Esta tarde en la Asociación Gallega AVP (Moreno y Loria) la Dirección General de Antropología Urbana del Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte de la Ciudad de Buenos Aires presentó el anteproyecto de la Manzana 66, una futura plaza ubicada entre las avenidas Belgrano y Jujuy y las calles Catamarca y Moreno creada por la ley de doble lectura 5.800, basada en un proyecto hecho por  vecinos. Contará con 10.271 m2 de espacio verde y público con árboles, mobiliario y vegetación autóctona. También tendrá una escuela inicial para niños de 3 a 5 años de 1.141 m2, la cual generará 300 nuevas vacantes para Balvanera. Las primeras obras, demoler muros perimetrales y acondicionar el terreno donde hoy funciona un complejo de canchas de fútbol, empezarían en noviembre.

Estuvieron hoy presentes Álvaro García Resta, subsecretario de Proyectos del Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte; Javier Irigaray, director general en Dirección General de Antropología Urbana de esta cartera; Carlos Breyaui, presidente de la Junta Comunal 3 (Balvanera y San Cristóbal); y los comuneros Verónica Bruk, Lucas Nuñez (ECO), Nicolás Mansilla Asen (PRO).

El primero en tomar la palabra fue Breyaui, quien destacó: “La Manzana 66 fue un sueño de la mayoría de los presentes. Cuando me comentaron de este proyecto y del Parque de la Estación tratamos de apoyar desde la Junta y acompañar en la Legislatura porteña. En el Ministerio dieron respuesta inmediata”.

García Resta se dirigió a los vecinos, muchos de los cuales el 11 de febrero participaron de la reunión de co-diseño de la Manzana: “Creamos Antropología Urbana porque los proyectos necesitan de condición base la voluntad de los vecinos. No se trata de que nosotros adivinemos lo que ustedes quieren. Lo importante de la lista (hecha por los vecinos en febrero sobre qué elementos querían que tenga la plaza) es que fue atendida y nosotros estamos conformes con el proyecto y el resultado”.

Irigaray destacó los “consensos” generados en la reunión de co-diseño. También dio cuenta de pormenores del anteproyecto: Hoy hay 46 árboles, habrá 67. El jardín tendrá 1.200 metros construibles: 600 metros cuadrados de planta baja y otros 600 en un primer piso; habrá 12 salas para 25 chicos en cada una, lo que genera un total de 300 nuevas vacantes. Se pidió al Ministerio de Educación porteño que haga un diagnóstico sobre la falta de vacantes en la zona y desde la cartera que dirige Soledad Acuña recomendaron sumar vacantes para niños de entre 3 y 5 años. “Resolvemos varios problemas en un solo proyecto: dar acceso a la educación, generar una manzana pública y tener espacio verde”, expuso García Resta.  

Además se comentó que en el borde de la manzana se van a poner dos o tres filas de árboles que dan sombra para hacer actividades (como caminata). Va a haber una terminal de Eco Bici en Catamarca y Belgrano; una Estación Saludable en Moreno y Catamarca y una Estación Verde al lado; una posta aeróbica sobre Jujuy y Moreno; una bicicleta fija para cargar el celular en Belgrano y Catamarca; una mesa de ping pong de cemento en Moreno y Catamarca; el jardín escolar estará sobre Catamarca y Moreno; habrá un circuito atlético que dará la vuelta a toda la manzana; sobre las avenidas habrá tres filas de árboles para que en el centro de la manzana no se sienta el ruido del tránsito. Las paradas de colectivo van a tener el mismo mobiliario público que hay sobre la calle Bartolomé Mitre, frente a Plaza Miserere.

Dijo que el diseño de los caminos internos los hará Pablo Siquier, un artista plástico del barrio de reconocimiento internacional. “Lo importante es que el diseño también se disfrute desde lo alto (terrazas y balcones linderos). Lo convocamos para que el espacio verde tenga un valor agregado. Se sumó entusiasmado para trabajar en pos del  barrio”, dijo Irigaray.  Los caminos sirven también para que en el centro de la plaza no se juegue al fútbol. Ahí los vecinos pidieron más sombra, en especial para el verano.

A raíz de las preguntas de los vecinos se informó que en principio no se van a poner rejas perimetrales. Se van a poner cinco cámaras de vigilancia a cargo del Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad. Los funcionarios confían en que si los vecinos se apropian del lugar, no habrá vandalismo. De todos modos, habrá rejas si el Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño y la Comuna 3 lo piden. Tampoco se proyecta la instalación de baños públicos.

Se espera que haya flora autóctona y que se genere una biodiversidad propia en el perímetro verde. Esperan que haya varias especies de mariposas, por ejemplo. Los funcionarios quieren poner carteles alusivos para los vecinos y estudiantes.

Varios de los vecinos presentes, además de destacar el consenso y el diálogo con los funcionarios del área, pidieron que este mismo proceso se pueda implementar en las tierras donde se quiere construir un shopping en Caballito (al lado del estadio del Club Ferrocarril Oeste, los vecinos hicieron un proyecto de parque con mobiliario comunitario) y en el Playón ferroviario de Colegiales (se aprobó la primera lectura de una ley para construir torres en el 35% del terreno y hacer un espacio público en el 65% restante, pero los vecinos quieren un parque 100% verde y público).

J.C.