Abasto
Bronx: ¿un estigma
que perdura?
Sin pretender levantar noticias
policiales presentamos acá
una agresión sufrida
por una chica en nuestro
barrio. La intención
no es fomentar el miedo,
sino pensar en como, entre
todos, podemos reaccionar
para impedir este tipo de
hechos nefastos.
En
primera instancia nos enteramos
por una chica habitué
de diferentes espacios culturales
del Abasto, Gabriela, que
una amiga de ella, Mariela,
fue brutalmente agredida
el sábado primero
de noviembre de noche (o
mejor expresado, el domingo
de madrugada) en nuestro
vecindario, concretamente
en Sánchez de Bustamante,
entre Guardia Vieja y Lavalle.
Cabe
la aclaración que
esta nota no pretende alarmar
a nadie, ni provocar aún
más pánico
por la inseguridad reinante,
pero sí que tengamos
en cuenta este tipo de acciones
para que podamos cuidarnos
más. Vale rescatar
que el accionar de vecinos
y de un taxista terminaron
por salvar a la chica porque,
ante sus gritos los malhechores
salieron corriendo.
Pero
dejemos que su amiga relate
lo sucedido: “El sábado
[primero de noviembre] mi
amiga fue a una fiesta y
salió de madrugada,
a las 4.30 am. Ella tiene
la costumbre de volverse
caminando siempre, aunque
sea tarde y quede lejos
el lugar donde está
de su casa. […] Caminó
por Sánchez de Bustamante
en dirección hacia
Córdoba; y pasando
Guardia Vieja la atacó
un hombre, que ni vió
de donde salió, la
arrinconó en la entrada
de un edificio y le entró
a dar patadas en la cabeza.
Había también
otro pibe que hacía
de campana. Lo peor de todo
esto es que el hombre no
le robó directamente,
el tipo sabía perfectamente
donde pegarle para dejarla
atontada y probablemente
para desmayarla. El tipo
no emitió ni un sonido
en todo el tiempo que le
pegó patadas, que
fue mucho. El objetivo era
claramente otro y llevado
a cabo con mucha precisión,
como quien lo hace con frecuencia.
[…] Vale aclarar que
en ningún momento
mi amiga pudo verle la cara
ni, como ya dije, escucharle
la voz.
”Por
suerte, mi amiga se dio
cuenta desde el primer momento
que lo único que
podía salvarla era
pedir auxilio […]
cuanto más gritaba
auxilio, más le pegaban.
Pero eso fue lo que la salvó.
Salió una persona
de una de las casas de esa
cuadra y los tipos se fueron
corriendo. A ella la llevaron
en ambulancia y afortunadamente
los golpes que le dieron
fueron superficiales (aunque
ella sigue un poco aturdida
por los golpes en la cabeza).
”Mi
amiga fue muy lúcida
y valiente, no agachó
la cabeza ni se dejó
dominar por los golpes,
sino que aún en circunstancias
tan adversas pudo posicionarse
y luchar por su vida y/o
su libertad”.
Durante
varios días estuvimos
analizando cómo subir
esta “noticia”.
Creo que más allá
del tenor policial se avala
por la presión vecinal.
Mariela tuvo el coraje de
presentar el hecho la semana
pasada en la Casona de Humahuaca
donde confirmó la
historia narrada por su
amiga. Desde ahí
se ha informado a las instituciones
de RIOBA y a otros vecinos.
Personalmente
fui a L´Amour Hotel,
de S. de Bustamante al 700
porque tienen una cámara
filmadora que apunta hacia
el zaguán de edificio
donde la atacaron, que podría
haber registrado el hecho.
Lamentablemente no tienen
la grabación. Hablé
con varios vecinos de la
cuadra, de los cuales algunos
no estaban al tanto de nada,
mientras que otros pudieron
confirmar lo que nos contó
Mariela. Un taxista paró.
También salieron
algunos vecinos, otros se
asomaron por la ventana.
Alguno gritó a los
malhechores “tírense
al suelo o disparo”.
Eso hizo que huyan: el accionar,
de la sociedad.
Insisto,
este no es un medio que
pretenda hacer notas o crónicas
policiales. Simplemente
tenemos la intención
de alertarnos y reflejar
cuestiones que tal vez no
salgan en los medios masivos
pero que, desgraciadamente,
suceden en el Abasto.
R.S.
Buenos
Aires, 18 de noviembre de
2008
Comunicado vecinal
LA
“SEGURIDAD”
DE NUESTRO BARRIO TAMBIÉN
DEPENDE DE NOSOTROS
•
Evitá ponerte en
riesgo y evitáselo
a las personas que te rodean.
Es mejor estar acompañado
y acompañar.
• Si ves o escuchas
a alguien que necesita ayuda,
hacé algo: por más
pequeña que sea tu
acción, puede ser
útil y detener la
violencia.
• Si todos participamos,
quien se vuelve más
vulnerable es el que ejerce
violencia.
• Los hechos de violencia
son muy frecuentes y se
resuelven con el involucramiento
de todos.
¿Quién va
a llegar más rápido?
¿El policía
o tu vecino?