"¡Sobre
la impunidad y la injusticia
no podemos construir el
país que soñaron!"
Con este lema, ayer desde
las doce del mediodía
se llevó a cabo la
28ª Marcha de la Resistencia.
Hasta pasada la medianoche
estuvieron artistas, militantes,
ex detenidos, agrupaciones
sociales y familiares de
desaparecidos en la Plaza
de Mayo. Durante más
de doce horas se pidió
por verdad y justicia ante
las violaciones a los derechos
humanos cometidas por el
terrorismo de estado.
Este
diez de diciembre significó
un aniversario ineludible
para historia argentina:
25 años de gobierno
legítimo,
sin golpes; además
del primer año de
CKF en el gobierno. Por
otro lado, se conmemoraron
60 años de la declaración
universal de los derechos
humanos. Esa fecha fue utilizada
en 1980 para comenzar con
esta marcha, hace 28 años
con un grupo de Madres,
que durante 24 horas permanecieron
alrededor de la Pirámide
de Mayo. Hoy ellas y varias
generaciones mantienen viva
la memoria.
Las
Abuelas de Plaza de Mayo,
Familiares de Detenidos
,Desaparecidos por Razones
Políticas, H.I.J.O.S.,
Herman@s de Desaparecidos
por la Verdad y la Justicia,
Madres de Plaza de Mayo,
Línea Fundadora,
la Asociación de
ex Detenidos Desaparecidos
fueron los protagonistas
de esta jornada. A las doce
marcharon desde Av. De Mayo
y Piedras, llevaron la mítica
bandera de los desaparecidos,
la que posee la foto de
quienes fueron detenidos
y desaparecidos en la última
dictadura militar. Una
vez en la mítica
plaza comenzaron a dar vueltas
a la pirámide, se
podían ver fotos
de varios desaparecidos
en su base.
En medio de esta situación,
estuvo presente el director
de la película Madres,
Eduardo Walger, quien opinó.
“Si no se repara el
sistema judicial, se estará
hablando de encubrimiento”.
Luego de las 13 se llevaron
a cabo charlas-debate sobre
temas de actualidad como
la imputabilidad de los
menores, presos políticos
y conflictos sociales. En
este clima de emoción
mezclada con indignación,
El Abasto habló con
algunos de los protagonistas
de esta marcha. Miguel de
Encuentro Comunitario Latinoamericano-
perteneciente a Proyecto
Sur, comentó: “Hoy
luego de 28 años,
se sigue planteando castigo
a los culpables”.
Junto a él varios
de sus compañeros
estuvieron con una carpa
en la plaza.
Del
lado de la calle Hipólito
Irigoyen, había un
escenario donde distintos
artistas pusieron su granito
de arena en la lucha contra
el olvido. La Chilinga y
la argentina-mexicana Liliana
Felipe dieron el presente.
Además se contó
con la participación
del grupo musical venezolano
Iven. Sol, integrante de
H.I.J.O.S., sugirió
que “haya una línea
clara de la corte a la hora
de juzgar” y que el
Estado “proteja a
los testigos”. H.I.J.O.S.
oeste también estuvo
allí. Soledad aseguró:
“El reclamo concreto
es la liberación
de los presos políticos
y la aparición de
Julio López. A nivel
zonal, pedimos que se termine
con el gatillo fácil
y todo tipo de abuso de
autoridad de parte de la
policía. Pareciera
que a pesar de haberse cumplido
25 años de democracia,
al pueblo se lo quiere matar”
Guillermo Lorusso estuvo
detenido en el centro clandestino
El Besubio, entre el 78’
y el 79’. Hoy es parte
de la Asociación
de ex Detenidos Desaparecidos.
“Lo que reclamamos
hoy es lo mismo que en el
70’, cuando nos debieron
y nos secuestraron tuvimos
que dejar de hacerlo. Pero
luego volvimos. Hay que
seguir luchando porque todavía
quedan motivos. Estos 25
años de democracia
sirvieron para la impunidad
de muchos represores que
continúan libres.
La juventud continúa
esta lucha por una cuestión
lógica, todavía
no hay justicia”,
opinó el ex detenido.
El momento más emotivo
de la noche fue cuando tres
compañeros de distintas
agrupaciones dieron una
oratoria sobre los juicios
y castigo a los genocidas,
a su lado se encontraban
Madres y Abuelas, que sujetaban
una bandera venezolana.
Nora Anchart, Osvaldo Santos
y Roxana Balsarini comenzaron
con una síntesis
de lo sucedido desde los
años de plomo hasta
la actualidad en materia
judicial. “No queremos
que se produzca la impunidad
biológica, que los
culpables mueran sin haber
tenido un juicio”,
denunciaron a viva voz.
“Que la justicia sea
justicia y no esté
sujeta a perdones…
No daremos ni un paso atrás
hasta que estén en
la cárcel”,
dijeron en otra parte del
discurso. “La
teoría de los dos
demonios fue funcional para
crear la idea que esto fue
una guerra, en realidad
fue una cacería de
hombres y mujeres inermes”.
Nombraron a Karina Germano
López y a los seis
presos políticos
paraguayos, pidieron por
su libertad. “Queremos
un país para todos,
por lo que lucharon ellos”,
concluyeron luego de haber
citado asuntos pendientes
con la sociedad como la
exclusión, el desempleo,
los recursos naturales,
entre otros. “30.000
compañeros desaparecidos
presentes ahora y siempre”,
junto al público
los tres militantes iluminaron
la Plaza con un grito ensordecedor,
el de un reclamo que todavía
no se ha hecho escuchar.
La gente,
que llegó a juntar
una cola casi tan larga
como el círculo que
rodea a la pirámide,
comenzó nuevamente
a circular, como lo hicieron
las Madres y Abuelas tiempo
atrás. Con los bombos
de la Chilinga y antorchas
encendidas, la vuelta siguió
hasta pasada la una de al
madrugada, unas horas más
de lo previsto. Banderas
de H.I.J.O.S, una que pedía
a Ocaña por la persecución
gremial, una de la CTA,
entre otros estandartes.
Una amalgama de generaciones,
los que sufrieron en carne
propia los horrores de esos
años y los “hijos
de la democracia”,
cantaron “Ole le/ola
la/a donde vayan/los iremos
a buscar”.
J.M.C.
Buenos Aires, 11 de diciembre
de 2008