Luego de varios hechos donde las protagonistas fueron jóvenes que evitaron ser secuestradas en la vía pública, llegó el momento de reclamar más seguridad y repudiar el accionar de la policía, a la que acusaron de ser “cómplice”.

La situación se agrava con el reconocimiento de las mismas denuncias. En los últimos meses hubo cuatro casos similares en la zona. Sin embargo, en la seccional sólo se registró uno, el cual carece aún de responsables.

Organizaron el escrache la Secretaría de la Mujer de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA), el Centro de Estudiantes de Psicología (CEP) y los Estudiantes del IUNA. El punto de encuentro fue en el cruce de Sánchez de Loria y la avenida Rivadavia. Luego, las columnas de estudiantes y organizaciones sociales se trasladaron hasta Urquiza 544, donde funciona la dependencia policial.

Por otra parte también se denunciaron amenazas. "La estudiante María Fernanda Gallo, cursante del 4° año de la Facultad de Psicología de la UBA, recibió llamadas intimidatorias en su casa en la provincia de Buenos Aires, mientras se encontraba en la sede de Hipólito Yrigoyen realizando las denuncias por intento de secuestro contra otras estudiantes" informó el presidente de la FUBA, Alejandro Lipcovich en un comunicado. Los mismos llamados se repitieron minutos antes de comenzar la movilización.

"Estamos muy preocupados por el nivel de impunidad con el cual se manejan en la zona. Esto se está tornando sumamente grave, ya que para llamar a María Fernanda a la casa, muy lejos del lugar de la denuncia, significa que la han seguido”, añadió.

“Hacemos responsables al jefe de gobierno Mauricio Macri y a la Ministra de Seguridad Nilda Garré por la integridad física de nuestra compañera y de todos los estudiantes que están movilizados denunciando. Como ocurre en la zona de Liniers, cuando los vecinos y estudiantes comienzan a denunciar, las bandas amparadas por la propia policía comienzan a amedrentar para que se abandonen las denuncias", expresó Lipcovich.

Además, estuvieron presentes agrupaciones políticas y vecinales. Fueron parte del escrache el Partido Obrero, el Partido Comunista Revolucionario, el PTS, Proyecto Sur y Libres del Sur junto a Balvanera al Sudoeste (BALSUD).

Una consecuencia inesperada de la movilización, impulsada por los estudiantes, además de instalar el tema en la agenda pública, fue que la segunda del Ministerio de Seguridad Nacional, Graciela Camaño, se hizo presente en la comisaría.

Según se pudo saber luego, quedó, de parte de la funcionaria, el compromiso de estudiar el protocolo de intervención para actuar sobre los prostíbulos que funcionan en la zona.

En este sentido, desde las comisarías argumentan que luego de realizar investigaciones sobre el paradero de dichos prostíbulos, son los fiscales de instrucción quines desestiman lo actuado por la policía.

Sin embargo, estos argumentos no contentaron a las organizaciones sociales y políticas. Esta misma explicación fue dada al grupo de estudiantes que se reunieron con referentes de la comisaría.

Una vez finalizado el encuentro, megáfono en mano, varios estudiantes informaron a los manifestantes sobre el resultado del encuentro. “Se pasaron la pelota”, expresó una universitaria con indignación y escepticismo.

Además, volvieron a responsabilizar a la policía de la situación que se vive en Balvanera. En especial la periferia de la plaza y los alrededores de las universidades, sitios donde actúan los secuestradores, según quedó expuesto con los casos denunciados.

Sin embargo, destacaron el poder de convocatoria y aseguraron que las manifestaciones seguirán en tanto no haya una repuesta correcta.

El encuentro culminó con una suelta de volantes que ofrecen servicios sexuales. “No están perdidas/son desaparecidas para ser prostituidas”, coreaban los presentes mientras se retiraban por Urquiza camino a Rivadavia.

Anunciaron que se hará una asamblea estudiantil en la faculta de Psicología el lunes 6 de abril para analizar la situación luego de este escrache y ver los pasos a seguir para denunciar la desprotección que se vive en la zona y golpea tanto estudiantes como a vecinos.

J.M.C.