Prostitución y después
Luego de haber denunciado a sus
superiores de la Policía Federal
de la División de Trata de Personas,
Nancy Miño Velázquez continúa
refugiada en la cooperativa de trabajo textil
La Alameda. “Se van a suceder muchos
más casos en que la gente denuncie
esta explotación”, confió
su presidente, Gustavo Vera.
La situación se
hizo pública a través del
matutino Página/12. Miño
Velázquez trabajó para la
división de Trata de la Policía
Federal con el objeto de investigar las
redes de prostitución de la ciudad.
Sin embargo, tomó
la decisión de denunciar a sus superiores
por recibir coimas para “proteger
a proxenetas”, según su testimonio.
Además, aseguró que su jefe
estaba implicado en el intento de “plantar”
dos menores en un prostíbulo antes
de efectuar un procedimiento.
“Me mandaron a hacer
inteligencia interna y externa en privados,
cabarets o boliches, pero yo tenía
que pasarle toda la información sobre
los lugares donde había menores,
en forma personal. Algunos los tengo detallados
porque siguen existiendo”, detalló
en uno de los pasajes de su denuncia.
Luego de haberse presentado
ante el juez Ariel Lijo, Velázquez
fue amenazada. “Decile a la paraguaya
que se deje de joder con la Federal”,
fue el mensaje anónimo que se escuchó
en el teléfono de La Alameda, donde
se resguarda la mujer policía.
Al día de hoy,
dos gendarmes la custodian dentro de la
casa de Mataderos, ubicada en Directorio
y Lacarra. El clima, a pesar de la gravedad
de este hecho, es distendido. Hay expectativas
de que esta causa no quede silenciada por
el miedo.
El presidente de la cooperativa
de trabajo, Gustavo Vera, detallaba: “No
es la primera vez que desde la fuerzas de
seguridad se quiebran y denuncian las irregularidades.
Van a crecer en el futuro la cantidad de
gente que se anime. Ella está protegida
porque está con nosotros”.
J.M.C.
Buenos Aires, 28 de mayo
2010.