Una exdirectora comunal
recupera algo de nuestra historia más
reciente
Acerca del “Paseo
del Tango”
Es muy destacable,
que la vida en democracia nos siga permitiendo
avanzar y profundizar en el la algunos proyectos
que vienen de otras gestiones anteriores
a las nuestras.
Tiene un tinte vigorizador a la hora de
pensar como una sociedad va superándose
a sí misma, y busca preservar algunas
líneas de encuentro que permanezcan
inalterables.
La reflexión viene a cuenta del recientemente
inaugurado Paseo del Tango (véase
pág. 34) en la calle Carlos Gardel,
del porteño barrio del Abasto.
Allí hace algunos años se
inauguró con el mismo nombre un proyecto
similar, lo que habla de cierta continuidad.
En aquellos años del CGP 2 Sur, el
proyecto coronaba una serie de iniciativas
vinculadas al tango, no solo como un elemento
decorativo y turístico, sino también
de formación con fuerte identificación
y raigambre, como para acompañar
la recuperación de un barrio, que
a pesar del tener un shopping, no se recuperaba.
Por eso, bucear en su historia a través
de las herramientas participativas que nos
brindaba la gestión nos permitió,
arribar a numeroso e importantes proyectos
tomando como eje al tango.
Sin dudas que el de mayor renombre estuvo
vinculado a la recuperación de la
Casa Museo Carlos Gardel, lugar abandonado
por años, los murales dedicados al
fileteado en la calle Jean Jaurès,
acompañaron esa y otras movidas,
como las Tanguereadas Infantiles, que se
realizaron en toda la comuna, donde los
pibes pudieron aprender a escuchar y bailar
tango.
La recuperación urbanística
del Abasto, fue acompañada por una
importante recuperación de sus calles,
conjuntamente con los faroles que aún
hoy subsisten. Todo ese proceso se hizo
vinculando distintas instancias de participación
vecinal, como eran el Consejo Consultivo
Honorario, de donde surgieron todos estos
proyectos acercados por vecinos o asociaciones
vecinales, también el Presupuesto
Participativo, que le dejo al barrio, el
nombrado museo y un centro de salud.
Por eso pensamos que el Paseo del Tango,
no era algo aislado, sino más bien
sentido por una comunidad, el mismo tenia
puestos, que habían sido confeccionados
por shopping Abasto y los puesteros eran
vecinos que acercaron sus improntas tangueras.
Allí se realizaba el concurso de
tango “Anda a cantarle a Gardel”,
que batió records de participantes,
así como desfiles de moda de tango
y otras actividades.
Cumbres del juegos callejeros, milongas
en las calles, fueron también presencia
firme y fresca de la población de
nuestro barrio.
Experimentamos por aquellas épocas
una modalidad de gestión público–privada,
que articulaba a los comerciantes, teatros
y centros culturales que había en
el barrio, logrando instalar por primera
vez en la ciudad numerosos proyectos turísticos
y culturales, eso fue Cultura Abasto. Recordamos
Estudio Abierto, iniciativa que volcó
a los porteños a visitar el Abasto
durante un mes en el que este abrió
sus atelieres y lugares de la cultura, la
señalización de las veradas
donde se encontraban los teatros, con las
caras de la comedia y la tragedia, generaron
un señalamiento de los mismos.
También recordamos que todas esas
acciones se vieron muy relacionadas con
las posibilidades de llevar a adelante otra
iniciativa vecinal, por la cual aún
damos pelea como el Parque de la Estación,
el cual increíblemente, hasta para
nosotros mismos había comenzado sus
obras en aquellos años.
Como se verá seguramente algunos
recuerden el porqué de estas gestiones
en épocas de economías flacas
y de una ciudad sin endeudamiento externo,
con mucha austeridad.
Por eso, hoy tuvimos ganas de recordar todo
lo que se hizo y que por suerte ganó
en su impronta, lo realizado tuvo siempre
un actor central, los vecinos del barrio,
lo que nos pone orgullosos a la hora de
recordar esos momentos, tan del Abasto.
Todo eso se hizo con mucho trabajo y con
mucha pasión, la que debe haber sido
tan grande que hace que aún hoy se
la pueda reivindicar a través de
este nuevo Paseo del Tango.
María Suárez
Paseo
del tango 2.0
Con un evento sobre la cortada frente al
ex Mercado Proveedor se presentó
el viernes 11 de julio el "Paseo del
Tango", en su segunda versión,
ahora "entre las calles Jean Jaurés,
Anchorena, Carlos Gardel y Zelaya".
Ese día se inauguraron dos esculturas
en conmemoración del Centenario del
Natalicio del Bandoneón Mayor de
Buenos Aires, Aníbal Troilo. Uno
es el hace años proyectado Monumento
al Bandoneón, realizado por la artista
Lucia Pacenza y donado por la “Asociación
La Reina del Plata” bajo la Ley N°
1.399. A su vez se inauguró una estatua
realista de Pichuco.
Cuando en su momento se proyectó
el monumento al bandoneón la idea
era compensar la cuadra Carlos Gardel con
esa segunda obra equilibrando -con respecto
al Monumento Carlos Gardel- hacia Jean Jaurès.
Ahora, en cambio, quedó bien cerquita
del supuesto homenaje al Morocho del Abasto,
en el medio la escultura a Troilo, todo
pegado al negocio de tango for export “Esquina
Carlos Gardel”. Lo más desagradable
son las baldosas que como "avisos"
muestran quienes aportaron económicamente
para su realización. Desde el punto
de vista arquitetónico y artístico
no quedó muy acertado, porque no
considera la cuadra, ni al barrio, en su
totalidad sino que se luce más bien
como un mero congestionamiento de "homenajes".
En fin, volviendo a la presentación
del Paseo del Tango (véase pág.
12) podemos contarles que renombrados maestros
tocaron el fueye de Aníbal Troilo
en un bandoneón prestado por el Museo
Mundial del Tango de la Academia Nacional
del Tango.
La convocatoria al evento fue hecha desde
la Comuna 3 y la Secretaría de Gestión
Comunal y Atención Ciudadana.