Conferencia si, sesión
no
Ayer el ministro
de Seguridad, en vías de quedar interpelado,
se presentó de forma espontánea
en la Legislatura. La decisión, amparada
en el reglamento interno, desorientó
a la oposición al punto de no dar
quórum. En su lugar, se hizo una
conferencia de presa donde criticaron el
accionar de Guillermo Montenegro. Desde
el PRO, en una contra conferencia, los acusaron
de ser funcionales al kirchnerismo y de
no estar “a la altura de las circunstancias”.
La presencia del ministro
de Seguridad despertó el alerta en
la oposición, que “no estaba
preparada para hacerle preguntas”.
“Montenegro hizo la gran Flamarique,
que se presentó en el Senado en la
noche. Él no va a venir cuando a
se le ocurra, esta no es su oficina”,
se quejó Aníbal Ibarra, en
la previa de la sesión.
“Porque somos serios,
queremos trabajar en una interpelación
que no dure media hora. El tema es grave.
Quieren un show mediático”,
agregó, en consonancia con sus pares
de oposición.
El legislador Martí
Borelli (PRO) defendió la presentación
del titular de la cartera de Seguridad:
“Montenegro siempre dio la cara. La
diferencia entre la interpelación
y lo de hoy sólo es el ámbito.
Lo que mas influyó es que aguardábamos
que se cumpliera el trámite procesal
para que venga al recinto. Ahora la oposición
está con el tema de las fechas, es
el juego de la política; están
en una estrategia de desgate”.
A la hora señalada
en que debería haber comenzado la
sesión, las bancas estaban vacías
como repudiando la presentación espontánea
en cuestión. Es que en la sala Montevideo
estaba la noticia: una conferencia de prensa
de todos los bloques de oposición.
“En Buenos Aires
se amparan bandas que están procesadas”,
denunció Fabio Basteiro (Proyecto
Sur). Por su parte, Juan Cabandié
(Encuentro Popular para la Victoria) manifestó
que esta presentación “es una
jugada de picardía de corrimiento
de los reglamentos institucionales”.
“El ministro tiene
que venir cuando lo digan los legisladores,
no cuando quiera hacer un show mediático.
Los hechos son graves, nunca un jefe de
gobierno y sus ministros estuvieron acusados
de asociación ilícita”,
sentenció Ibarra.
Gabriela Cerruti (Nuevo
Encuentro), autora del proyecto de interpelación,
manifestó que “esta es una
crisis institucional” y pidió
“no dejarse llevar por los escenarios
montados”. “El macrismo está
asustado porque la oposición está
unida, que es la representación de
la sociedad, somos los que cuidamos que
seta crisis no se desmadre”, añadió.
Por la otra parte, con
Montenegro dentro del recinto dispuesto
a “responder preguntas hasta cualquier
hora”, los diputados del PRO se quejaron
de la actitud tomada. “Es un hecho
inédito e insólito, poco visto
en la historia democrática del país.
Tendrían que estar acá demostrando
compromiso republicano que dicen tener.
Cuanto tienen que trabajar no lo hacen.
Es un día triste para la legislatura.
No nos podemos enorgullecer”, lamentó
Borelli.
“Quieren que no hagamos
uso de la palabra”, expresó
Cristian Ritondo. Acto seguido, el frente
PRO fue hasta el salón Montevideo
a dar una suerte de contra conferencia escoltados
por Montenegro.
El presidente del bloque oficialista denunció
que “Solanas e Ibarra son kirchneristas
y funcionales al entorpecimiento de la candidatura
de Macri 2011”.
Luego le tocó a
Montenegro dar su versión: “Vine
para aclarar dudas, este era el ámbito
adecuado. Parece que lo único que
importa es que sea interpelación,
no la verdad. Lo que alarma es que la oposición
no escucha a un ministro. La seguridad de
los porteños no les importa”.
Acusó a los diputados de “no
querer trabajar”. Aparte, afirmó
que sí avanzan los procesamientos,
no piensa “renunciar” y sostuvo
que no tiene “nada que ocultar”.
Para concluir, se lamentó que “los
legisladores (opositores) no estén
a la altura de las circunstancias”.
Luego de este nuevo episodio
de las escuchas ilegales, con el temblor
político que supone, la oposición
llamará a una sesión especial
el 17 para votar fijar el plazo en que el
ministro se deba presentar una vez más
en la Legislatura, en carácter de
interpelación.
J.M.C
Buenos Aires, 7 de mayo
de 2010