“Para que no nos desalojen el pensamiento”

IMPArable fue la nueva Feria del Libro Independiente Autogestiva, FLIA. Miles de personas recorrieron los pasillos del IMPA, fábrica recuperada por sus trabajadores, este domingo y lunes. Más de cien puestos, charlas y documentales a lo largo de toda la jornada fueron sólo una faceta de este espacio, que se perfila como referente de la cultura y la autogestión.

A pesar de la amenaza de desalojo, enmarcada dentro de la política de “recuperación del espacio público” en la Ciudad, obreros, editores independientes, músicos, poetas, público y demás presentes pudieron fusionarse en este encuentro. Dentro de la FLIA hubo miles de FLIAS. Cada stand, charla, proyección y muestra de arte abrió el abanico a nuevos mundos para descubrir; o re-descubrir.

Domingo
Un rato antes del mediodía, las escaleras de la fábrica, devenida en ciudad cultural, comenzaron a ser transitadas por expositores, editores y organizadores. Poco a poco, el tercer piso del IMPA pasó a convertirse en un espacio pluricultural, donde tanto público como autores convivirían durante este fin de semana largo. Luego de arreglar los últimos puestos, los corredores comenzaron a recibir a los primeros interesados en explorar esta nueva edición de la FLIA.
  Más todavía, en el cuarto piso, desde el mediodía, comenzaron las charlas debate. La primera de éstas fue “Ya estamos de vuelta”. Más tarde, “¿Qué escribe la FLIA?” fue la pregunta que se hicieron muchos participantes. Entonces, allí dieron un paso al frente los mismos organizadores para dar una idea de que sucede con esta generación de escritores, que encuentran su marco de referencia dentro de este evento. Una de las más destacadas de la jornada fue “Ciudad y represión”, allí miembros de la Huerta Orgázmika, el IMPA y otros espacios sociales y culturales aportaron su experiencia y su óptica de como piensan al espacio público los sectores gubernamentales.
  Compartiendo piso, la gente de Cine Libre Parque Abierto se ubicó en el espacio de microcine. Proyectaron documentales de investigación y denuncia como País de los pueblos sin dueño, IMPA, Esto no es un hotel, ¿Y Julio López? ¿La tercera desaparición?, Fratelli del Tav, entre otros durante esa jornada.
  Mientras dichas actividades juntaban gran cantidad de interesados, el galpón, es decir, la sala principal, desbordaba en energía. A la par de los presentes que deambulaban stand por stand, poetas y músicos realizaron distintas performances en el escenario principal. Carlos Spauski, Xediciones, Ay Szmarah, Colectivo Salpicón, José Luís Gallego, Benvenuti, La Bola, Ramiro Ross, Jorge Salidas, Fernando Julián Van Lacke, Galundia Morea, Flora Nativa, Ioshua, Sebastián Matías Olivera, Matías Kocens y Tony Fluye pusieron su lírica durante las horas de domingo. Dicha jornada concluyó con un Homenaje a Samantha.
Sumado a la actividad de poetas y músicos, las muestras visuales permanentes, en la zona de bufet, corrieron por la cuenta de Lovestyle, Ouchi, Andrea Landoni, Gabriel Ortega, Andrés Loboguerrero, Ignacion Viga, Laura López, Majo Vidal, Guillermo Salvo, Sonia Sou, Natalia Martínez, Mirta Perelmuter, Sol severina, María Pía Lacelli, Martina Trlik, Alberto Bernabé, Daniel stencil, Grupo Mariadax, Stella Maris Zacchigna, Cecilia Scimonelli, Gabriel Fara,Irene Braillard, Peces Crucificados, Marina, Evangelina, Sandra Soto, Suss. Q., Ana Fernandez, Malena Vespigniani, Mov. Revelar, Gabriela Montero, Arte Feroz, Sasha Argazki, Mariela Bianchi, Christian Miani, y Roberto Criado.
    Por otro lado, dentro del mundo de la literatura -como en las últimas ferias- se pudo ver a las producciones de editoriales que hace tiempo agitan trabajos de escritores independientes, como El Asunto, Milena Caserola y Nulú Bonsái. Además, nuevos emprendimientos gráficos se sumaron en esta ocasión como Nueva Editora Creativa, entre otras.
  La historieta, a través el fanzine, tuvo sus expositores, como la gente del Hotel de las ideas, Milime, Creonte, Setro cómic, Graviñetas, Berretadas cómics, Eh?, Quedishu?, Lule le lele, entre otras. Además, se pudieron ver producciones de Moebius editora y Loco Rabia.
   Esta FLIA también sirvió como marco de estreno para varios autores. Por un lado, desde el escenario se comunico a los presentes la flamante presentación de la radio del espacio cultural Mate Amargo. Además, la revista de Periodismo maleducado que en esta 11º feria se dio a conocer al público.
   Con el correr de las horas, las personas transitaron los pasillos del IMPA, en la búsqueda de publicaciones alternativas, nuevos materiales; otras voces. El público iba y venía, cada vez con mayor lentitud, ya que se hacía cada vez más complicado transitar debido a la cantidad de gente que se sumaba. Luego de las cinco, la caída del sol se hizo notar, una luz cada vez más débil le dio una ambientación única al lugar. En algunos puestos prendieron velas, ya que la visibilidad esa casi nula. El peregrinar del público no cesó, más bien lo contrario.    Entre el claroscuro y la voz de los poetas de fondo se complementaba un cuadro por demás interesante. Pararse un instante para apreciar el paisaje era una escena revitalizadora, una postal de la cultura que se agita desde abajo, pero aflora para todos lados. Dentro de esta fábrica recuperada, el trabajo hecho por los organizadores de esta feria, y el de cada expositor, cobraba un sentido especial. Una vez que la noche lo cubrió todo, la FLIA tomó un clima más intimista. Los últimos documentales, los puestos que se fueron últimos marcaron el cierre de la primera jornada de este evento por partida doble. Si bien la gente, cerca de la medianoche, abandono el lugar, no fue el caso de la energía, que retomaría con más fuera al día siguiente.

