Ahora los Puntos Verdes también reciben aceite usado de cocina para reciclar

El beneficio es doble: evitar que con su desecho se contaminen los cursos de agua y reciclarlo para generar biodisel de segunda generación.
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El aceite usado de cocina va a parar muy frecuentemente a la pileta de la cocina o al inodoro. De cualquiera de las dos formas, termina en los cursos de agua con un alto impacto ambiental negativo: un litro de aceite puede contaminar mil litros de agua, cantidad suficiente para cubrir el consumo básico de una persona durante un año y medio.

 

Para revertir esta situación, desde este fin de semana 30 Puntos Verdes de la Ciudad recibirán el aceite usado de cocina de los vecinos para reciclarlo y convertirlo en biodiesel de segunda generación (2G), un combustible que además produce menos emisiones de gases de efecto invernadero que los provenientes de fósiles.

 

La campaña tiene además un fin social, porque todo el aceite de cocina usado que se recolecte quedará a disposición de la Asociación de Lucha contra la Parálisis Infantil (ALPI), entidad que se dedica a la rehabilitación de personas con discapacidades neuromotoras. ALPI transportará el insumo hasta las plantas operadores para su posterior transformación en biocombustible.

 

 

Cómo llevarlo: Debe estar frío; envasado en botellas de plástico limpias y secas; con la tapa bien ajustada; se recibirán hasta 1,5 litros por persona por día; debe ser aceite proveniente del consumo de los hogares: no se aceptará aquel que provenga de empresas o restaurantes.

 

Los vecinos pueden llevar su botella de aceite usado a los 30 Puntos Verdes habilitados para la recolección. Quienes lo hagan este sábado 18 y el domingo 19, entre las 15 y las 19, recibirán a cambio una planta nativa y una bolsita con compost proveniente del Parque Tres de Febrero.

 

Entre las plantas nativas que se van a entregar se encuentra la salvia morada, el cedrón del monte, la sangre de toro, el guaco y el sen de campo.

 

Estas plantas cumplen un rol importante en la biodiversidad urbana ya que purifican el aire, absorben el exceso de agua luego de las tormentas y reducen el efecto isla de calor provocado por el cemento de la Ciudad, entre otros.

 

Fuente: CABA

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