Día Nacional del
Tango
Mañana Carlos Gardel cumpliría
120 y Julio de Caro 111 años. Ambos
nacieron el 11 de diciembre coincidencia
que utilizó Ben Molar cuando propuso
instaurar este día como Día
Nacional del Tango.
Ben Molar nos contó
que luchó durante once años
para conseguir la ordenanza que declara
el 11 de diciembre como el día del
tango. “Perseguí a todos los
secretarios de cultura sin parar noche y
día. Perseguir quiere decir no dejarlos
tranquilos, demostrándole que en
todas partes del mundo hay un amor, un apasionamiento
por nuestro tango ¿por qué
nosotros no podemos tener un día
del tango?”
Y me contó cómo
y porqué el Día del Tango.
“Estaba parado una noche en 1965 en
la esquina del tango, la esquina del tango
es la que mis amigos Francisco Pacránico
y Celedonio Flores hicieron que se llamara
Corrientes y Esmeralda. Estaba esperando
un medio de locomoción que me llevara
a la casa de Julio Decaro que vivía
en Callao y Guido para festejar el cumpleaños
de él. Y ahí me surgió
la idea: curioso, pensé, hoy nació
Julio Decaro y también aunque diez
años antes Carlos Gardel. Y son dos
de las grandes vertientes del tango: la
voz y la música. Los dos más
importantes del tango. Dos creadores.”
“Entonces empecé
a perseguir a los secretarios de cultura.
En ese entonces existía la Municipalidad
y había un secretario de cultura
allí y otro en el Ministerio de Cultura.
Los perseguía y perseguía
y me trataban con mucho afecto, me decían
“quedate tranquilo lo vamos a hacer”.
Y no lo hacían y no salía.
Y yo seguí insistiendo en no darle
estado público. Porque yo decía
“si a mí se me ocurrió
esta idea tenemos que tenerla reservada
porque en ninguna parte del mundo se hace
el día del Paso Doble, el día
del Vals, el día del Foxtrot, el
día de la Casoreta Napolitana...
Un día se me ocurrió la idea
de ir a ver a Tito Lecture y le pedí
el Luna Park para hacer una fiesta muy grande
para el tango al mes siguiente, para el
11 de diciembre. “Estás loco
vos, no va a ir nadie, si el mes pasado
hicimos una fiesta del tango y apenas sumamos
tres mil personas” me dijo. Y yo le
respondí: “dame el Luna Park
que lo vamos a llenar”. Había
ido con los queridos amigos de la Asociación
Amigos de la Calle Corrientes en la cual
yo soy integrante de la comisión
directiva. Tito Lecture accedió,
seguramente para sacarme de encima. Me puse
a buscar a cada director de orquesta, a
cada cantante hombre y mujer, a cada difusor,
a cada locutor; a todos. Así pude
hacer llenar el 11 de diciembre de 1977
el Luna Park con 14.500 personas, con un
Tito Lecture contentísimo y cinco
horas de espectáculo.
”Retrocedo
un poco. A fines de noviembre voy a ver
a Ricardo Freixa, entonces secretario de
Cultura de la Municipalidad, ahora está
en el cielo, que en paz descanse. Yo iba
todos los días y siempre me decía
que se estaba por firmar. Ese día,
25 o 26 de noviembre, le digo en un tono
medio irónico, aparentemente amenazador,
aparentemente triste: «mirá,
si no lo sacás mañana, no
te preocupes. Yo ahora voy a ir a todos
los diarios, revistas, televisoras, a todos
los medios de comunicación y les
voy a decir que igual vamos a hacer el día
del tango aunque no salga el decreto».
Y me fui. A las dos horas tenía el
decreto.
”A las cinco
de la mañana cuando termina el espectáculo
del Luna Park y yo estoy tomando café
con algunos, empiezo a pensar y digo: «qué
cosa el día de la madre se festejá
un día acá en Buenos Aires,
pero en Rosario es otro día y en
Montevideo otro. Mirá si me hacen
lo mismo con el Día del Tango.»
Y se me prendió la lamparita. Tenía
que conseguir el decreto del Día
Nacional del Tango, así en toda la
república no se podría hacer
más que ese día. Al otro día
fui de visita a la Biblioteca Nacional a
visitar a Jorge Luis Borges. Él me
comentó que había oído
sobre lo del Luna Park y me dijo: «que
te parece si le pedimos al Secretario de
Cultura de la Nación si haría
algo parecido. ¿Vos almorzarías
con él?». «Cómo
no», le dije. Al día siguiente
almuerzo con el Dr. Raúl Casal y
presento mi petitorio. No solo no me voy
a olvidar de sus nombres sino que gracias
a ellos lo conseguí. Le ofrecí
una fiesta de fin de año. Me ofreció
el teatro Cervantes. Y le pedí que
declaren Día Nacional del Tango al
11 de diciembre. En el decreto incluí
el motivo del porqué el once de diciembre.
A los dos días estaba firmado.”
Once años de laburo,
resueltos en pocos días. El tema
fue tocar las puertas correctas... Esto
me lo contó Ben Molar en octubre
del 2001 y publicamos la entrevista entera
-esto apenas es una parte- en El
Abasto, n° 29.
R.S.
Buenos Aires, 10 de diciembre
de 2010.