El Taser por la culata
Ayer, martes,
un fallo judicial prohibió a la Policía
Metropolitana el uso de las armas eléctricas
Taser. Esta medida cautelar responde al
amparo presentado por el Observatorio de
Derechos Humanos de la Ciudad de Buenos
Aires. La fuerza porteña acatará
la medida, aunque defiende su uso de manera
“criteriosa”.
La jueza Andrea Danas,
a cargo del Juzgado en lo Contencioso Administrativo
y Tributario N° 9, dictó ayer
una medida cautelar para suspender el uso
de las armas Taser modelo X26, hasta que
no haya una sentencia definitiva.
Esta es la consecuencia de un
recurso de amparo presentado por el Observatorio
de Derechos Humanos de la Ciudad de Buenos
Aires (ODH) el 22 de febrero. El argumento
principal fue “considerarlas un elemento
de tortura”.
“Con la documentación
aportada por el ODH, la jueza entendió
que las armas Taser no resultan razonables
para ofrecerle seguridad a la población…
El amparo se había sustentado en
tres premisas básicas: 1) el Comité
Contra la Tortura de las Naciones Unidas2)
el uso de armas Taser puede lesionar derechos
como la vida, integridad física y
salud de las personas 3) la incorporación
de estos dispositivos puede fomentar el
encubrimiento o la impunidad policial”,
señala el comunicado emitido por
el organismo de derechos humanos.
Por su parte, la fuerza
porteña emitió un escrito
para mostrar su postura frente al fallo:
“En cuanto a la decisión de
adquirir estas armas no letales, la Policía
Metropolitana considera que la utilización
criteriosa bajo circunstancias puntuales
y por personal debidamente entrenado -tomando
en cuenta recomendaciones a nivel internacional-
disminuye considerablemente el uso de armas
que si ocasionan la muerte”. Otro
punto que señalaron fue que “están
aprobadas por el ReNar”.
De todos modos, según
señala la edición digital
del diario Clarín, el importador
de las pistolas en el país, Horacio
Buccello, afirmó que Gobierno de
la Ciudad “todavía no compró
nada, pero está en tratativas para
adquirir a prueba cinco unidades”.
J.M.C.
Buenos Aires, 3 de marzo
de 2010