“El 18 de julio se cumplen 22 años de uno de los peores atentados que sufrió nuestro país. Vamos a poner en valor la zona para que haya una unidad en este corredor y así generar un espacio para la memoria”, expresó Eduardo Macchiavelli, ministro de Ambiente y Espacio Público según una gacetilla. Ahí mismo cuentan que la propuesta tiene como objetivo mejorar el entorno próximo a la AMIA, teniendo en cuenta la importancia que representa especialmente para la comunidad judía y para la sociedad argentina en general.

Cuentan que en primer lugar, se buscará unificar la estética de las cuatro cuadras que van desde Corrientes hasta Córdoba, en ambos sentidos, con nuevas baldosas en color negro y bordes en blanco. Se optó por el color negro en referencia al luto social a raíz el atentado del 18 de julio de 1994.

También proyectan mejoras en la iluminación: con placas de tecnología LED con el nombre y fecha de nacimiento de cada una de las 85 víctimas fatales en la base de cada árbol.

Comentan a su vez que los árboles que se plantarán en la zona se denominan Ligustro Disciplinado. Son aptos porque sus raíces no romperán las veredas y además fue la especie la que se había plantado originalmente en memoria de las víctimas. Por último, se crearán rampas nuevas en las esquinas para facilitar el acceso de las personas con movilidad reducida.

U.K.

Foto: GCBA