Al conmemorarse el día de la lucha contra el HIV, a las 17 habrá una actividad en Plaza de Mayo donde varios activistas usarán remeras con leyendas del tipo: "Tengo Sida" y "Soy HIV positivo". “La idea será tener pancartas de abrazos gratis y de besos gratis”, añaden sus organizadores desde la red social Facebook, donde invitan a participar de la iniciativa.  “También estaremos compartiendo mates”, suman para hacer de esta fecha una reivindicación del encuentro y el compartir con el otro.

“Queremos ver qué pasa con el prejuicio de la gente, siendo que los mates, besos y abrazos no contagian y que la mayoría de los que porten las remeras son negativos”, reflexionan los organizadores, pertenecientes a la productora y al arte-zine Waska.

En tanto, haciendo un poco de memoria, vale recordar que se conmemoró esta fecha por primera vez en 1988, en la cumbre mundial de Ministerios de Salud. Siguiendo la retrospectiva, el primer caso de Sida se diagnosticó el 1 de diciembre de 1981.

“Alrededor de 130 mil personas viven con VIH en la Argentina, pero la mitad no lo sabe, y el 30 por ciento de los varones llega tarde al diagnóstico”, advirtió Carlos Falistocco, director nacional de Sida y Enfermedades de Trasmisión Sexual del Ministerio de Salud de la Nación varias décadas después de aquel primer diagnóstico.

En declaraciones al matutino Página 12, el funcionario añadió: “la Argentina está en una situación privilegiada gracias a la respuesta que el VIH/sida recibió, tanto desde la sociedad civil como del Estado, a través de distintos gobiernos. La Ley Nacional de Sida se aprobó tempranamente, en 1990, en el marco de una movilización social importante: el Estado, las obras sociales y prepagas están obligados a cubrir diagnóstico y tratamiento; aun en la crisis de 2001, el Programa de Sida se estableció como prioritario. Y gran parte del trabajo en derechos humanos en relación con la salud tuvo su punto de partida en el área del VIH/sida”.

Más allá de este marco ofrecido por la autoridad consultada, lo que se propone la actividad de esta tarde es que los ciudadanos, vecinos y transeúntes se acerquen y, a través de algo tan cotidiano como tomar mates o darse abrazos, se reflexione acerca de las barreras, alimentadas por prejuicios, que a menudo se tienden con respecto a estos temas.

“¿Tenés prejuicios?”, averígualo esta tarde y, de paso, tomá unos mates con gente que es igual a vos, aunque los prejuicios a veces nos digan lo contrario.

T.L.