Demoliendo Buenos Aires

Tirarán abajo lo que queda en pie del edificio céntrico porque presenta peligro inminente de derrumbe. El gobierno porteño no se hizo cargo y dijo que los controles estaban bien hechos. La obra fue denunciada en varias oportunidade
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Desde el atardecer del viernes, en la ciudad no se habla de otra cosa que el derrumbe de varios pisos en un edificio de Bartolomé Mitre al 1200. A raíz de la denuncia de un vecino al 103 se advirtió a las autoridades de que el inmueble tambaleaba. Acto seguido, se evacuó el edificio.

Luego, el segundo cuerpo, que daba al centro de la cuadra, cedió. Pudo haber sido una tragedia.

Durante el fin de semana, algunos funcionarios de gobierno salieron a hablar y dar su versión de los hechos. En este sentido, el jefe de gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, anunció que "aún se desconocen las causas del siniestro". Eso sí, de confirmarse que la caída obedece a las pésimas condiciones en que se realizaron las obras lindantes, los constructores serán responsables "de las pérdidas materiales de las familias afectadas".

La obra tenía una denuncia con fecha del 5 de agosto en el Sistema Único de Atención Ciudadana (SUACI) por ruidos molestos y temblores en casas vecinas producto de la excavación que se realizaba. Ante el pedido de algunos vecinos, la Dirección de Fiscalización y control de obras (DGFYCO) inspeccionó el lugar el 26 de septiembre a las 10 de la mañana y determinó que poseía todos los planos registrados de estructura, submuración y excavación, según releva Ciudad1.

En este sentido, también fue la UOCRA la encargada de advertir acerca de los procedimientos de esta obra. Fue el  el 11 y el 19 de agosto portal Seccional Capital de la UOCRA y el Área de Prevención de Riesgos Laborales del gremio antela Dirección General de Protección del Trabajo porteña, tal como da cuenta Infobae.

El jefe de Gabinete dijo el sábado que "a partir de mañana (domingo) a las seis se va a demoler la parte que queda en pie del edificio". Sin embargo, sus afirmaciones no se cumplieron ya que el domingo al mediodía todavía se estaba por realizar la demolición, con las grúas en preparación.

En este marco, los vecinos denunciaron ante las cámaras de televisión que desde el gobierno porteño ni siquiera se garantizó la disposición de baños químicos y que en muchos paradores no los quisieron recibir. La solución para muchos fue dormir en casas de familiares y amigos.

En tanto, desde el sábado a la noche en las redes sociales y en los foros periodísticos se denunciaba la desaparición de un hombre de Isidro Madueña, de74 años y con problemas de audición. El subsecretario de Emergencias porteño, Néstor Nicolás, admitió a La Nación que existía "la posibilidad" de que estuviera bajo los escombros. 

"Mi papá no aparece y van a demoler el edificio", denunció Mariano Madueña, quien también acudió a la policía para reportar la desaparición.

"Aunque todavía no se dijo cuál fue la causa del derrumbe, un funcionario porteño dijo que el arquitecto a cargo de la obra en construcción admitió, durante un contacto telefónico, que en las excavaciones habían “pelado los cimientos” del edificio que se derrumbó", enuncia Página 12.

"El arquitecto anoche se comunicó con nosotros diciendo que se encontró como con una burbuja en el suelo. Cuando va a excavar la segunda parte, se hunde el terreno, pelan los cimientos del edificio de al lado", sostuvo Javier Ibáñez, titular de la Agencia Gubernamental de Control (AGC) a TN el día sábado. 

"Tiene que haber una investigación técnica y un peritaje para determinar si realmente eso existió o se trató de una negligencia".
El funcionario dijo que "esta obra recién empezaba, con lo cual no fue sometida a muchas inspecciones porque comenzó hace semanas la excavación", agregó.

De cualquier forma aclaró que "por las denuncias que tuvimos hicimos tres inspecciones". "El excavamiento tenía cuatro etapas: las tres primeras etapas fueron acorde con lo que el responsable de obra había planificado y había firmado en los planos".

“El arquitecto nunca se hizo presente en la obra, a pesar de los numerosos llamados que le realizamos. Afortunadamente el Gobierno de la Ciudad cuenta con la Guardia de Auxilio, que actuó de manera profesional evacuando a la totalidad de las personas de los edificios linderos”, añadió el funcionario.

Según informaron varios vecinos, se realizaron sendas denuncias penales a la empresa constructora y al gobierno de la ciudad. Mónica Nizzardo, una de las más de 220 damnificados por el hecho, se presentó ayer en la Comisaría 3ª, a instancias de su abogado Mariano Bergés.

Además, acusó por estrago doloso al responsable de la construcción lindera, el arquitecto Ezequiel Mariano Rivarola, y a los funcionarios del gobierno porteño que debieron fiscalizar las tareas. “Es un hecho gravísimo que por un azar o cuestión del destino, no fue más grave”, sintetizó Bergés, una ex juez penal, en diálogo con el diario Tiempo Argentino, nota publicada el domingo.

Tal como ocurrió en el derrumbe del gimnasio de Villa Urquiza, en Beara y en tantos otro derrumbes de los que han sido víctimas tanto obreros de la construcción como vecinos al perder sus viviendas, la respuesta es automática por parte del gobierno de la ciudad: las verificaciones estaban bien.

¿Cómo pueden estar bien con estos resultados? En nuestra edición gráfica de octubre, reproducíamos una carta del titular de la Proto Comuna de Caballito. Decía que era un contrasentido que siendo un ingeniero siendo jefe de gobierno, haya tantos derrumbes.

Mientras la lógica de la construcción desmedida esté por encima del bienestar de los vecinos prime se seguirá repitiendo esta película: arquitectos y funcionarios deslindando responsabilidades mientras vecinos sufren la dramática situación de haber perdido su hogar.

T.L.

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