El 17 de enero la Ciudad intimó a los comerciantes de Sarmiento y Pueyrredón a vaciar los negocios en un plazo de ocho días, ya que se vencía la concesión iniciada en la gestión del ex intendente Carlos Grosso, hace ya 20 años.

Así fue como hoy, desde las ocho y cuarto de la mañana, se hicieron presentes funcionarios porteños en representación de las carteas de Educación, Desarrollo Económico y Justicia para liberar los negocios que aún continuaban en actividad.

En los últimos días varios locales, de los 17 que hay sobre ambas calles, cerraron por cuenta propia ante el anuncio oficial. Los que quedaban, cerca de cinco, fueron intervenidos por representantes del Gobierno.

Escoltados por patrulleros de la Policía Metropolitana, se cargó la mercadería de estos comercios en un camión oficial. Se desmontó incluso la infraestructura de los locales. Tal fue el caso de la peluquería de la calle Sarmiento, donde se llevaron las lavadoras.  

Mientras se realizaba esta tarea, los comerciantes mostraron su enfado y angustia. “Nosotros presentamos recursos de amparo pero el juez no resolvió el tema; no estamos en contra de que esto se haga escuela, pero una vez que se permitió esta situación durante veinte años, pedimos que se respeten los plazos legales y no nos dejen así en la calle”, reclamó una trabajadora.

En representación de la cartera educativa quien habló ante los medios fue el jefe de gabinete del Ministerio, Daniel Fernández. Descartó una “intervención” gubernamental: “La Ciudad no tiene nada que ver, concesiona el lugar a un tercero y éste a partir de ahí otorga contratos a particulares; no somos un actor  en esta disputa”.

Por el contrario, los comerciantes que estaban al momento del desalojo cargaron contra la administración de la Ciudad. “Parece que al Gobierno no le interesa que la gente se queda sin trabajo, no nos dan ninguna compensación por ser comerciantes”, sostuvo Vilma Palomino, quien trabaja en la peluquería de la calle Sarmiento y contrata a doce empleadas.

“Nos dijeron que teníamos tiempo hasta 2013, los que nos alquilaron nos mostraron documentos donde figuraba que la habilitación vencía recién en dos años. Con el grupo que nos alquiló los locales nos comunicamos por última vez hace veinte días, cuando pagamos el alquiler”, añadió.

Según nos dijeron los comerciantes, los alquileres oscilaban entre 5 mil y 5 pesos por mes. En este sentido, los trabajadores afirmaron que la firma que les alquila los comercios no se hizo presente ni se comunicó con ellos durante el desalojo.

Desde el Gobierno, Fernández se refirió al futuro de estos 900 metros cuadrados que después de esta mañana quedaron vacíos: “Se hará un jardín de infantes para niños de 45 días de edad a cinco años, el 2012 esperamos agregar 170 vacantes para los vecinos de la zona; estamos en 60 días llamado a licitación”.

Este conflicto surgió en la gestión del intendente Carlos Grosso, en la década del 90, el entonces Concejo Deliberante porteño aprobó un acuerdo firmado por la Municipalidad de la Ciudad para la construcción de 17 locales comerciales en la planta baja de la Escuela 16 del Distrito Escolar 2°.

Con la retirada de los negocios en esta escuela del barrio, los vecinos recuperan un espacio para sus hijos y la comunidad de Balvanera. Si todo sigue su rumbo, quedará atrás el legado menemista que tantas quejas despertó en la zona.

J.M.C.