Macri insiste: “la
culpa la tiene el otro”
El jefe de gobierno porteño,
Mauricio Macri, fue investigado en la Legislatura.
Insistió en vincular el origen de
la causa de las escuchas con una maniobra
de Néstor Kirchner y según
los opositores quedaron muchas cuestiones
sin respuesta.
Cuando Macri pisó
el recinto lo cubrió una lluvia de
aplausos. Quedó claro desde el vamos
que el jefe de Gobierno había llevado
hinchada. Lo que quizá nunca imaginó
fue que, en determinado momento, de improviso,
un grupo de militantes iba a contrarrestar
ese apoyo. “Chau Macri!”, gritó
un joven, y arrojó decenas de volantes
que cayeron sobre las bancas. Se leí
“Macri es la derecha” y se veía
una caricatura del jefe de Gobierno y un
espejo con la cara de Videla. La seguridad
sacó al grupo, que se identificó
como Movimiento Peronista Revolucionario.
El joven más enfervorizado se alejó
haciendo la V y al grito de “Viva
Perón”.
Los macristas también
aportaron descontrol, eran mayoría
y cada tanto lo sufrían los legisladores
de la oposición. “Traidor”,
le gritaron a Daniel Amoroso, quien hace
unos pocos meses abandonó el bloque
por De Narváez.
Oscar Moscariello reaccionó rápido,
pidió que los que insultaban también
fueran desalojados de la sala.
Según Macri,
Néstor Kirchner estaría
montando una “agresión disfrazada
de causa judicial”. Repitió
hasta el cansancio que “no hubo delitos
en el gobierno porteño” y eludió
toda pregunta incómoda. “No
condeno a Palacios”, se sinceró,
sin embargo agregó: “No tenemos
nada que ocultar”. “En la ciudad
no existe ninguna asociación de espionaje
ilegal. Lo que hizo James lo hizo con la
SIDE y pivoteando sobre varios juzgados”.
“¿No fue
usted, Macri, el que lo nombró al
Fino Palacios? ¿No contrató
su gobierno a Ciro James? ¿No tomaron
al comisario Colombo, procesado por proteger
una red de prostíbulos?”, lo
acusó de entrada Fabio Basteiro,
de Proyecto Sur. Los legisladores de su
bloque se centraron en preguntar sobre Palacios.
Jorge Selser
insistió: “¿Conocía
los antecedentes de Palacios?”
“Sus antecedentes técnicos
fueron chequeados en 2002 y rechequeados
en 2006. Fui personalmente a la Embajada
de Israel, donde me contestaron que Palacios
era un amigo de Israel.
Eduardo Espzteyn,
de Diálogo por Buenos Aires, quiso
saber “¿quién en la
Embajada de Israel le recomendó a
Fino Palacios?”. Macri evitó
dar un nombre, de la misma forma en que
ocurrió cuando le preguntaron otros
tres legisladores.
El legislador Daniel Amoroso,
del bloque de Francisco de Narváez,
se mostró inusualmente duro, mientras
lo silbaban desde el PRO. Preguntó
si compartía el criterio de Jaime
Durán Barba de que “a la gente
le importa un carajo las escuchas”
y si no era así, por qué no
lo echaba. Macri se limitó a aclarar
que, para él, el tema sí era
importante.
Macri, contestaba las
preguntas que mejor le sentaban. Encima,
cada tanto, un colaborador le acercaba y
le daba por escrito los consejos de sus
asesores.
Marcelo Parrilli,
del MST-Nueva Izquierda, le regaló
una edición del Nunca Más
y lo sacudió: “Avanzaremos
en la Comisión, luego en el juicio
político y buscaremos que usted termine
en el basurero de la historia. Macri apeló
al humor: “Me queda claro que no cuento
con su voto”.
“Usted es incapaz
de asumir la culpa. Realmente, ¿no
se considera un incompetente?”, disparó
Martín Hourest,
de Igualdad Social. Macri, que hizo esfuerzos
para evitar la confrontación, esta
vez se tentó: “El año
que viene veremos en las urnas si la gente
me considera un incompetente”.
R.S.
Fuentes: Clarín,
Página/12. Foto: La
Razón.
Buenos Aires, 24 de agosto
de 2010.