De cómo aman los
payasos
Ningún espectador
a la vista para dar la función final,
un circo que aguarda explotar en esplendor.
Ésta es la entrada a la obra Desilusiones
de putas y payasos.
Una música circense
deambula por el escenario. Es entonces que
vemos a Sheila (Gabriela Bevacqua) detenerse
con su equipaje frente a las puertas del
circo. Una inscripción anuncia lo
inevitable: Última Función.
De repente la magia atraviesa
los muros para deleitar a la joven en su
regreso y a toda la audiencia. Los acróbatas
más pintorescos, en una suerte de
musical circense, llenan el teatro de una
atmósfera alegre y eléctrica.
Más de veinte artistas inundan el
espacio de habilidad y sorpresa. Un dato
saliente es que parte de la escena transcurre
entre los pasillos y el público.
Cada coreografía (en total 15 a cargo
del talentoso Nacho Medina) lleva consigo
las más cuidadas melodías
que van desde el jazz moderno hasta varios
ritmos tangueros. Los acordes bailan al
compás de lo vivido sobre las tablas.
Tras el fulgor, los espectadores
ven la realidad: un circo que necesita espectadores
para realizar su presentación final.
Este drama despierta roces dentro del elenco.
En este marco Sheila vuelve, tras una larga
ausencia. Esta noche volverá a brillar
en la compañía, como antaño.
La trastienda llega a
su fin con la llegada de Tanya (Lorena García
Pacheco), una dama de halo misterioso. Ésta
exige al cuerpo circense su mejor número.
Mejor dicho, sobre el Director (Pedro Muñoz)
pesa el desafío. “Sí
no te gusta, me voy con vos… Sí
te gusta esta vez te quedás conmigo”,
es la contestación de este extraño
presentador. De este modo sabremos qué
relación los unió y por qué
es tan especial su visita. Además
quedará expuesto el triángulo
amoroso que se completa con Sheila.
Con el reto aceptado, el cuerpo
de artistas ofrece una función peculiar:
Greta, Sheila y Mayra (las trapecistas que,
como no les alcanza el dinero que ganan
en el circo, de noche son prostitutas –
la última travesti) deben exponer
un espectáculo sin precedentes. Las
miserias y los más fervientes deseos
son el condimento de una presentación
que no será olvidada jamás
por única espectadora. Cabe destacar
la actuación y el monólogo
de Leandro Gazzia en la piel de Mayra.
Desilusiones de putas
y payasos nos invita a soñar con
pasiones más allá del tiempo
y la imaginación. Uno cree haber
entrado a ver una función de teatro,
pero aguardan muchas más emociones
en las tablas del Cubo: Un musical, perfomances
circenses y, sobre todo, una gran historia
que culminará de la manera menos
esperada.
Tanya sólo tiene
que dar su aplauso para que el circo termine
su función ¿Por qué
se resiste? ¿Cuál es el secreto
de esta última presentación?
Estos interrogantes se develarán
en la más tierna melodía,
en la más espectacular despedida
para un circo y sus desilusiones.
J.M.C.
FICHA TÉCNICA: Desilusiones
de putas y payasos, teatro
El Cubo, Zelaya 3053. Martes 21.30. Elenco:
Gabriela Bevacqua – Sheila; Lorena
García Pacheco – Tanya; Leandro
Gazzia – Mayra; Luciana Labunia –
Greta; Pedro Muñoz – Presentador;
Miriam Fontes – Fedra; Agustín
Perez Costa – Payaso Inmoral; Leandro
Silva – Hipólito. Artistas
de Circo: Gabriel Bezus Espinosa, Luciano
Cejas, Florencia Daneu, Federico Fontán,
Natalia Isaia, Micaela Martineza, Victoria
Pinus, Aldana Queirolo, Florencia Repetto,
Marcelo Salcedo, Gloria Villavicencio. Entrenamiento
Acrobático: Gabriel Bezus Espinosa,
Luciano Cejas, Agustín Pérez
Costa. Asistente de grabación y producción
musical: Anita Frattin. Asistente de dirección
musical: Nano Levy Bass, Manuela Aguirre.
Asistente de Coreografía: Agustin
Perez Costa. Asistente de Dirección:
Nahuel Saa. Producción Ejecutiva:
Matías Taverna, Nahuel Saa. Diseño
de Vestuario: Gabriela Bevacqua. Fotografía:
Hernan Paulos. Música original, Dirección
Musical y Vocal: Nacho Medina. Libro, letras,
Coreografía y Dirección General:
Nicolás Pérez Costa.
Buenos Aires, 3 de marzo
de 2010