Triple
a PRO: Antilinyeras, Antipobres
y Antilibertades
Para cumplir con la “recuperación
del espacio público”
el macrismo se ve obligado
a meterse en el fango. Con
ganas y profesionalismo,
trabaja la UCEP, que utiliza
la experiencia del proceso
y de otros antecesores...
Gustavo
Veiga de Página/12
viene denunciando de manera
impecable el modus operandi
del macrismo en su
accionar para “recuperar
el espacio público”:
“Se visten
de negro y actúan
de noche. Ya fueron denunciados
repetidamente por amenazas,
golpes, sustracción
y destrucción de
mercaderías. Actúan
en desalojos compulsivos
y corren de autopistas y
plazas a quienes no tienen
dónde vivir”,
comienza la nota que salió
este domingo. No son la
triple primera vocal. Sino
que “trabajan para
el Ministerio de Espacio
Público que maneja
el rugbier Juan Pablo Piccardo”,
concretamente son la Unidad
de Control del Espacio Público
porteña (UCEP).
“Los
uniformes que usan son tan
oscuros como el momento
del día que eligen
para hacer sus operativos:
la noche. Pese a los trágicos
recuerdos que eso conlleva”.
La patota se dedica a desalojar
por la fuerza a indigentes
que viven en parques, plazas
y edificios.
En
la misma nota, y otras del
mismo autor concentradas
en la misma temática,
hay voces de denuncia. Muchísimos
testimonios de gente en
situación calle.
La nota comenta que la legisladora
porteña Liliana
Parada presentó
una denuncia el 4 de diciembre
por este tema. También
hay un cura preocupado.
Y un abogado, Ricardo
Dios, jefe de Seguridad
Urbana de la Defensoría
del Pueblo de la ciudad
que ya ha presentado seis
denuncias sobre el tema.
Pero “ni con testimonios
de testigos que se presentaron
de manera espontánea
respaldando a las víctimas,
el grupo dejó de
recorrer las calles en actitud
intimidante”.
Según
la nota los operativos de
la UCEP tiene su base en
el Edificio del Plata,
Carlos Pellegrini 291, 5
piso, y son realizados con
el apoyo logístico
de camiones y camionetas
de una empresa que hace
la recolección de
basura que según
testigos lleva inscrito
“Panizza” en
una de sus puertas.
Al
estilo Judge Dredd la UCEP
pretende tomar decisiones
que le competen a un magistrado:
“Nosotros decimos
que el efecto que crea la
UCEP tiene algunos preceptos
que tienden a generar un
uso abusivo en la práctica.
Sobre todo cuando dice ‘colaborar
operativamente en el decomiso
y secuestro de elementos,
materiales y mercaderías
acopiados ilegalmente en
el espacio público
o utilizados para realizar
actividades ilegales en
el espacio público’.
Eso lo tiene que decir un
juez. No puede alguien de
la UCEP decir qué
es ilegal y qué no”,
agrega el abogado Dios en
la nota de Veiga, y sigue:
“el decreto
no dice sacar a la gente
de la vía pública.
Una normativa no puede habilitar
que se desaloje a las personas
que están pernoctando.
Vivimos en un estado de
derecho y si hay
un decreto que avanza sobre
facultades judiciales y
se convierte en arbitrario,
lo vamos a cuestionar.
Claro
que esto de transgredir
normas no debería
extrañarnos a los
editores vecinales que en
esta gestión sufrimos
un instructivo del ejecutivo
que va en contra de la ley
por la cual tenemos derecho
a publicidad oficial.
Creo
que sería importante
para el macrismo considerar
seriamente la propuesta
de Jonathan Swift de comerse
a los niños pobres
para solucionar dos problemas:
el hambre y el que haya
niños pobres.
R.S.
Buenos Aires, 9 de marzo
de 2009