicos. Hay sobre todo miseria. ¿Quién puede soñar allí? ¿Qué rayo de luz puede iluminarlos?”, dispara la sinopsis de la obra. Y el texto, y la narrativa, y los deseos contrapuestos de cada personaje abren el juego durante toda la obra.

En este sentido, la autora dota a cada creación de una personalidad única, tangible, precisa y profunda. Los hace interactuar y en ese movimiento uno se acerca a entender el por qué de sus acciones, miedos y silencios. Cada uno tiene motivos para ser como es: Alegría es soñadora y estar lejos de la tierra podrida, Jaime sufre el presente y daría todo por mantener vigente el ayer, Nicolás quiere ser el dador de futuro en el pueblo, los deseos de Hilario no llegan más allá de la falda de Alegría, Brigitte pide que el qué dirán pueblerino no la haga sufrir tanto.

La puesta final va de la risa cómplice hasta el clímax de momentos tensos y decisivos. Cada integrante del elenco pone su cuota para darle cuerpo a estos espíritus atrapantes.

La idea de un supuesto progreso a través del desalojo del territorio es una idea potente y profunda, que late en el aire durante toda la obra. Cada personaje da su punto de vista sobre este conflicto, enriqueciendo la narrativa.

El final tiene todo lo que tiene que tener un buen final: es inesperado y aún así consecuente con el drama. Los podridos es una narrativa intensa que Cagliero y equipo llevan a escena con potencia, calidad y disfrute.

Ficha técnica:

Actores: Delfina Robles (Brigitte), Florencia Mattioli (Alegría), Guillermo Osuna (Jaime), Ranaldo (Hilario), Juan Karlic (Nicolás Bermúdez)

Diseño de Escenografía: Florencia Cagliero, Facundo Jones

Diseño de Luces: Florencia Cagliero y Maria Laura Dorna

Diseño de Vestuario: Florencia Cagliero

Dibujo y Diseño Gráfico: Leilina

Fotografía: Roberto Espada

Cámara y Video: Roberto Espada

Producción Ejecutiva: Florencia Cagliero, Cecilia Vago

Prensa: Correydile

Asistente de Dirección: Cecilia Vago

Dramaturgia: Florencia Cagliero

Dirección: Florencia Cagliero

Duración del espectáculo: 50 minutos

Fan Page: https://www.facebook.com/lospodridosobra?fref=ts

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