¡Volver a empezar!
Este mes me sucedieron
varias cosas raras y sacudidoras en lo
personal. Por un lado algo bastante difícil,
se rompió el disco de mi computadora
portátil donde, más allá
de haber quedado medio incomunicado durante
un lapso, perdí información
de la revista y personal en cuanto a correos
por ejemplo. Por otro lado conseguimos
alquilar una oficina para la revista donde
estamos convencidos que vamos a estar
más cómodos en muchos aspectos,
lo que no implica que no vayamos a extrañar
a la Casona Humahuaca que nos acobijó
durante tres años… Como si
fuera poco descubrimos, desde la agrupación
que nuclea a varios editores de medios
barriales porteños, que debemos
volver a comenzar a tramitar nuestra cooperativa
de editores porque lo que habíamos
comenzado a formalizar hace años
nunca llegó a concretarse legalmente.
Tres volver a empezar. Tres enseñanzas.
En el caso de la computadora tomé
conciencia de que gasto mucho tiempo en
ella y ¡que se puede vivir tranquilamente
sin computadora! En mi caso, al estar
en comunicación, será menos
tiempo dedicado a ella. Porque parte de
nuestro trabajo se centra en Internet:
nuestro portal de noticias y el Facebook
institucional. También retomé
la conciencia de la importancia de tener
resguardada la información (guardar
incluso con mayor frecuencia a la que
estaba acostumbrado).
Lo de la oficina permitirá un crecimiento
para este medio y un posible desarrollo
en tareas relacionadas como muestras,
proyecciones o encuentros que de modo
indirecto potenciarán a la revista.
Sin mencionar de que el espacio de redacción
superará en comodidad el actual
en muchos sentidos (me refiero -no a la
Casona Humahuaca en su totalidad- sino
al pequeño espacio que nos acogió
durante años) especialmente en
cuanto al alto del techo (los que lo conocieron
me comprenderán). Aunque alquilado,
será propio. Por otro lado brinda
una posibilidad única y maravillosa
de poder explotar otros saberes. En la
nueva sede habrán clases de Taekwondo,
yoga y otros talleres relacionados a la
salud y al desarrollo personal. En mi
caso el trabajo corporal es algo que me
viene acompañando desde hace muchas
décadas y es hora de formalizar
un poco más ese compromiso en cuanto
a la devolución del mismo (léase
retransmitir el conocimiento).
El tercer sacudón: la Red de Medios
Barriales, merecía un sello formal
hace años y cuando lo quisimos
hacer la pifiamos en varios sentidos.
Ésta es la oportunidad de hacer
bien las cosas. Todo con la finalidad
de lograr profesionalizar y jerarquizar
aún más esta tarea que implica
el periodismo vecinal. La institución
cuenta con una oficina en el centro, Moreno
al 900, ahora vamos por más. Si
lee esto alguien del gobierno nacional
que tenga injerencia en el tema, podría
tenernos en cuenta para pautas oficiales
también desde ahí, dado
que se ajustaría al discurso de
la pluralidad de voces reflejada, por
ejemplo, en la Ley de Medios Audiovisuales.
En fin, feliz de comenzar una nueva etapa
que de algún modo siento como de
mayor madurez propia y de este medio.
Rafael Sabini
[email protected]