Participación
ciudadana: para limpiar
las calles
Imagen de http://fundacionpedroantoniopaz.blogspot.com/
La actual gestión
de gobierno porteño
insiste en invitar a los
vecinos en sus campañas
de limpieza. Mientras concentra
su poder y recorta en lo
popular invita a limpiar
la ciudad diciendo que eso
es participación
ciudadana.
El
otro día quedé
muy sorprendido cuando observé
a un joven que se detuvo
antes de cruzar la cebra
peatonal, se agachó,
juntó una caja de
cigarrillos que se encontraba
tirada en el suelo, la juntó,
terminó de cruzar
la calle y arrojó
la basura en un tacho. Creo
no haber ni siquiera visto
este tipo de acciones en
Suecia, país que
se destaca por su limpieza.
Ahí cada uno está
educado para que comprenda
la importancia de no generar
basura y por ende son pocos
los desubicados que la tiran
al suelo. Pero también
deben ser pocos los que
se agachan a juntar la basura
que tiró otro. El
gesto del joven me sorprendió
y me hizo pensar directamente
en la actual campaña
del Gobierno de la Ciudad
llamada “Jugá
limpio”.
Para
este sábado desde
este gobierno invitan a
los vecinos a sumarse
“a una jornada de
trabajo para retirar calcos,
anuncios, afiches y posters
que se encuentran ocupando
indebidamente el espacio
público de la Ciudad”.
Y aclaran como es el tema:
“dejá tus
datos para que el Centro
de Gestión y Participación
Comunal (CGPC) más
cercano se comunique con
vos, te asigne una misión
y tu kit de limpieza”.
También se puede
inscribir por Internet.
Mientras
invita a los vecinos a limpiar
la ciudad, la actual gestión
sigue prolongando la elección
a los cargos comunales,
que supuestamente acercarían
el poder al vecino; intenta
excluir medios vecinales
de la pauta oficial, cuando
es bien sabido que el intercambio
de ideas, la crítica
y la participación
intelectual también
es un modo de participación
ciudadana. Recorta en la
educación pública,
que permitiría tener
ciudadanos aptos para una
participación activa
y crítica; recorta
los gastos de la salud pública
que permite que los vecinos
que no consideran que el
manejo de la salud sea una
mercancía más,
o a quienes simplemente
no pueden pagarlo, también
puedan estar sanos y participar
del accionar democrático.
Sube los sueldos de modo
inaudito a los funcionarios
que supuestamente hacen
su trabajo, pero no los
ingresos de los empleados…
y ni siquiera paga en términos
legales a los proveedores.
En
otras palabras, esta gestión
concentra su poder y recorta
en lo popular. ¡Y
luego nos invita a limpiar
la ciudad diciendo que eso
es participación
ciudadana!
U.K.
Buenos Aires, 11 de diciembre
de 2008