Las radios están viviendo uno de sus peores momentos. No por sus profesionales sino por sus dueños. Cualquier turro con dinero se compra una radio y luego se dedica a destruirla, por ejemplo, América.

Radio Del Plata está siendo sostenida pura y exclusivamente por sus trabajadores. Parece que sus dueños: Ferreyra, Acosta, Bellocopit y Tinelli están convencidos de que la gente de radio vive del éter… Un año y nueves meses cobrando en cuotas, sin obra social, a veces entre la mugre, esperando que se cansen y se vayan… se llama vaciamiento.

Cada vez que una radio se calla, ustedes lectores se van quedando más solos, más indefensos y con más derechos vulnerados. Porque la CN les otorga a los ciudadanos explícitamente el derecho a la información veraz, y no es justamente esto lo que brinda, la supuestamente más escuchada.

Ténganlo en cuenta también a la hora de votar.

Viviana Campos