La semana terminó con mucho rock y barrio en el Emergente. Cerca de las 22 subió al escenario O'Rondemán del Abasto. Este grupo, tal como reza una de sus canciones, se formó en las mesas del bar El Amanecer, en Humahuaca y Agüero.

Si esta revista tiene el objetivo de acercar a los vecinos las historias de este barrio, O'Rondemán está en la misma senda, y encima lo hace con música incluida. Es así que varios de sus temas están dedicados a personajes pintorescos. Sea un mecánico, un limpiavidrios o un casanova, el espíritu de trovadores del viejo Abasto está vivo en casa una de sus melodías.

Hugo, el cantante, al que algunos espectadores apodaron “luquita” por ser también pelado, agradeció a los organizadores y elogió que allí se difundan grupos musicales. En un momento, invitó al guitarrista Bernardo Hoffman, “uno de los integrantes de la primera hora” para hacer varias canciones. 

O'Rondemán del Abasto tocó más de una hora. Entre valses, candombes y cumbias hizo vibrar a un bar lleno que aplaudió y festejó los pasajes picaros de las letras de estos músicos barriales.

Tras una despedida a puro ritmo, llegó el turno de la segunda banda de la noche. Hoffman y Hernán “Cabra” de Vega dijeron presente en el escenario del Emergente Bar. Luego de mucho tiempo, Che Chino volvió a tocar.

Este es el proyecto tanguero del cantante de Las Manos de Filippi, que comenzó a sonar en 2001. Esta dupla entona hace casi diez años poesía callejera, con personajes típicos del tango en pleno siglo 21; un dos por cuatro que todo el público presente elogió.

El cierre de oro para este encuentro de artistas en pleno Abasto fue el Cabra junto al Grupo Emergencia. Más tarde llegaría el clásico de los viernes en Gallo 333: Zumo de Limão, con la presentación del poeta Juan Xiet y varios músicos invitados.

J.M.C.