Lunes
Una vez más, las escaleras de la fábrica de Pringles y Querandíes llevaron expositores hacia su lugar. Poco antes de que dieran las doce, ya casi todos los stands estaban armados. Fanzines, libros, discos, ropa, parches, muñecos artesanales, y varias propuestas más se exhibían de lado a lado. Para aprovechar el momento previo a la llegada de la gente, se aprovechó para hacer un “desayuno de editoriales y editores”. Este espacio brindó la posibilidad de encuentro, de compartir algo más que un espacio común.
   Luego de ese momento, las actividades se volvieron a suceder. Charlas como la presentación de Rock de acá, el último libro –con edición de autor- de Ezequiel Abalos, quien junto a Pipo Lernoud hablaron sobre los primeros años del Rock nacional. Uno de los momentos más interesantes del lunes fue la charla “Biblioteca para ciegos”. No videntes expusieron como afrontan el desafió de leer, como contribuyeron los adelantos tecnológicos para que puedan disfrutar el placer de la lectura. Miembros de editoriales especializadas en esta rama explicaron como es el proceso, las legislaciones vigentes y, según ellos, cual ese camino por transitar dentro de la inclusión en el mundo de las letras. Luego, quienes dieron la charla recorrieron los pasillos para charlar con editoriales, viendo la forma de compartir experiencias, en búsqueda de que títulos independientes puedan ser disfrutados por no videntes también. Un proyecto a futuro para seguir de cerca. Más tarde, “Lo político y lo poético desde la diversidad sexual” fue una concurrida charla donde Ioshua, Leonor Silvestre, Claudia con K, Ariel de Vicenio y Nati Menstrual hablaron, sin tabúes ni “decontrucciones del ser”, sobre la sexualidad y la reivindicación de la diversidad sexual a través del arte y la pertenencia latinoamericana. El oficio del librero y los derechos de autor fueron otros temas puntuales de debate a lo largo de la jornada; a cargo de experimentados editores como Marol, Matías Reck y varias librerías de autor.
    Mientras tanto, los artistas captaban la atención del público. Ekenko Zambo, Mónica Wolf, Silvina Nellar, Valéu, Espacio El Circulo, Ronaldo Ransemberg, Alejandro Vilas, Sacalo crudo banda, Fernando Capece, Daniela Andujar, Xuan Pablo González, Agustín Marcenaro, Emiliano Correia, Orquesta Trompa de elefante, Aldea Velatropa, Juan Xiet, Sebastián Bruzzese, Anahí Ferreira, Adrían Bechelli y Ezequiel Abalos demostraron su arte y talento sobre las tablas del escenario.
   Durante los dos días también funcionó la FLIITA, el espacio recreativo para los más chicos. Desde las 14, ambos días, los padres podían compartir con sus hijos un momento de juegos, cuentos y artes graficas como talleres de dibujo e historieta. Además, varias actividades de la FLIITA se dieron en el escenario.
    Del otro lado de la fábrica, Cine libre continúo con la proyección de documentales y varios work in progress de éstos. Agujeros en el techo, Cortos Orgásmicos, Nadie se fue, La Crisis causó dos nuevas muertes y Mutantes urbanos fueron la cara testimonial, la lente de la cámara frente a problemáticas sociales y políticas vigentes. Por otro lado, esta ocasión dio lugar a la ficción, el corto Sopa llegó para despegar una sonrisa a los espectadores.
  El anochecer tuvo un encanto especial; como no podía ser de otra manera luego de estos dos días de libros independientes. Mientras unos rojizos destellos de luz de apoco se desvanecían en el horizonte que daba a las vías del tren, el clima dentro de la fábrica volvió sumergirse en esa atmósfera intima y profunda. Al mismo tiempo, sobre la calle Querandíes, un grupo de tamboreros comenzó a improvisar en el medio de la calle adoquinada. Quienes estaban a su alrededor estallaron en el baile contagioso; quienes no, seguían de cerda la secuencia.

De este modo, entre música y poesía, concluyó la 11º Feria del Libro Independiente Autogestiva. “Estamos muy contentos de que se hagan este tipo de eventos, nos da fuerza para seguir luchando por defender nuestro trabajo”, comentó Carlos Páez, uno de los trabajadores de la fábrica. Ante un horizonte que desaloja esperanzas fuera del barrio, sólo queda luchar, por la dignidad como los obreros del IMPA, por una cultura plural como la FLIA. En fin, tomar ese camino que, lejos de la resignación, nos invite a reivindicar aquello que somos; aquello, al igual que Páez, que nos da fuerzas para seguir. Aunque lo que el destino asome no sea prometedor.

J.M.C.