¿Derecho
a una vivienda digna?
El gobierno porteño
pretende, mediante la Justicia,
detener las obras en altura
en la Villa 31, del barrio
porteño de Retiro,
y que la Policía
controle el ingreso de los
materiales de construcción.
El ministro Aníbal
Fernández sostiene
que esa no es la función
de la Policía. Los
vecinos de la villa en estado
de alerta y movilización.
El
gobierno porteño
pretende, mediante la Justicia,
detener las obras en altura
en la Villa 31 y la jueza
Cecilia de Negre
ordenó que la Policía
controle el ingreso de los
materiales de construcción.
El jefe de gobierno porteño,
Mauricio Macri dijo esta
mañana que “ahora
nos falta que el ministro
Aníbal Fernández
cumpla la orden de la jueza”.
El ministro sostiene
que “no es función
de las fuerzas de seguridad”
realizar esa tarea y que
“la policía
y la prefectura tienen otras
funciones” y además
calificó a Macri
de “enorme vago e
inculto”.
Fernández
salió al cruce del
planteo de Macri y señaló
que el mandatario porteño
no sabe que “una jueza
no puede ordenar nada a
un ministro”, al tiempo
que detalló cuál
es la función de
la Policía, la Prefectura
y la Gendarmería:
“díganme a
quien tengo que custodiar
y lo custodio. Si hay que
custodiar a los inspectores
se hará, pero la
Policía Federal no
tiene, ni sabe, sobre materiales
de construcción”.
Por su parte Macri dice
que “es la primera
vez que el gobierno entra
a la Villa para resolver
el problema de hacinamiento”,
y pretende “detener
la construcción en
la Villa 31, resolver los
riesgos de las construcciones
indebidas, y realizar las
obras de infraestructura,
especialmente de agua”.
Por
su lado los vecinos de la
Villa 31 se manifestaron
hoy “totalmente”
en contra de esa iniciativa.
Además explicaron
que en la villa tienen albañiles,
maestros mayores de obra
y cuentan con apoyo de arquitectos
de Arquitectura de la UBA
y de DDHH. Y los vecinos
comentan que de ahí
sale la mano de obra que,
por ejemplo, está
haciendo los edificios en
Puerto Madero. Aseguran
que las viviendas son seguras,
pero que si algo fuese inseguro
aceptan la ayuda
del estado, no la restricción.
En todo caso la intervención
del Instituto de la Vivienda
de la Ciudad (IVC) que esta
gestión borró.
Pero se oponen a
todo tipo de desalojos y
de controles como si fuesen
criminales.
El
descontento fue tan grande
que los vecinos amenazaron
con “cortar la ciudad”
en alusión a una
posible toma de la Terminal
de Retiro. Un funcionario
del gobierno porteño
salió a calmar, no
harían nada sin el
consentimiento de los vecinos.
Claro, nada más que
cortarle la entrada de materiales…
U.K.
Buenos
Aires, 19 de enero de 2009