La casa de Bernarda Alba por Ar/TV Trans
En el Hotel Bauen (Callao 360) los viernes 6,13 y 20 de este mes se presentará la obra de García Lorca interpretada por integrantes de la primera cooperativa de teatro trans de la región.
Abasto, Almagro, Boedo, San Cristóbal, Balvanera
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Las escaleras del Mercado de Abasto y las redes sociales tienen una relación intensa: desde los ya antiguos tiempos de Floggers y demás “tribus urbanas” de la década pasada hasta el presente, donde decenas de coleccionistas se reúnen una vez por semana para comprar y vender figuras de acción al mejor precio.
La dinámica de por sí es pintoresca. Por caso, este viernes a media tarde miembros de la "Feria Ciruja", grupo en Facebook con casi cuatro mil adherentes, se juntaron en las escaleras de la calle Ancohrena, que dan al Pasaje Gardel.
La fecha, en este caso, fue especial: ayer, jueves 7 de enero, se evocó el Día del Coleccionista. El mejor homenaje que encontraron los miembros de la Feria fue hacer lo que más disfrutan: engrosar sus colecciones.
Con un aire a mercado de pulgas y feria efímera de variedades, algunos integrantes ondeaban carteles con su nombre de usuario o User. Algunos lo llevaban en la mano, otros apelaron a la practicidad y se lo pegaban en el pecho, mientras repetían su apodo en voz alta y arengaban con sus bolsos para encontrar a sus respectivos compradores. Durante un rato fueron la gran atracción de taxistas y automovilistas que surcaban con lentitud sobre Anchorena, por no mencionar a los ya clásicos turistas, compradores del shopping y vecinos de Abasto.
Mientras ondea un cartel hecho en cartulina y pintado con fibra negra, uno de los participantes de la Feria explica la modalidad de contacto que culmina en esta escalera del Mercado: “El acuerdo inicia en Facebook: uno sube la foto de un producto y en los comentarios te hacen ofertas. Luego se concreta la compra o intercambio acá”. “Es que así conseguís figuras a un precio por debajo de lo que piden las comiquerías o páginas de compraventa; para los que coleccionamos es una gran ayuda para dar con modelos difíciles, discontinuados”, agrega al explicar el gran número de seguidores en redes sociales, replicado en la concurrencia de este viernes por la tarde.
Si uno se detiene a ver con detenimiento, asoman los tesoros que convocan a los adherentes de la Feria Ciruja, el variopinto de esta propuesta: una persona con un caballito de “Mi pequeño Pony” sin cabeza, pero de tamaño familiar; un joven pelilargo inspeccionando con ánimo quirúrgico un Godzilla sin brazos; una chica otaku con un diorama gigante (son como escenarios decorados para montar muñecos, ejemplo un ring para poner figuras de boxeadores); combos de muñecos rescatados del polvo acumulado de la década del noventa; y muchos otros más.
Este rito, cuentan sus hacedores, se repite una vez a la semana en las escalinatas del Abasto. Además, una vez al mes se reúnen cerca de Parque Centenario en un galpón espacioso para dar lugar a más integrantes.
Para quienes viven en la zona, ver a los jóvenes en pleno intercambio de figuras de acción es una forma de mechar con los, ya antiguos, encuentros de Floggers (usuarios de la recientemente desaparecida red Fotolog). En la década pasada se reunían los fines de semana sobre la escalinata que da a la calle Agüero. La dinámica digital se aplicaba en la vida real: los usuarios famosos —Cumbio fue su máximo exponente— charlaban con sus fans, se compartían novedades y en el aire había un aire de desfile de modas y pintas raras enorme. Con el tiempo se le habían sumado amantes del hip hop y hasta skaters a la fauna de aquel cruce.
El tiempo barrió con parte de este paisaje. Ver a los coleccionistas es, a los ojos vecinales, recuperar un poco ese espíritu de encuentro que late entre las vastas escalinatas del Mercado de Abasto.