Roca
n´ roll
En el marco
del festival Aires Buenos
Aires, el sábado
se vivió una tarde
a puro rock en el estadio
Parque Roca. Cuentos
Borgeanos, el Cuarteto
de Nos y Cielo
Razzo hicieron
vibrar y saltar a miles
de personas.
Cuando
pasaban algunos minutos
de las cinco, todo estaba
dado para que comenzara
el show. La gente, resguardada
del sol en las sombras que
daban las escaleras de acceso
a los palcos, de a poco
se acomodó frente
a un imponente escenario,
el cual poseía dos
pantallas gigantes a los
costados. El estadio dónde
hacía un tiempo se
jugó la copa Davis,
ahora estaba poblado por
un enérgico público
que, sin importar el calor,
disfrutó de estas
bandas.
Quién
abrió la tarde fue
Cuentos Borgeanos,
liderado por Abril Sosa
en voz, Agustín Rocino
en bajo, Diego López
en guitarra y Lucas Hernández
en batería. El grupo
posee un rock refinado,
con momentos pop, que además
tiene una fuerte apuesta
por lo lírico. De
primer momento, puede resultar
complejo plasmar este estilo
en un show en vivo, dónde
hay que desbordar de emoción,
y –lo más importante-
transmitírsela al
público. En esta
presentación, se
vio eso, cómo generaron
un clima ideal. Por otra
parte, Sosa dejó
plasmado su gran carisma.
En uno de los últimos
temas, bajó del escenario
y comenzó a dar vueltas
por el estadio, paseó
entre a la gente, fue hasta
debajo de los palcos, donde
estaban algunos escuchando
el recital desde lejos;
“hace calor, ¿no?”,
bromeó. Luego, varios
admiradores se le acercaron
para cantar y saltar. Una
vez de vuelta en el escenario,
la acción continuó
desde arriba. La presentación
de Cuentos Borgeanos tuvo
una combinación justa
de fuerza y energía.
Juntas, dieron como resultado
un show impresionante, que
dejó los ánimos
bien arriba, para recibir
a los uruguayos del Cuarteto
de Nos. Al abrir
con tres temas de su disco
Raro, Rover (guitarra y
voz), Riki (guitarra y voz),
Santi (bajo y voz) y Alvin
(bateria) cosecharon sus
primeros pogos en el estadio
Parque Roca. A lo largo
de su presentación
se pudo ver una puesta en
escena muy concreta. Al
mismo tiempo, a esta altura
los palcos estaban bastante
poblados y el campo estaba
casi completo. En las pantallas
se podían ver videos
y animaciones relacionadas
con cada tema, un detalle
más que sumó
a los uruguayos. Como reconocimiento,
entre tema y tema, la gente
hacía cantitos como
“cuarteto/cuarteto…”,
la cara de agradecimiento
y sorpresa de los cuatro
lo decía todo. En
cuanto a ellos, la banda
hizo un repaso por temas
de su disco El cuarteto
de Nos, de dónde
salen algunas de sus canciones
más conocidas, como
Al cielo no, hay que comer
y sólo un rumor,
entre otras. Ahondaron en
viejos éxitos y tuvieron
una buena respuesta. El
cierre fue con el tema Invierno
del 92, ahí la gente
soltó los últimos
pogos y estribillos que
tenía en el bolsillo
para despedir a la banda
de rock más importante
de Uruguay.
Luego
de unos minutos para probar
los equipos de sonido -a
eso de las siete y media-,
Cielo Razzo se
plantó en el medio
del escenario. Las expectativas
eran grandes ya que ésta
era la banda con la que
se promocionó la
fecha. Javi (bateria), Cristian
(bajo), Nano (guitarras),
pájaro (guitarras)
y Pablo (voz y armónica)
supieron estar en la cresta
de la ola. Con un comienzo
armonioso se dieron a cocer
al público. Tema
tras tema, la temperatura
fue en aumento, luego -con
ésta en su punto
máximo- aparecieron
los trapos y los papelitos.
La presencia de Pablo y
la llegada al público
de Nano crearon una atención
especial, las miradas estaban
sobres ellos; entre cantitos
y pogo. “Gracias por
poner el oído a los
que no nos conocían
y a los de siempre, mil
gracias”, con esta
frase, Pablo expresó
el sentimiento de la banda
y se despidió de
un estadio repleto de caras
de satisfacción.
La salida
del público no tuvo
inconvenientes y se produjo
con tranquilidad. En la
puerta se podía ver
a agentes de la policía,
una camioneta de control
de tránsito. Vale
destacar la presencia de
una gran cantidad de encargados
de “prevención”,
en los alrededores y dentro
del lugar, además
de enfermeros a un costado
del escenario y una ambulancia
frente al estadio. Una fiesta
así, llevada a cabo
con todos los recaudos,
se disfruta mejor.
J.M.C.
Buenos
Aires, 26 de enero de 2009