Levantarían la toma
en el Acosta
Anoche los estudiantes lo debatieron
en asamblea. Apoyaron la medida oficial
de extender las clases en diciembre y criticaron
la “falta de respuestas”. El
viernes habrá una gran movilización
de varios secundarios al ministerio de Educación
porteño, con partida a las 14 en
el palacio Pizzurno.
Desde el martes el colegio
de Balvanera logró torcer el brazo
de la indiferencia y logró instalar
en el debate público el estado de
la educación porteña, a fuerza
de tomas y marchas. En la noche del jueves
este medio se acercó al secundario
de Urquiza y Moreno para dialogar con el
centro de estudiantes.
El clima, a primera vista,
del lugar es de calma. En la puerta varios
chicos anotaban a quienes ingresaban al
colegio. Al lado de la puerta había
donaciones de comida. En varias aulas los
bancos estaban corridos y se podían
apreciar bolsas de dormir y mochilas cargadas
de frazadas para la vigilia nocturna.
En los patios varios chicos
pintaban carteles, jugaban al fútbol
o tocaban la guitarra. Imaginar a cientos
de estudiantes en un establecimiento público
fuera del horario de clase puede llegar
a generar prejuicios de todo tipo, aunque
la buena noticia es que la toma se desarrollaba
de forma pacífica.
Al momento en que llegamos,
la Coordinadora Unificada de Estudiantes
Secundarios (CUES) se hallaba en reunión
en una de las aulas. Allí deliberaban
sobre las medidas de fuerza en los demás
establecimientos y sobre la movilización
de mañana, que convocará a
gran cantidad de colegios de la ciudad.
En este marco, hablamos
con Iván Pizarro, uno de los delegados
del centro de estudiantes local. “Esta
noche vamos a decir en asamblea como seguimos”,
adelantó. El objetivo es no “desgastar”
el reclamo y ver “cómo reaccionará
el gobierno”.
“Mañana (por
hoy) vamos a ir a la marcha general por
la situación de infraestructura empezaremos
una etapa de vigilia sin la toma. El lunes
hasta el miércoles discutiremos los
pasos a seguir. Tomaríamos desde
el jueves de la semana próxima el
colegio”, detalló. Esta opción
también es para que se estabilice
la situación de los estudiantes en
el segundo trimestre y se puedan hacer las
pruebas.
“Lo que menos queremos
es perder horas de clase”, argumentó.
Sobre este tema se mostró de acuerdo
con la medida del ministro de educación,
Esteban Bullrich, de extender los días
de clase en diciembre. “La toma no
la hicimos para dejar de estudiar; no hay
motivos para oponerse a esa medida, pero
lo del ministro es una formalidad para que
no le puedan decir nada”, añadió.
El titular de la cartera
educativa declaró que esta toma estaba
“politizada”, debido a la consigna
“Fuera Macri”, que unificó
los reclamos. Sobre este tema, Iván
sostuvo que el Acosta adhiere “a la
lucha de los demás secundarios”,
pero su “bandera es el arreglo de
este colegio y que se devuelva el recorte
del 50 que se le hizo al área de
Infraestructura”.
En cuanto a las declaraciones
del ministro, Pizarro aclaró que
“Bullrich mintió al decir que
sólo había cinco chicos politizados,
impulsados por la rectora”. “No
es así. Los padres de secundaria
y primaria avalaron la toma. Sólo
hubo cinco votos negativos de más
de 800 estudiantes en la asamblea de ambos
turnos que se hizo para llegar a esta toma”,
replicó.
El reclamo edilicio “tiene
mas de 10 años”, es decir que
son varias las promociones las que lucharon
durante varias gestiones. “El contexto
es diferente porque desde 2007 sabemos que
en cualquier momento se puede caer un techo.
Esto fue durante la gestión de Télerman.
En respuesta hicimos el `acostazo´
en la jefatura de Gobierno. Sólo
hicieron parches, al año se cayó
un pedazo de cielo raso”, recordó.
“Hace pocos meses
se cayó un pedazo de techo de cinco
kilos, en horario de clases, sobre la fachada
del exterior”, añadió.
Sobre los tabiques de madera puestos en
el frente del colegio, en Urquiza, Iván
manifestó que hay “un doble
sentido”. “Está perfecto
que se pongan contenedores, pero es eso
y nada más; no se arregla lo de fondo.
La gente del barrio ve las maderas y supone
que empezaron las obras, pero esto no es
así”, concluyó.
J.M.C.
Buenos Aires, 20 de agosto
de 2010.