Guerra sucia
La guerra por los contratos de la basura
ha llegado a inundar la ciudad de residuos
sin recolectar. Hoy, con la lluvia la cosa
podría haber llegado a mayores.
Mientras,
por un lado el Ministerio de Ambiente y
Espacio Público del gobierno porteño
informó a La Nación que el
sindicato de camioneros que nuclea al personal
de las empresas de higiene urbana “resolvió
no recoger los residuos en la Capital Federal”,
en Críticadigital y Clarín
sostienen que les informaron que los trabajadores
declararon que harían el “trabajo
a reglamento”, en otras palabras recolectan
caminando, a paso normal, en lugar de hacerlo
corriendo. Como fuere, la ciudad esta mañana
se vio inundada de basura mientras la lluvia
caía.
Según Crítica
el secretario general de Camioneros, Pablo
Moyano, justificó la medida y explicó
que se inscribe en el marco del plan de
lucha iniciado la semana anterior en la
provincia de Buenos Aires y extendido a
la Capital Federal. Crítica
y Clarín reproducen un “diálogo
con la agencia oficial Télam”,
donde el gremialista habría explicado
que los trabajadores reclaman “el
cumplimiento de los acuerdos salariales,
que se terminen las prórrogas a las
empresas prestatarias y que se llame a licitación
para contar con plazos definidos en la prestación
del servicio que permitan efectivizar los
trabajadores contratados y terminar con
la situación de precariedad en que
revisten actualmente”.
Desde el gobierno
porteño, el ministro de Espacio
Público, Juan Pablo Piccardo,
expresó que la ciudad “no tiene
dinero para pagar más” por
ese servicio. Lo que sucede, según
informan fuentes oficiales, es que los contratos
por la recolección de basura en la
ciudad están vencidos desde febrero
de este año y en pocos días
termina el plazo de la prórroga aplicada,
por lo que el gobierno porteño pretende
negociar con las empresas de servicios y
el sindicato un nuevo convenio a largo plazo.
Entretanto el tema
de la recolección de resididos incluye
a los recuperadores urbanos (cartoneros
legalizados por esta gestión de gobierno)
que se encargarían de los residuos
secos, mientras las empresas de recolección
recogerán los residuos húmedos
que serán colocados en contenedores,
que se siguen colocando por la ciudad.
Mientras tanto nuestra
ciudad se inunda en basura, con el consecuente
riesgo de que se tapen sumideros y por ende
se inunde de agua turbia.
U.K.
Buenos Aires,
7 de septiembre de 2009