Acabar con los motochorros
Vinculada a las reformas al Código
de Convivencia el macrismo presentó
un proyecto de ley que controla con lupa
a los que conducen motos. A continuación
el planteo del gobierno y la contestación
de un sindicado de motoqueros.
En una nota del portal
porteño cuentan que el jefe de Gobierno
porteño, Mauricio Macri, “anunció
que se enviará a la Legislatura un
proyecto de ley que prohibirá el
acceso de motociclistas con acompañante
a la zona del microcentro en la franja horaria
en que se desarrolla la actividad bancaria
y financiera, con el fin de prevenir los
delitos cometidos por los llamados ´motochorros´”.
El proyecto prevé
además que los acompañantes
de los motociclistas viajen con un chaleco
identificatorio en el que figure
la patente de la unidad.
El jefe de gobierno destacó
la importancia de que esta norma sea debatida
“lo antes posible porque este tipo
de medidas, al igual que las reformas
al Código de Convivencia que
hemos propuesto recientemente, apuntan a
atender la demanda número uno de
los vecinos, que es mejorar el nivel de
seguridad”.
La propuesta incluye incluir
modificaciones “en la señalización
de las esquinas con semáforos a fin
de obligar a las motociclistas a colocarse
delante de las hileras de tránsito
y evitar que queden detenidos detrás
de los automovilistas”.
A su vez, se les exigiría
-si se aprueba esta ley- a los motociclistas
que en las estaciones de servicio, antes
de cargar combustible, presenten
la documentación de la unidad.
El Sindicato
Independiente de Mensajeros y Cadetes (SIMeCa)
contesta con un comunicado
de prensa donde se preguntan si
no hay riesgo de quedar pegados a un delito
cometido con una moto robada a ellos. Consideran
estas medidas "autoritarias,
irracionales y discriminatorias".
Según ellos "la presunción
de inocencia no corre para los mensajeros
y deliverys en moto, en todo momento tenemos
que demostrar que no somos delincuentes".
A su vez aclaran que trabajando
con motos en la ciudad hay unas 20 mil personas,
de las cuales "el trabajo en negro,
sin cobertura social y con jornadas que
superan las 8 hs. diarias es la norma corriente,
que aún conociendo esta situación
el Gobierno de la Ciudad siguen sin regular
nuestra actividad y sin controlar a nuestros
empleadores".
Por último exponen
que en la ciudad de Buenos Aires "mueren
por día más mensajeros trabajando
a causa de las precarias condiciones de
trabajo que ciudadanos víctimas de
la ´delincuencia´".
U.K.
Buenos Aires, 21 de abril
de 2010