El
Conicet confirmó
que el glisofato es muy
tóxico
Una investigación
del Conicet corroboró
que el glifosato es muy
tóxico y provoca
efectos devastadores en
embriones. El estudio, realizado
con dosis hasta 1500 veces
inferiores a las usadas,
comprobó trastornos
intestinales y cardíacos,
malformaciones y alteraciones
neuronales. Los investigadores
piden limitar su uso.
Hoy
nos enteramos por Télam
–y la nota de tapa
de Página/12-
que una investigación
del Laboratorio
de Embriología Molecular
del Conicet-UBA,
perteneciente a la Facultad
de Medicina, acaba
de confirmar que el glifosato
–más conocido
por su marca comercial Roundup
de Monsanto- químico
altamente utilizado en la
industria sojera, es muy
tóxico y provoca
efectos devastadores en
embriones.
Para nosotros, así
como otras fuentes críticas
la noticia no es novedad.
Comunidades indígenas,
ecologistas y movimientos
campesinos denuncian ésto
desde hace una década
y hay investigaciones que
lo demuestran. Para los
medios masivos “es
la primera vez que una investigación
científica de laboratorio”
corrobora semejante atrocidad.
Más cuando las avionetas
fumigadoras ni se toman
el trabajo de esquivar poblados.
¡Y cuando hay niños
que con banderas señalan
los lugares a fumigar! Así
hoy el velo se vuelve a
correr, esta vez masivamente,
deschavando la verdadera
cara asesina del monocultivo
transgénico de soja.
El
estudio fue realizado con
dosis hasta 1500 veces inferiores
a las utilizadas en las
fumigaciones sojeras. Sin
embargo, se pudo comprobar
trastornos intestinales
y cardíacos, malformaciones
y alteraciones neuronales.
“Concentraciones
ínfimas de glifosato,
respecto de las usadas en
agricultura, son capaces
de producir efectos negativos
en la morfología
del embrión, sugiriendo
la posibilidad de que se
estén interfiriendo
mecanismos normales del
desarrollo embrionario”,
subraya el trabajo, que
también hace hincapié
en la urgente necesidad
de limitar el uso del agrotóxico
e investigar sus consecuencias
en el largo plazo.
R.S.
Buenos
Aires, 13 de abril del 2009